Entrevistamos a Kristin Hersh, que nos visita
Hablar de Kristin Hersh es hablar de la historia del rock alternativo. Como líder de la banda Throwing Muses, fundada en 1981 junto a su paso por la Universidad de Rhode Island, estableció un legado de innovación sonora y letras evocativas y un personal estilo que retumba en multitud de bandas actuales. La influencia de su estilo, marcado por una tensión entre lo melódico y lo discordante, sigue extendiéndose.
La compositora, vocalista y guitarrista, vuelve a pisar territorio español gracias a la promotora The Impossible Bird. Serán unos directos en acústico, y como es habitual en la artista, prometen una nueva descarga de su extraordinario talento. Del 13 al 19 de abril pasará por Mallorca, Zaragoza, Barcelona, Castellón, Madrid, Ourense y Vigo.
Hablamos con la artista extensamente sobre música, su inquebrantable independencia, y sobre la peligrosa dialéctica entre artista e industria del disco entre otros temas.
«En mis conciertos desaparezco, para que sólo las canciones estén allí en el escenario»
Antes de nada, me gustaría hablar sobre tu último álbum Clear Pond Road. Me intrigan la portada y el título del álbum. ¿A qué se refieren?
La foto es una que tomé en mi cocina en Nueva Orleans, de un letrero de calle que mi hijo menor y yo encontramos en una tienda de segunda mano en un momento difícil de nuestras vidas. Ambos nos quedamos parados, mirándolo, y nos dimos cuenta de que queríamos traer claridad a nuestro camino, supongo. Así que decidimos comprarlo y llevarlo a casa. Luego nos propusimos calmar nuestros corazones un tanto inquietos. Cuando sentimos que habíamos logrado algo parecido a la paz, hice este disco reflejando nuestro viaje, así que lo tomé como título.
¿Podrías explicar un poco el proceso de producción de Clear Pond Road?
Toqué las bases en guitarra acústica barítona, luego las pasé a octavas para crear una capa gruesa de textura como fuerza motriz en cada pista. Luego toqué las overdubs como de costumbre (bajo, batería, cuerdas, etc.) ¡y traté realmente de no saturar el sonido! Pero igual sí que acabé saturando el sonido, porque siempre lo hago, así que las dinámicas resultantes se crearon con la edición: borrando todo lo que pude y dejando que la canción misma creara su propia atmósfera.
En los años transcurridos entre tu álbum anterior y éste, hemos pasado por una pandemia. ¿Cómo has enfrentado emocionalmente el confinamiento?
Lo amé, excepto por la parte en la que a los músicos no se nos permitía tocar en vivo, ya que es mi única fuente de ingresos. Me especialicé en inmunología en la universidad, así que encuentro estas cosas fascinantes. También soy tímida, así que siempre vivo socialmente distanciada, siempre escolaricé a mis hijos en casa y siempre me corté el cabello yo misma… [risas].
«Como músico independiente, en su mayoría evité la intolerancia hacia las mujeres, pero ninguna mujer en la industria discográfica realmente la evita»
¿Es cierto que a principios de los años 90 querías dejar la música para enfocarte en criar a tu hijo?
Odiaba el producto sexista en la industria. Las canciones no son productos y las mujeres tampoco. Me decían que tenía que actuar como si coqueteara con las cámaras y usar ropa ajustada y tocar «música comercial», que no es música, es solo comercio. Casi todas las mujeres en la industria están dispuestas a jugar este insultante juego de moda porque es la única manera de obtener dinero promocional a costa de ti, la única manera de volverte famosa, rica, etc.
Lo encontré tan perjudicial y no podía imaginar poner la ganancia personal antes que mis principios, así que sí: la música y la maternidad están entrelazadas, pero la música y el negocio de la música no. Nunca daré la espalda a las mujeres reales ni a la música verdadera.
Un álbum importante en tu trayectoria con Throwing Muses fue The Real Ramona, que coincidió con el posterior auge del grunge. ¿Cómo recuerdas el auge del grunge y qué piensas sobre la importancia posterior que ha tenido para muchos grupos de música?
No pienso mucho en eso, pero tienes razón: el grunge comenzó unos diez años antes y este es el momento en que la industria comenzó a poner dinero detrás de ese estilo musical. Simplemente no paso excesivo tiempo preocupada por las ventas o los focos mediaticos comprados por el marketing, porque la música misma es un mundo fascinante que me transporta al futuro con cada canción, cada disco.
Siempre he considerado a Throwing Muses como un grupo difícil de encasillar porque he tenido la impresión de que siempre han marchado al ritmo de su propio tambor. ¿Es así?
¡Sí! Nos dejamos llevar por las canciones y hacemos lo que nos dicen. Tocamos juntos para lanzarnos a un torrente de sonido. A veces grabamos este sonido y a veces lanzamos esas grabaciones, y luego las modificamos si es necesario, pero no asociamos la música con el negocio de ninguna manera.
Acabo de leer un libro de Ian Winwood titulado «Bodies: Life and Death in Music», en el que expresa la falta de cuidado de la industria hacia los artistas que han experimentado problemas de salud mental o han luchado contra la adicción a las drogas o la misoginia. ¿Alguna vez te has sentido menos valorada por ser una mujer al frente de una banda de rock?
