Especial: Ok Computer, el paso adelante de Radiohead
Han pasado 25 años desde que Radiohead asombraran al mundo con el que fue su tercer disco. Ellos desde su debut a principios de los 90 habían ido consolidando su carrera para convertirse como una de las bandas más prometedoras del rock británico gracias al empuje que les dio “Creep” y algunos de los momentos de aquél Pablo Honey (1993). Un par de años después llegó The Bends (1995), su segundo lanzamiento, en el que Radiohead se mostraban como una banda que podía dar mucho más de sí, no solo construyendo más sólidas composiciones, sino explorando nuevos caminos.
Pero todo cambió en 1997 con la edición de Ok Computer, una obra conceptual que no solo ayudó a enterrar el britpop como tal, sino que en cierto puso punto y final a la carrera de Radiohead o al menos como la conocíamos hasta entonces. Ellos sin dejar de existir como tal, mutaron en lo que aún hoy son, en ese inquieto ente en búsqueda constante de sonidos y texturas inimaginables.
¿Por qué llamarlo Ok Computer?
Existen varias teorías al respecto y según ha aclarado la propia banda recientemente, se les ocurrió estando de gira por EEUU en 1996, mientras escuchaban un audilibro de La Guía del Autoestopista Galáctico de Douglas Adams (1979) en su autobús. En uno de sus pasajes, una nave espacial dice que es incapaz de evitar los misiles que les acechan. «OK, computer”, responde el presidente galáctico Zaphod Beeblebrox, «Quiero un control manual completo ahora». Algo que Thom Yorke apuntó y se guardó, recordando cómo los humanos llegaron a salvarse cuando tomaron el control manual de la situación dejando a las máquinas a un lado.
Y es que las temáticas desarrolladas en Ok Computer se adelantaron a su tiempo de manera inconsciente. Esa sociedad alineada, hiperconectada, que con la intención de crear conexiones termina aislándose no es más que una premonición de los tiempos que vivimos actualmente y analizando algunas de sus letras, en verdad, asustan. Basta recorrer algunos de los pasajes narrados por la voz robótica de «Fitter Happier» para comprobarlo:
«Más en forma, más feliz.
Más productivo.
Cómodo.
No beber demasiado.
Ejercicio regular en el gimnasio
(3 días a la semana).
Desenvolverse mejor con sus empleados
asociados actuales.
A gusto.
Comer bien (no más cenas de microondas
ni grasas saturadas).
Un mejor conductor, más paciente
Un coche más seguro
(niño sonriente en el asiento trasero).
Dormir bien (sin malos sueños).
Sin paranoia.
Cuidadoso con todos los animales
(nunca tirar arañas por el desagüe).
Mantenerse en contacto con viejos amigos
(disfrutar de una copa ahora y entonces).
(…)»
Este retrato social no solo es un reflejo del mundo de hace 25 años, sino que con el paso del tiempo todas esas trabas que aquí se narraban se han ido acrecentando. El disco además, se centraba en la incomunicación, la locura, la muerte, la tecnología…
El paso adelante de Radiohead
En lo musical, los ambientes acompañaban a las temáticas. El propio Yorke explicó que el sonido denso y terrorífico del álbum Bitches Brew del Miles Davis había sido toda una inspiración, al igual que las bandas sonoras de Ennio Morricone o el krautrock de Can. Una densidad que desde el minuto 1 del disco estaba presente y como decíamos al principio, mató de un plumazo a ese britpop que tanto aborrecían, esas peleas entre Oasis y Blur (ese mismo año también dieron la puntilla con su disco homónimo), esos sonidos deudores de los 60s de tantas y tantas clónicas bandas, que dejaron de tener sentido. Ok Computer fue el punto de partida para que Muse, Coldplay, Travis y tantos y tantos otros quisieran dar un vuelco a su discurso.
El tema que antes se concibió del disco fue “Lucky”. En 1995 la banda se encontraba girando con The Bends y durante los conciertos de junio en Japón, su guitarrista Ed O’Brien hizo un sonido agudo de rasgueo y terminaron montando esa composición, que llegó a formar parte de los setlist de la época.
