Entrevistamos a Bum Motion Club
Tras saborear el reconocimiento con un debut en largo, Claridad y Laureles (Autoeditado, 2023) que llamó la atención de público y prensa especializada, Bum Motion Club aprovecharon la ola ascendente para redondear un conjunto de canciones que llevaban su sonido más allá.
Aunque este segundo largo llevaba ya grabado desde el año pasado, los caprichos de la industria, con sus tiranías y coyunturas inflexibles, han mantenido en barbecho esos temas mientras la banda se moría de ganas por compartirlos con el mundo.
Distracciones (Autoeditado, 2025) es el resultado de un momento de inspiración latente que cristaliza en doce canciones que condensan la habilidad del quinteto a la hora de conjugar brumas shoegaze empapadas de tino melódico en templadas piezas de dream-pop que aúnan el brío de sus guitarras, con un agradecido goteo de sintes vaporosos y envolventes. Doce piezas prensadas y pensadas para arañar el alma en directo e hipnotizar al oyente en la intimidad de su escucha.
De su repetida reproducción deriva la conclusión de que estamos ante un gran disco nacional con el que sacar pecho y acabar este 2025 con la cabeza bien alta. Charlamos con Alejandro Leiva (productor y guitarra, además de cantante ocasional) y Pablo Salmerón, “Salme”, (batería) sobre el camino recorrido y lo que ha de venir en un año que debería ser el de su despegue definitivo, para lo que están más que preparados. Y lo mejor de todo, es que están en esto para disfrutar tocando entre amigos. Cero presión. Lo que prevalece es el deseo de fluir y llegar donde les lleve la corriente de un cancionero cada vez más lustroso y ambicioso.
«Estamos ahora mismo en un muy buen momento para hacer música de guitarras»
Estos dos años desde que sacasteis ‘Claridad y Laureles’ y empezó a tener éxito y reconocimiento, han debido ser bastante intensos para vosotros. ¿Cómo los resumirías?
(Leiva): Pues estos dos años desde ‘Claridad y Laureles’, es verdad que notamos un salto a la hora de cómo nos trataba un poco la industria y los promotores, porque ya el tener un disco es como que la gente parece que te toma un poco más en serio. Y la verdad es que fue increíble porque con ese disco fuimos a muchos sitios a los que no habíamos ido antes y la verdad es que tuvimos una muy buena gira y ha sido un año y medio que nos ha unido mucho a nivel banda, porque hemos pasado mucho tiempo en la furgo, mucho tiempo ensayando, y bueno, sí, ‘Claridad y Laureles’ la verdad es que ha sido como un punto muy a favor de la banda.
En ‘Distracciones’ me parece que habéis dado un salto bastante cualitativo en cuanto a sonido y profundidad en los textos.
(Salme): Sí, nosotros estamos muy contentos con ello. Antes de componer el disco, intentamos que fuese así, queríamos hacer algo como más producido y más pensado y como ponerle ahí mucho ánimo en la composición de los temas. Estamos muy contentos con el resultado.
Ha tenido que ser bastante extraño tener el disco ya listo para publicar durante más de un año, y convivir con las ganas de que el público lo escuche.
(Salme): Sí, claro, para nosotros salió el año pasado el disco, básicamente, lo llevo acompañando ya mucho tiempo. Entonces sí que es especial sacarlo, pero sí, sí que es raro. Al final, claro, como que se graba, pero luego pues hay que seguir una estrategia para lanzarlo. No lo puedes lanzar en ciertos meses porque si no te comes el disco con patatas. Al final las circunstancias han hecho que se haya demorado un año la cosa.
De todas maneras teníamos muchas ganas de sacarlo y también ha sido como traerlo a tierra y sobre todo tocar las canciones. Sí que es verdad que muchas de ellas antes de presentar el concierto en la Sala El Sol el mes pasado no las habíamos tocado, simplemente las habíamos compuesto y grabado. Entonces también como que las hemos hecho nuestras, de alguna manera, nos hemos autoversionado (risas).
¿Cómo ha sido esta vez el proceso de composición y de grabación con Carlos Hernández como productor acreditado junto a Leiva? ¿Cómo o en qué se ha diferenciado en anteriores ocasiones a la hora de trabajar las canciones?
