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Entrevistamos a Besmaya que lanzan su primer EP

En apenas dos años, Besmaya se ha convertido en uno de los grupos que mejor representan el pop nacional. Javier Echávarri y Javier Ojanguren formaron este proyecto a finales del 2019. Cada uno vivía en una parte de España, pero encontraron en las redes una forma de trabajar en común. Con el paso de los meses, han conquistado una buena base de fans y la atención de discográficas como Sony.

El 4 de noviembre presentaron su primer EP, de título homónimo. Un puñado de canciones dispuestas a refrescar y reflejar la calidad de la escena alternativa nacional.

“Con este disco queríamos normalizar el estilo, ver por donde hemos transitado y conseguir algo en común”.

 Es todo un placer hablar con vosotros, ¿qué tal estáis?, ¿cómo estáis viviendo estos momentos?

El placer es nuestro. Han sido unos meses de trabajo intenso, no solo por el grupo y el nuevo trabajo, ya que también estudiamos. El ritmo para ambos ha sido complicado, aun así, estamos muy contentos, tanto por el EP como por los conciertos que estamos dando.

Sin duda, un buen inicio en la carretera. Esta es vuestra primera gira. ¿Habéis tenido un verano ajetreado?

Sí, es el primer año que estamos dando conciertos y está siendo una experiencia increíble. Todo comenzó en abril. Es cierto que el grupo se creó en el 2020, pero con la pandemia y todo eso se cancelaron los respectivos conciertos. Esta es nuestra primera etapa.

Durante el verano hemos estado principalmente por Cataluña y algún que otro festival como el iuBento, en la provincia de Burgos.

Besmaya se formó en diciembre del 2019,  donde aprovechabais momentos como las vacaciones de navidad para grabar los primeros temas. ¿Cómo surgió la idea?

Así fue. Teníamos varios temas grabados y nos esperamos a publicarlos. Cuando la gente estaba en casa, debido a la cuarentena, empezó a escuchar más música. Este hecho a nosotros nos vino estupendamente bien. La pandemia puso a todos los artistas contra las cuerdas, pero como nosotros estábamos empezando pues aprovechamos la situación para grabar en casa e ir subiéndolo a internet. Para nosotros no fue una desventaja, musicalmente nos vino hasta bien.

 

¿Qué queréis expresar con vuestra música?, ¿cuál es vuestro objetivo?

Nuestro objetivo principal es hacer música que nos guste a nosotros. Aun así, depende mucho de cada canción, del momento. Creo que todas las canciones que producimos tienen ese carácter autobiográfico en algún sentido. Nos interesa crear, explorar el sonido y disfrutar con ellas. Hacemos pop distendido, tampoco tenemos grandes pretensiones. Queremos expresar distintas visiones, imágenes, historias … La vida misma.

En estos momentos, ambos residís en Madrid, pero durante la creación de Besmaya vivís en diferentes ciudades. Todo el trabajo se construyó principalmente a través de reuniones esporádicas y muchas horas de conversaciones e Internet. Aun así, he leído que os conocéis desde los tres años. ¿Cómo fueron los primeros pasos?

Cuando éramos pequeños nuestras respectivas familias vivían en Santander, fuimos al cole juntos tanto en infantil como en primaria. Luego, por los trabajos de nuestros padres, nos separamos y nos veíamos una vez al año. Fue cuando cumplimos veinte años cuando decidimos empezar con esto.

En general, nuestra forma de trabajar era bastante sencilla: nos íbamos enviando el uno al otro la maqueta y metiendo los cambios oportunos hasta que nos gustaba la canción final. Así era la manera de reducir las distancias entre Barcelona y Pamplona. La dinámica principal era esa, estamos acostumbrados al teletrabajo. Lo difícil va a ser ahora que vivimos los dos en la misma ciudad.

 

¿Veis estos procesos como un elemento de democratización de la música?

Absolutamente sí. Nuestros temas que más reproducciones tienen en Spotify están grabados en casa y curiosamente compiten con grabaciones de estudio.

Estos cambios tecnológicos los vemos como algo enormemente positivo porque ponen al alcance de casi todo el mundo unas oportunidades que antes no había. Ahora, es el público el que decide qué música sale adelante y cuál se queda en la penumbra de internet. Antes los sellos discográficos y la radio tenían más poder, ahora no necesitas más que un ordenador y tres cacharros para grabar una canción.

Un ejemplo perfecto es vuestra canción “Cuerda auxiliar”, un tema que supera los cuatro millones de reproducciones.

La grabación y producción de esa canción no la realizó ningún experto, para que veas. “Cuerda Auxiliar” la realizamos nosotros mismos, en ese momento estábamos empezando en la producción también. Ahora, también me dedico a producir a otros artistas y he aprendido bastante en este tiempo, cuando escucho la mezcla que hice …. Por lo menos me quedo con que hay cuatro millones de personas que no se han quejado.