Nunca me vendí como mujer, fui un músico, un ser humano, así que pensé que podría evitar ese tipo de problemas. Como músico independiente, en su mayoría evité la intolerancia hacia las mujeres, pero ninguna mujer en la industria discográfica realmente la evita. Las que «tienen éxito» lo hacen derribándose unas a otras en un intento desesperado de despuntar sobre las demás. Es terrible, pero funciona en ese mundo. El problema es que la música real nunca estará cerca de alguien que haga esto. Cuando entra la vanidad, se va el alma, y viceversa.
Conozco a cientos de músicos en todo el mundo y ninguna de ellas está en la industria discográfica, porque en realidad actúan como seres humanos y tocan música. La industria no quiere eso, porque los oyentes no pueden influir en las dinámicas de la industria. Ellos [los oyentes] «aman», no «gustan», y el amor no está en venta.
¿Cómo surgió la colaboración con el sello 4AD?
Ivo, el jefe del sello, nos firmó cuando éramos adolescentes. Llamaba a nuestro apartamento que compartía con mis compañeros de banda a menudo, como una vez a la semana, y él y yo hablábamos de todo menos de un contrato discográfico. Dijo que era inglés y no firmaba a bandas americanas. Para ser honesta, en realidad no creía que tuviera un sello, pero disfrutaba de nuestras conversaciones.
Luego, después de un mes de esto, dijo que haría una excepción y nos haría un contrato. Nos estaban cortejando muchas discográficas en ese momento, pero Ivo fue el único que nos ofreció un contrato de un álbum. Lo que significaba que podíamos irnos después de eso si queríamos. No quería quedarme atrapada en un sello, así que firmé con él y luego me quedé para siempre.
Otro aspecto que experimentaste en primera persona fue el auge de la industria mainstream con MTV como paradigma. El auge de la industria de la imagen parece que nunca afectó tu libertad inquebrantable…
Odiaba todas esas cosas. Algunos videos eran artísticos, hechos por cineastas que se preocupaban, pero vivíamos en un mundo diferente, donde una cámara metida en tu cara era molesta, así que evitábamos los videos y las sesiones de fotos siempre que fuera posible. Es un mal necesario, por supuesto, pero descubrimos que las personas a las que les gustaba ese tipo de vanidad rara vez eran músicos.
Más tarde encontré fotógrafos de profesión que eran análogos a músicos profesionales. Su forma y técnica eran hermosas en lugar de superficiales, y trabajamos exclusivamente con ellos.
En tu primer álbum en solitario, Hips and Makers, tuviste un pequeño pero significativo éxito con Michael Stipe en la canción “Your Ghost”. ¿Puedes explicar la experiencia con Stipe y qué representa ese álbum para ti?
Hice ese disco como una grabación personal, como la mayoría de mi música y la música de mis bandas. No era para el público, en otras palabras. Luego Warner y yo hicimos un trato a cambio de mi libertad contractual (y la de Throwing Muses), pero realmente no estaba destinado a ser lanzado como single. Y Michael es sólo un amigo cuya voz sonaba bonita en esa canción.
Tus letras siempre son intrigantes, difícil de comprender su significado. ¿Cuáles son los temas con los que te sientes más cómoda componiendo?
Literalmente escucho canciones. Como si estuvieran sonando en la habitación. Y sus letras vienen como una especie de melodía percusiva que describe historias que he vivido. No hago esto a propósito. Si lo hiciera, mis canciones estarían muertas, no serían mágicas, no serían especiales, y no podrían fascinarme. Soy adicta a este hechizo fascinante en el que estoy desde los 9 años. No es para todos y puede que no sea para nadie más, pero estoy obsesionada con seguir este hechizo.
¿En qué papel como escritora te sientes más liberada, escribiendo canciones o con la literatura?
Las canciones se escriben solas y eso es liberador, pero escribo mis libros, y la prosa es liberadora a su manera. Muy pocas personas hablan de «música» porque han sido comercializadas [estas personas] desde que eran niños. Comercializadas lejos de la música verdadera y de su respuesta a ella, y hacia un tipo de sonido McDonalds/Barbie que la industria llama música. Puede ser difícil persuadirlos para que vuelva la música a interpelarlos como oyentes críticos con opiniones propias.
Pero los libros hablan de manera íntima y poética, así que hay una conexión humana entre yo y el lector que es muy dulce, no está tan culturalmente mediada como la conexión entre una canción y el oyente que la escucha.
¿Son tus libros una forma de exorcizar tus demonios internos?
¡No tengo ni idea! Me pidieron que escribiera libros y luego descubrí que era atractivo; tan similar a mi orientación estética que, después de luchar con eso de «demasiado inteligente» durante unos años, el trabajo fluyó muy fácilmente mientras intentaba mantenerme al día con la forma artesanal. Adoro estas historias, pero eso es todo lo que realmente sé sobre el proceso.
Entiendo que eres una mujer tímida. ¿Cómo manejas la mirada del público durante las actuaciones en vivo?
Desaparezco, para que sólo las canciones estén allí en el escenario.
Próximas fechas de Kristin Hersh
13 abr – Teatre D’Alaró, Alaró (Mallorca)
14 abr – 19.30h 12,23€ (Ciclo Bombo y Platillo. Fábrica de Cervezas Ámbar, Zaragoza)
15 abr – Gratis con invitación + Mar Pujol (Concert Delicatessen. Antiga Fàbrica Estrella Damm, Barcelona)
16 abr – Teatro Principal y Casino Antiguo (Castellón)
17 abr – (Sound Isidro. Maravillas Espectaclub, Madrid)
18 abr – Café Pop Torga, (Ourense)
19 abr – (Sinsal Primavera. Museo Marco / Vigo)