Leiva: Pues se ha diferenciado sobre todo en que esta vez, en un mes, que fue el agosto del año pasado, hicimos campamento. Yo tenía libre el estudio donde yo trabajaba en aquel entonces, porque cerraba por vacaciones de verano. Y fue como: “chavales, vamos a hacer campamento, vamos a componer y a maquetar ya según vamos componiendo”.
Y eso ha sido como la mayor diferencia, que hemos estado los cinco juntos en el proceso de composición y de producción. Porque Carlos nos ha ayudado bastante, a lo mejor, a dirigir un poco el sonido, o más en la preproducción de: “oye, esta parte hay que quitarla” , o él también ha metido un poco de mano de producción a nivel de la mezcla. Pero como que ya íbamos los cinco con unas demos bastante claras y muy afinadas a lo que queríamos que fuera el resultado final.
Siento que también hay una evolución clara en la presencia de los sintes, como que están ya muy en sinergia con la potencia de vuestras guitarras, que siempre han estado ahí. Lo veo también como un elemento bastante distintivo y que funciona muy bien con esa atmósfera dream pop y shoegaze que trabajáis.
(Leiva): Sí, sí, se nota un montón. Como que, bueno, ya es un poco sello de la casa, ¿no? Guitarras distorsionadas y sintes más luminosos, los podríamos etiquetar. Y sí, Albert, por ejemplo, ha hecho un muy buen trabajo a la hora de diseñar sintes para el disco.
A nivel de letras, me llama la atención para bien que gente joven como vosotros recupere un poco el sentimiento de barrio, de amistad, de lo local, en una época tan globalizada, tan fría, con las ciudades tan gentrificadas, tan impersonales. Me parece que los textos crean un espacio íntimo y que conecta muy bien también con los ritmos envolventes de las canciones.
(Salme): La mayoría de letras las hace Pablo, nuestro cantante. Y sí que es verdad que nos sentimos todos bastante identificados con él, en el sentido de que es como una especie de personaje en primera persona que habla un poco por todos, de las vivencias que estamos teniendo también a estas alturas de nuestra vida, así como rondando la treintena.
Y sí que también nos sentimos identificados en el sentido de la pertenencia que dices tú, sobre todo a un espacio dentro de la ciudad, a la importancia que tiene el tener personas queridas alrededor y darte cuenta de ello. Que a veces en este mundo falta un poco eso, el decirle a un colega, oye, mira, te quiero, o qué tal estás. Parece que también nosotros, en este mundo globalizado, nos estamos convirtiendo un poco en robots sin darnos cuenta. Entonces sí, que sea tan humano el discurso, me gusta.
¿Cómo surgieron las colaboraciones con las que contáis en el disco? Van tiradas de de una forma muy natural porque Isa, de Triángulo de Amor Bizarro, le da el toque oscuro al medio tiempo “Pausa” y luego Repion aportan la inmediatez pop a “La Grieta (Una Casa)”. ¿Cómo surgieron y cómo las veis ahora con el tiempo, después de tanto tiempo grabadas también?
(Salme): Son canciones que teníamos compuestas antes de saber que iban a ser colaboraciones. Simplemente nos hizo ilusión y nos pegó, por ejemplo, que Repion participase en “La Grieta”. Básicamente también porque son nuestras amigas, compartimos local con ellas, Iris toca el bajo también con ellas. Pensamos que quedaría bien sin más, y que nos haría ilusión y les haría ilusión a ellas.
Les lanzamos la propuesta y les pareció genial y surgió. Pero eso, han sido temas que no han sido diseñados para hacer colaboraciones en un principio. Simplemente han surgido después. Con Triángulo de Amor Bizarro es un poco lo mismo. Carlos también es técnico suyo, les teloneamos hace un par de años ya en La Riviera. Entonces como tenemos esa relación personal con ellos, también surgió de manera natural.
¿Cómo os afectó la pandemia, teniendo en cuenta que coincidió con vuestros primeros ep’s? . ¿Os parece que tras ella, ha resucitado un poco el sonido de guitarras tal y como se cuenta en ‘No Sonamos Mal’, libro de la editorial Muzikalia?
(Leiva): Yo creo que se nota mucho así, a nivel global, que chavales a lo mejor de una generación siguiente a la nuestra, ya hablamos de 2001-2005, no sé por qué, creo que por los algoritmos de TikTok, igual que se puso de moda la canción esta de Bassement o la de Superheaven.