En septiembre de 1995 Brian Eno contactó con ellos para que grabaran un tema para el recopilatorio Help, cuyos fondos irían destinados a la ONG War Child . Decidieron participar junto a The Stone Roses, Oasis, Massive Attack o Blur y grabaron“Lucky” durante un solo día. Posteriormente la regrabaron y terminaron incluyéndola en OK Computer.
Pero si hay una canción que define el espíritu del disco esa es «Paranoid Android», un anti single que en sus 6 minutos y 23 segundos de duración nos lleva por diversos estados de ánimo, de la tormenta a la calma, de la oscuridad y la depresión, a la luz. Un tema que está formado por tres canciones en sí mismo claramente diferenciadas. Una oda que en muchas ocasiones se ha situado a medio camino entre «Happiness is a warm gun» (The Beatles) y «Bohemian Rhapsody» (Queen). Su letra, toda una crítica a la sociedad de entonces, estuvo inspirada por una violenta noche en un bar de Los Angeles, en el que todo el mundo parecía poseído.
“Exit Music (For a Film)” fue una canción escrita para la banda sonora de la película Romeo + Julieta (1996) dirigida por Baz Luhrmann. Un tema que aparecía en los créditos del film, pero que no se incluyó en su banda sonora por petición del grupo, quien decidió darle cabida en Ok Computer. En ella se aprecian esos ecos de Morricone y una atmósfera que va más allá de lo ofrecido en anteriores composiciones como “Fake Plastic Trees” o “Street Spirit (Fade Out)”.
Otro de los grandes momentos del disco es la hipnótica “Subterranean Homesick Alien” todo un guiño en el título al «Subterranean Homesick Blues» de Bob Dylan, pero en esta ocasión centrado en las abducciones extraterrestres. Sus ambientes hipnóticos y guitarras cristalinas hacen de ella otra de las piezas inmortales de este Ok Computer.
Por no hablar de “Let Down”, esa pieza de épica melancólica a medio camino de los U2 de Achtung Baby y Phil Spector. En un principio se pensó en ella como segundo sencillo del álbum, pero se le concedió ese honor a “Karma Police”, otro de los himnos de los británicos.
La banda no dejaba de bromear en la época con “la policía del karma”, que vendría a llevarse a todo aquél que hiciera el mal. Sobre la lírica del tema el peso del capitalismo y el juicio del mundo hacia nuestros errores. Para la historia quedará su vídeo, ese plano subjetivo y esa persecución que termina siendo inversa.
La parte final alterna la fiereza de «Electioneering» con los hipnóticos sintetizadores de «Climbing Up the Walls«, pieza que se prestó a las remezclas. Hasta llegar a otra de las joyas imperecederas del LP, esa «No Surprises» que fue elegida como tercer sencillo. Un tema inspirado en “Wouldn’t It Be Nice” de The Beach Boys, grabado en una sola toma. Su letra de nuevo vuelve a las temáticas alienantes y represoras:
“Derroca al gobierno
ellos no hablan por nosotros
Tomaré una vida tranquila
un apretón de manos, algo de monóxido de carbono
Sin alarmas y sin sorpresas
Silencio, silencio”.
Y no queremos olvidar ese cierre con «The Tourist», otra de las principales bazas de un disco que como veis, ya es inmortal. Thom Yorke comentaba un año después de su publicación cómo la popularidad le creó problemas psicológicos y cómo terminaron por repudiar su trabajo más celebrado hasta la fecha. Esto les llevó a tomárselo con calma y a hacer algo que les honra, reinventarse brillantemente dando un cambio radical a su propuesta sonora, de donde surgieron los experimentales y recomendables Kid A (2000) y Amnesiac (2001) y el resto de su conocida carrera.
En 2017 con motivo de su 20 aniversario se editaba OKNOTOK en tres formatos diferentes. Como novedades destacaban sus tres canciones inéditas, “Lift”, “I Promise” y “Man of War”, que acompañaban a las ocho caras B de la época de sobra conocidas. Todo remasterizado de nuevo de las cintas analógicas originales
Su Boxed Edition incluía un cassette con demos de la época, así como un libro de 104 páginas con notas de Thom Yorke, y otra memorabilia.
Escucha “Lift”, “I Promise” y “Man of War”