Dixie Town
La gente no es más lista ni más tonta que en otro país ni en otro tiempo, simplemente si les das mierda consumen mierda y si les das cosas buenas te aseguro que consumen cosas buenas
Los gallegos Dixie Town tienen nuevo disco bajo el brazo. Se titula O furacán y en la siguiente entrevista, Pepe Ferrández (guitarra y voz) nos cuenta detalles de su grabación y de su forma de entender el blues.
¿Qué habéis intentado capturar con «O Furacán»?
Hemos intentando dar al menos una muestra de cada uno de los géneros que nos fascinan y somos capaces de reproducir. Es decir, hemos intentado mostrar todas las facetas de Dixie Town para ofrecer por primera vez una versión completa de lo que somos. En cuanto al sonido, tratamos de ser más naturales y crudos, menos sorpresivos y resultones que en «Fat & Superb» y más envolventes.
He apreciado que en este nuevo disco habéis querido respetar el espacio entre los instrumentos.
El formato trio es muy esencial y eficaz. Cada instrumento tiene una función muy definida y no sobra ni falta nada. Esto nos obliga a estar siempre al cien por cien cubriendo todos los huecos. En cuanto a la mezcla, está hecho todo muy abierto. Mariconda decía que estaba mezclado en cuatro dimensiones, obviamente jugando mucho con el estéreo pero también con las profundidades más lejos y más cerca, con una increíble variedad de ecos y reverbs antiguas. Ahí está la intención de sonar a sala y a un espacio físico definido.
Hablabas de Mike Mariconda, ¿qué tal con él de productor?
Mike Mariconda nos dio si cabe más de lo que esperábamos. Además de ser un experto en técnicas de grabación analógica y equipos vintage, es una persona muy rigurosa e implicada en cada proyecto y sobre todo un psicólogo increíble. Sabía perfectamente como motivarnos de manera diferente a cada uno dando, exactamente la palabra que necesitabas en cada momento y llevándonos a referencias musicales que siempre ejemplificaban perfectamente lo que quería conseguir. En las dos sesiones en que se grabó toda la música de «O Furacán» nos exprimió en diez largas horas cada día con un calor sofocante hasta que éramos capaces de dar una toma tocada con la energía y la dinámica de banda que él quería. Al segundo día y con el calor sofocante que hacía (en Gandía Agosto y sin aire acondicionado en sala por culpa de los micros), se hicieron canciones en una sólo toma ya que el terror de repetir una y otra vez con ese calor y la rigurosidad de Mike hacia que de una vez hiciéramos el tema al límite.
¿Qué os llevó a contar con él?
Pues primero buscábamos a alguien que hiciera lo mismo que en «Fat & Superb» y «Overdrive», es decir, mezclar y masterizar dando así un punto refrescante a esas producciones, pero tras comentarlo con la gente de Guadalupe Plata y sobre todo tras escuchar un fantástico vinilo de The Excitements, pensamos que este tal Mike Mariconda era un todoterreno capaz de sacar lo mejor de cada proyecto que tiene entre manos. Cuando se lo plateamos dijo que sólo aceptaría si podía encargarse de todo desde el principio. Nosotros nunca habíamos grabado con productor y la experiencia nos apetecía mucho. Uno ya tiene bastante con tocar, componer, gestionar, conducir, comunicar… Es increíble ver que alguien de fuera le da tanta importancia a un proyecto y a una canción como lo haces tú mismo.
El año pasado regalasteis vuestra discografía en formato digital a todo el que quisiera descargarla. ¿Era complicado dar salida comercial a esa obra?
Nuestra experiencia con la distribución digital es muy negativa. Nuestro anterior trabajo fue distribuido por una empresa que quebró llamada Lonxa Cultural con la que la comunicación fue nefasta y siguiendo el modelo de Pony Bravo o Guadalupe Plata o D´Callaos pensamos que nuestro público es de los que disfrutan con el formato físico y que lo importante era hacer llegar nuestra obra al mayor número de personas posibles, creando un interés por nuestra música que motivasen su asistencia a nuestros conciertos, que es realmente donde vendemos discos. «O Furacán» está distribuido por medios convencionales a través de Discmedi pero realmente supone un porcentaje del volumen de ventas muy residual. Y por supuesto está claro que nuestra propuesta musical es muy minoritaria y para un público muy especializado.
Vuestro primer disco data de hace cinco años. ¿Hasta qué punto se han cumplido vuestras expectativas? Lo digo porque sois una banda que os lanzáis durante el comienzo de la actual crisis económica y cuando la crisis discográfica ya llevaba años de carrera.