Creo que eso, que se hayan viralizado ese tipo de canciones, ha acompañado mucho a que generaciones más jóvenes que no han vivido esa escena, les mole y la estén intentando replicar. Creo que estamos ahora mismo en un muy buen momento para hacer música de guitarras. Hemos tenido unos años en los 2010 que se intentaba como emular un poco más el sonido de los 80, mucho synth, mucho ese rollo como new-age o ese primer post-punk así de synths. Y ahora se está tirando a saco a los 90 y se nota un montón el rollo este que hay de zummer, creo que se llama. Bandas como Yuli y ese rollo, que se definen así. Y creo que se nota un montón que hay chavalillos haciendo ese rollo de música que mola un montón.
Vais a arrancar en enero una extensa gira en la que tocareis en sitios que se salen del circuito de ciudades más típicas. Es un auténtico salto al vacío en ciudades que no sabes cómo va a responder la gente, pero es muy de aplaudir porque también hay mucho que ganar.
(Salme): Seguramente nosotros al final tampoco tenemos expectativas, tampoco tenemos la mente en las nubes cuando vamos de gira, simplemente vamos con el ánimo de hacerlo bien, de tocar bien y de pasarlo bien, sobre todo. Entonces al final creemos que si performamos bien, venga la gente que venga, va a ser divertido seguro y vamos a dar un buen bolo. Al final también el tener la oportunidad de ir a ciudades a las que es un poco más raro ir a tocar, me refiero más raro que ir a Barcelona o a Bilbao o a Valencia, pues siempre mola, porque a veces te llevas sorpresas muy buenas de repente. A ver qué tal.
Y tenéis ese bolo tan especial con Triángulo de Amor Bizarro del 11 de diciembre en la Sala But, acompañándolos aparte como banda presente en el tributo, junto a tantos otros grupos célebres como Rufus T Firefly o León Benavente, ¿cuál es vuestra sensación de cara a esa fecha tan inminente?
(Leiva): Guay, yo creo que va a ser divertido, salir a tocar ahí una canción con ellos y poder coincidir con más bandas que ya son amigas, que han colaborado también en el recopilatorio este, creo que va a molar. Yo además voy a estar currando de backliner, así que me voy a comer una buena (risas).
Tenéis unas personalidades muy marcadas que cuando se os ve en directo uno no sabe a dónde mirar, porque todos tenéis ahí vuestro rollo, que es bastante envolvente. ¿Cómo trabajáis las canciones en el estudio, cómo van surgiendo, o cómo compartís ideas que os salen y de repente acaban en una canción?
(Salme): Pues no somos nada de “jamear”, por ejemplo, de ir al local y ver qué pasa y empezar a dar mil vueltas a la misma idea ahí tocando. Yo creo que siempre partimos de una idea que trae alguien. Mira, pues he traído estos acordes para tal. Y directamente los trabajamos ya con el ordenador y produciéndonos. Entonces, yo qué sé, vamos como creándolo, discutiéndolo entre nosotros. Como si lo estuviésemos diseñando, como si estuviésemos construyendo una casa y decimos. Entonces, tenemos un discurso entre nosotros e intentamos construirlo así. Sí que es verdad que cada uno nos centramos en nuestros propios instrumentos, evidentemente, pero no necesariamente yo tengo que componer las baterías sí o sí, sino que simplemente vamos pensando cada uno, más que como si fuésemos instrumentistas, como si fuésemos compositores de nuestras canciones.
Y yo creo que ese es el proceso, como generar un discurso directamente trabajando delante del ordenador, teniendo todo a nuestra disposición para grabar un bajo, pues tener un bajo ahí dispuesto para grabarlo, escucharlo sobre todo, escuchar mucho lo que estamos haciendo y ver si funciona o no. Y vamos así construyéndolo.
El disco acaba bastante en lo alto, es decir, que en la segunda parte, digamos en la cara b, hay canciones bastante directas, también con unas guitarras bastante protagonistas, ¿os lo planteáis a la hora de secuenciar? Es decir, ¿cuál es el criterio a la hora de ordenar las canciones?
(Salme): Es una cosa que se piensa mucho y se discute mucho, y que es muy difícil, más de lo que parece. Hay una característica importante a tener en cuenta para esto, que es que las canciones enlacen bien entre ellas. Al final como si estuvieses haciendo una lista de reproducción para hacer una pinchada. Entonces, sobre todo que el final de una canción y el inicio de otra coincidan. Más allá de tener como la sensación de querer seguir como un camino argumental dentro del disco, de no, vamos a meter este par ahora al final y hacemos como una atmósfera más oscura, y luego acabamos por todo lo alto.
