Dorian – Diez años y un día (I*M Records)
Si hubiera que elegir una palabra que resumiera la carrera de Dorian hasta la fecha, ésta bien podría ser «perseverancia». Fieles a sí mismos, labrándose poco a poco una trayectoria consistente y reconocida en el panorama nacional y fuera de él, los catalanes son hoy por hoy una marca sinónimo de éxito merecido. Podrán gustarte o no, pero nadie podrá negarles que se hayan vendido o que hayan realizado concesiones en su sonido de cara a atraer a más seguidores. Si acaso, se observa una vertiente mucho más orientada al baile desde la revolución que supuso «A cualquier otra parte», auténtica piedra angular de su producción que supuso un antes y un después para la banda. Así lo atestiguaron los posteriores La Ciudad Subterránea (09) y La Velocidad Del Vacío (13).
Para conmemorar sus diez primeros años juntos desde la edición de aquél celebrado 10.000 Metrópolis (04) se edita una recopilación producida por ellos mismos y grabada entre La Masía Music Lab, estudio situado en una masía barcelonesa del siglo XVII, y los Fatman Studios de Ciudad de México en la que en lugar de enlatar sus éxitos en versión original, los presenta en formatos diferentes, ya sea arropados por cuerdas o vientos hasta alcanzar la épica más sentida o con instrumentaciones sorprendentes que las llevan a otros terrenos dibujando nuevos y agradecidos enfoques. Clásicos de su discografía como «Solar», «Paraísos artificiales», la ya mencionada «A cualquier otra parte» o «La tormenta de arena» lucen orgullosos con este nuevo traje.
Tampoco faltan los amigos que dan lustre a «Los amigos que perdí» (Santi Balmes) y «El temblor» (Marion Sosa), así como dos composiciones nuevas, «Arrecife» y «Ara» que continúan con la línea mostrada en sus últimos trabajos.
Se agradece pues la originalidad de la propuesta dentro del manido formato de los recopilatorios y se debe celebrar el excelente estado de forma de un grupo que ha sabido adaptarse al paso del tiempo sin caer en la autocomplacencia y que cuenta ya con una sólida discografía, una más que numerosa base de fans en nuestro país y fuera de él (si no que pregunten en México, donde son muy queridos) y cuyos directos son sinónimo de celebración y comunión con todos los que conectan con su universo particular.