Buff…no sé qué decirte. Desde luego, nuestras expectativas se han hecho hiperrealistas. Somos conscientes de que editar discos y salir a la carretera puede ser muchas cosas menos rentable y que perseguir dedicarnos completamente a esto es una misión utópica y suicida si uno pretende llevar una vida digna, pero por otro lado está claro que la única manera de conseguir progresar es hacerlo todo como si fueses un profesional de los pies a la cabeza y perseverar hasta que las fuerzas aguanten y te puedo asegurar que a día de hoy tenemos las pilas más cargadas que nunca. No creo que la crisis discográfica afecte negativamente a grupos como el nuestro. En general, creo que la democratización cultural consecuencia de la era internet ha tenido como consecuencia que los grandes superventas no lo sean tanto y que artistas que no podían llegar a su público encuentren vías segmentadas, geo localizadas y directas de comunicación. La crisis económica nos afecta a todos y en esto no somos una excepción, la afluencia a conciertos ha disminuido considerablemente y con ello los ingresos y desde luego el iva a cultural del 21por ciento supone el estacazo final a las vías legales de hacer negocio. En el caso de los grupos que fijamos precios bajos a las entradas y que en la mayoría de las ocasiones no distribuimos anticipadamente, desde luego fomenta que todo esto se haga sin declarar absolutamente nada siempre que sea posible y una vez más empujar a los ciudadanos a practicar la economía «b» para volver con algo en el bolsillo. En cuanto a la venta de discos, pasa absolutamente lo mismo, ¿a quién le interesa vender discos a través de una distribuidora con las cifras que manejamos? Y por otro lado están los presupuestos de las ya exiguas subvenciones para la música en directo y la cultura, que en general insultan nuestra inteligencia.
Con este panorama y el firme convencimiento de hacer la música que te sale de dentro sin importar las expectativas de venta, está claro que somos en términos de oportunidad de negocio unos inútiles.
Sois una banda española que practica un estilo foráneo. ¿Cuál crees que es la óptica adecuada para practicarlo?
Sinceramente, escucho blues desde que pienso en música, mis primeras cintas de blues me las regaló mi hermano mayor con 8 años y ya entonces, siendo como se dice una «tabula rasa», subrayaba en aquellos recopilatorios las mismas canciones que señalaría hoy. Esa es una de las enseñanzas en las que más he reflexionado. Si un niño de esa edad puede comprender las bondades de una música como el blues, creo que sólo hay dos tipos de arte: El bueno y el malo, y que no hay que ser muy listo ni muy culto para que lo bueno te entre por las orejas. Es cuestión de que alguien te lo ponga delante cuando eres un supereceptor y creo que en cuanto a esto habría que hablar largo y tendido de quien se encarga de poner contenidos de calidad a nuestro alcance (discográficas y medios de comunicación) y de sus miedos ante la única voluntad de hacer dinero a toda costa pasando por encima de la variedad cultural. La gente no es más lista ni más tonta que en otro país ni en otro tiempo, simplemente si les das mierda consumen mierda y si les das cosas buenas te aseguro que consumen cosas buenas. Sólo hay que analizar los números uno de hace cuatro, tres y dos décadas y las de ahora para darse cuenta. ¿Qué pasá? ¿Qué nos hemos vuelto idiotas en dos décadas o que capitalismo discográfico multinacional solo pone comida rápida a nuestro alcance?
¿Cómo aborda un español el blues? Hay maneras, claro, pero quiero conocer la vuestra.
Escuchándolo y tocándolo, siento decirlo (por qué sé que este tipo de comentarios molestan en de donde yo soy), pero para mí siendo gallego el folklore tradicional de Galicia me es mucho más ajeno que el blues que he escuchado desde niño y, desde luego, no necesito impostar esa actitud ni abordarlo de ninguna manera, es algo que siempre ha estado ahí.
Vuestro sonido es crudo y arcaico. ¿Es complicado trabajar arreglos con los mimbres justos?
No, en absoluto. La simpleza de la formación lejos de hacerlo limitado libera mucho. Cada uno tiene un papel muy definido y en una ejecución en directo ya sea en un concierto o en un disco todo se decide con una mirada o un gesto. Un tema puede tener una duración u otra y la intensidad pueden llevarte a hacer un break de batería o no, son arreglos de intuición que suceden espontáneamente. Si te refieres al arreglo que se prevé y se estructura en una canción antes de ser grabada creo que con un trio es suficiente para hacer casi cualquier cosa que puedas imaginar, siempre y cuando seas capaz de reproducirla.
¿Cómo trío os podéis llegar a sentir limitados?
Desde luego no lo veo así. Depende más de la destreza y de la capacidad de transmitir de sus componentes.
Estilisticamente no pasáis de la década de los setenta como mucho. Me gustaría que escogieras uno de tus discos favoritos de cada década de influencia.
Es muy difícil escoger pero ahí va
Primero los 50.
Elmore James The Classic Early Recordings: 51-56.
Ahora los 60.
Captain Beefheart and his magic band The Legendary A&M Sessions.
Y los setenta.
Grand Funk E pluribus funk.