Sí que queríamos acabar por todo lo alto, con “Cielo Abierto”, por ejemplo, pero luego es un poco escuchar las canciones, ver que nos enlacen bien, y que de alguna manera cuando hemos hecho escuchas del disco para ver el orden, simplemente cuadrábamos, nos mirábamos y decíamos, esto queda bien, y lo hemos ido ordenando de esa manera.
Tampoco queríamos contar nosotros como una historia con el orden de las canciones. No está tan pensado de esa manera.
Resulta muy interesante en 2025 escuchar discos con sonido de guitarra añejo de los 90, como en “Bandera Blanca”, un poco rollo Smashing Pumpkins. Se nota que fluís y que hacéis lo que os da la gana a la hora de componer. ¿Compartís gustos los cinco hasta el punto de encontrar un punto común en el estudio grabando o ensayando?
(Leiva): Creo que todos alguna vez hemos escuchado cosas muy parecidas, y siempre llegamos a un punto en común, y siempre convergemos de alguna forma. Yo a lo mejor no escucho a los Smashing, pero sé quiénes son, y hay una canción que es como, venga, pues vamos a darle ese rollo. (Es un ejemplo, no es el caso con esa banda).
(Salme): Sí que es verdad que tenemos gustos heterogéneos. Hay algún punto y algún estilo que yo creo que sí que nos gusta un poco a todos.
Podríamos tirar más al rollito alternativo de los noventa. Pero sí que es verdad que, por ejemplo, a Iris le gusta más el R&B. O a Albert le gusta mucho la música groovera y la música disco. A Leivi y a mí nos gusta un poco más la música hardcore, por ejemplo. Pero yo creo que sí que hay esa intención de, de alguna manera, como mezclar la sensibilidad con la agresividad. Yo creo que ese punto nos gusta un poco a todos.
A la hora de componer y crear, sí que teníamos ahí un poco como las ideas claras de lo que queríamos hacer. Tener un poco esos conceptos siempre presentes. Los Smashing yo creo que es un buen ejemplo de banda que nos gusta a los cinco.
Creo que nuestra generación, también con la llegada de YouTube, había un montón de vídeos de conciertos de los noventa, de los Smashing, de Pearl Jam también, del pin-pop y de cosas así, que yo creo que han hecho que se vaya mitificando un poco la época Nirvana, por supuesto. Entonces, yo creo que no nos pilló en el presente, pero sí que nos pilló ahí como con esos 15, incluso 20 años de diferencia que tienen que pasar para que algo de repente se convierta como en mítico, ¿no? Y se haga como un culto alrededor de ello.
Creo que los 2010 y 2012 fueron épocas así como un poco más oscuras para la música que hacemos, digamos. Entonces, ha sido como una especie de revulsivo lo de ahora. De revolverte y decir, “oye, que está esto aquí, vamos a hacerlo”.
¿El título “8536 BMC” hace alusión a alguna matrícula especial?
(Salme): Claro, son los números, pero las letras las cambiamos a propósito para que cuadren. Pero elegimos la matrícula de mi coche porque es el único coche disponible que tenemos en la banda, básicamente. Y lo hemos usado mucho para todo tipo de cosas. Para ensayar, para ir a conciertos y para, yo qué sé, transportar cacharros de un lado a otro. Entonces, como que ha sido un aliado importante dentro de la banda y es un diésel antiguo que ahora en Madrid ya los van a prohibir dentro de un mes. Le queríamos hacer ese tributo.
(Leiva): Como un pequeño homenaje, hombre.
Volviendo un poco al pasado, y conectando con una banda importante en nuestra escena, ¿cómo resultó trabajar con Víctor Cabezuelo de Rufus T. Firefly?
(Leiva): Fue muy guay. Con él curramos en Delta, en el primer EP. Nos ayudó un montón porque era la primera vez que teníamos contacto quizás más serio de encerrarnos en un estudio a grabar un EP. Él estaba produciendo y mezclando y creo que moló un montón. Currar con él, además, ya es colega de Aranjuez hace muchos años y tenemos mucha confianza con él.
¿Hay alguna canción del disco que sea más especial para vosotros que el resto? ¿Cuál es el motivo detrás de esa elección?