Estamos muy orgullosos de la canción. En tiempos de pandemia tuvo muy buena recepción gracias a que habla de los límites que tenemos las personas, mostrando que es bueno abrirse, dejarse ayudar. Es tristona, pero a la vez esperanzadora.

Vuestro proceso creativo ha gozado de una gran libertad a la hora de realizar este proyecto musical. ¿Creéis que eso puede cambiar al firmar con una gran discográfica como es SONY?

No pienso que se tenga que perder la independencia al trabajar con un sello. Si que es verdad que el proceso creativo del primer Besmaya gozo de mucha libertad, creando nuestra propia marca. También es cierto que hicimos todos esos temas sin pensar que un día podrían tener tantas escuchas.

Éramos dos amigos que querían pasarlo bien creando canciones y nos hemos sorprendido una barbaridad con la recepción de los temas por parte del público.   

¿Cómo contactasteis con esta discográfica?

En octubre de hace un año recibimos un email de la compañía y hemos ido tirando de la cuerda hasta llegar a donde ahora estamos.

Se acercaron ellos, tuvimos mucha química con el AR que nos contactó, Jorge Perez, y luego con nuestro actual productor, Paco Salazar. Ambos apostaron por el proyecto y estamos realmente agradecidos. Al final son oportunidades.

Con SONY nos sentimos apoyados y tenemos un gran equipo con nosotros. Además, estamos en la misma línea en cuanto al pensamiento de desarrollar a un artista y no un hit o producto. Hemos visto que acompañan a los artistas en todas sus facetas y ponen todos los medios a su disposición.

 

Una de las canciones que más apoyo ha conseguido de vuestro primer EP es “Mimentekistán”, el último adelanto que habéis presentado.

Es una canción que gira en torno al poder destructor de nuestra mente. De cómo te creas historias que en realidad no son para tanto. Hay muchos puntos en común con “Cuerda auxiliar”, es más, la teníamos grabada y hemos esperado hasta hace una semanas en sacarla porque considerábamos que tiene mucho potencial.

Vuestro primer EP ha visto la luz el 4 de noviembre, ¿qué nos podéis contar acerca de él?

El nuevo trabajo es un poco como la reflexión de nuestra carreta. Nosotros habíamos publicado nueve singles que son diferentes entre sí. Con este disco queríamos normalizar el estilo, ver por donde hemos transitado y conseguir algo en común. Ahora hay que mirar hacia adelante.

En nuestras primeras canciones había dispersión a la hora de encontrar el sonido. Este EP tiene todo lo bueno que poseen los singles y también ese punto reflexivo, introspectivo y casi antropológico.

Nos han comentado varias veces que la música de Besmaya se compatibiliza con todos los moods. Este trabajo es un cóctel de estados de ánimo homogeneizados con el mismo sonido.

 Además, es una apuesta por el disco como elemento musical. Algo que se está recuperando en los últimos años en el pop más mainstream o en la escena urbana.

Teníamos mucha ganas de poder crear un disco, cuando nos lo comentaron fuimos directo. Totalmente cierto, este tipo de formatos se fue perdiendo un poco a principios de la década anterior, pero en los últimos años se está recuperando. Solo hay que ver a Cupido, Alizzz, C Tangana o Rosalía. Incluso, Bad Bunny ha presentado tres discos del tirón.

 

Al tener en vuestra discografía canciones más fiesteras y otras más reflexivas, ¿cómo tenéis planteado plantear los próximos directos?

En vivo vence el lado fiestero. Queremos que la gente disfrute de los temas y por eso en algunas ocasiones le damos un toque más roquero. Incluso, algunas se tocan de forma diferente para conseguir un hilo conductor.

En otras ocasiones, también nos gusta realizar un concierto de forma más calmada. Por ejemplo, el sábado 15 de octubre dimos un concierto en Barcelona en formato acústico y fue muy bonito. Un espectáculo más calmado, con poca luz. Todo el público estaba sentado y entre canción y canción íbamos explicando como fue el proceso de composición y creación de cada una de ellas.

¿Cómo veis las diferentes escenas musicales que se están desarrollando en España?

Nos encanta todo lo que está surgiendo. La escena está muy bien, es más, diría que en uno de los mejores momentos que recordamos. Se ha renovado estupendamente y con diferentes estilos. También creemos que los oyentes están más abiertos a escuchar música más variada.

De hecho, nosotros llevamos toda la vida compartiendo música entre ambos y te podemos decir que nunca hemos escuchado tanta música en español como hasta esta nueva ola. Siempre nos ha gustado el indie, pero era principalmente anglosajón. La música alternativa en España iba un poco a rebufo de EEUU O UK, ahora se ha conseguido hacer una movida propia a nivel mundial.

 Por último, ¿qué significa para vosotros la música?

Un viaje increíble. Un vehículo distinto en el que recorrer la vida.

Escucha el primer EP de Besmaya

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