(Leiva): Mi favorita es “Nido De Cristal”. Me recuerda mucho a Narrow Head y a cositas así un poco oscuras que me molan bastante. Y creo que es un tema que algo que teníamos pendiente de hacer en este disco era incorporar elementos electrónicos. Y creo que es un tema en el que lo hemos conseguido meter muy bien, todo este tema de samples de batería, percusiones electrónicas, filtrar
elementos. Y no sé, estoy muy orgulloso de este tema, me mola mucho.
(Salme): Pues precisamente “Distracciones” Bueno, yo soy el batería de la banda y siempre en los años que he estado en bandas siempre he sido el batera. Nunca he compuesto. Como un troglodita ahí con unos palos. Entonces en este disco así que me propuse un poco participar bastante más en la producción, en la composición de los temas. Y “Distracciones” yo creo que es el tema en el que más mano metí en cuanto a notas y a golpes. Entonces me hace especialmente ilusión por eso.
Por otro lado sí que hay otros temas que yo creo que al escucharlos digo: “¡Wow! Esto es la hostia” . Por ejemplo, “Pausa” me gusta mucho. Que es un tema así como más pesadote, que siempre he querido como que los Bum tuviésemos un tema así y me gusta mucho como ha quedado. Así que elijo “Pausa” y “Distracciones”.
Otro elemento a destacar en esta nueva obra, es su portada. Creo que tiene un rollo que no sé si calificar de utópico o distópico, que está bastante conseguido, que te deja un poco pillado. ¿Qué queríais expresar con ella?
(Salme): Pues al final la portada surgió de una sesión de fotos que nos hicimos con Juanjo Martín Baidez. Lo que teníamos claro era que queríamos salir en la portada, queríamos que fuera una foto nuestra. Es algo como bastante revival de los 90. Hicimos la sesión de fotos en el parking de un cementerio que hay en Carabanchel, y a Juanjo se le ocurrió borrar el fondo y generar uno de cero que no exista. Quedó eso y fue bastante guapo para adelante.
También con la idea esta de hacer las fotos estas de largas posiciones. Entonces así como representar un poco el movimiento, haciendo referencia un poco a las distracciones. Y nos moló, la vimos y lo vimos claro. Pero vamos, fue idea de Juanjo en realidad.
¿Y por qué ‘Distracciones’ como título del disco? ¿Está relacionado un poco porque la canción sea piedra angular un poco dentro de la estructura o por algo más conceptual?
(Leiva): Sí, es un poco más conceptual. Bueno, creo no, es un poco un disco que usamos como para distraernos un poco de toda la mierda que hay alrededor ahora mismo en el mundo.
Creo que al final también una distracción se puede dar a un contexto negativo. Pero para nosotros en este caso es un contexto en el que refugiarnos, de poder evadirnos un poco.
Antes hablábamos de la gira que vais a arrancar en enero tras esos conciertos por Madrid, ¿creéis que hay en España espacio para bandas, en vuestro caso ya no emergentes, ya consolidadas, pero bandas jóvenes al fin y al cabo, que quieren tocar por salas y darse a conocer? ¿O es más rollo buscarse la vida y jugársela a ver cómo sale?
(Salme): Hombre, yo creo que hay un punto de jugártela muy importante al final. Salir a tocar por ahí es una movida. Hay un montón de gastos y al final las condiciones… Depende de los conciertos, hay de todo, pero el típico concierto de sala, taquilla, con condiciones con la propia sala, te arriesgas al final a tu propia capacidad de convocatoria.
Luego sí que es verdad que a medida que vas tocando, conociendo gente y participando dentro de una atmósfera, de un circuito, de un gremio, pues te surgen más cosas, teloneos o conciertos con otras bandas en las que se reparten los gastos o que las condiciones son mucho mejores, conciertos con promotores, festivales, cosas ya con un caché fijo que te permiten que no te la juegues. Pero sí, sí, es un deporte de riesgo. Es jodido.
Y luego, a veces hay sitios a los que no has ido nunca o has ido muy pocas veces, de repente te sorprenden. Es curioso, de repente, como en la gira pasada en Barcelona, haces un sold-out sin tener ni idea de qué va a pasar. O vas a Santander y vienen muy pocas personas, pero das un bolazo. Entonces es arriesgado. Pero bueno, al final estamos aquí por amor a la música y porque nos gusta tener una banda y tocar por ahí con tus amigos, que es una cosa muy especial.
Escucha Bum Motion Club – Distracciones
Foto Bum Motion Club de Juanjo Martín Baidez @juanjomarbai

