Ezra Collective (Lula Club) Madrid 01/02/23
El pasado miércoles 1 de febrero varios centenares de personas acudimos al Lula Club, la nueva discoteca y espacio de conciertos ubicado en la Gran Vía madrileña, para gozar de la propuesta musical que nos presentó Ezra Collective. Este quinteto londinense es el emblema de la nueva ola de jazz que está arrasando en las islas británicas.
En el norte de nuestro viejo continente, el jazz sigue levantando pasiones. Y pese a que muchos no puedan creerlo, también en España. Alejado de los tópicos, el Nu Jazz que vio su auge a finales de la década de los noventa, está regresando con más fuerza, representado cada vez más por las nuevas generaciones. Una especie de retroalimentación activa que no solo tiene una influencia a nivel musical, sino también estético. Un ejemplo perfecto lo tenemos con los videos publicados en formato Tiny Desk Concert por NPR Music. Hace solo unos meses, Ezra Collective también formó parte de la programación.
Esta agrupación está conformada por el bajista TJ Koleoso, a los teclados se encuentra Joe Armon-Jones, la trompeta corre a cargo de Ife Ogunjobi, el saxo tenor por James Mollison y como líder, el batería Femi Koleoso. Además, este músico también es el que se encarga de los platos en Gorillaz.
Mediante una propuesta con base en el jazz, Ezra Collective traspasa las fronteras entre los géneros, acercando su estilo al soul, afrobeat, hip hop o funk. Su nuevo disco, Where I’m Meant To Be, publicado por Partisan Records a mediados de noviembre del año pasado, también está ligado a capas sonoras provenientes de ritmos jamaicanos. El concierto en Madrid, y un día después en Barcelona, formaba parte de la gira internacional que están realizando por su nuevo trabajo.
El espectáculo comenzó pasadas las nueve de la noche y duró cerca de una hora y media. He de decir que la intensidad, tanto por parte del conjunto como del público, fue soberbia. Un show en constante expansión que no bajó de ritmo en ningún momento de la noche. Un concierto en el que celebramos la vida.
El refinado carácter colectivo de Ezra se entremezclaba con los solos individuales de cada uno de los componentes y entre medias discursos en contra la precariedad juvenil y el Brexit. Un show que era el resultado natural de una banda que lleva años improvisando juntos sobre el escenario.
A nivel general, el concierto estuvo conformado por más de una docena de cortes, eso sí, todos ellos llevados a un estilo irrepetible muy individualizado. Prácticamente en ningún momento de la noche la música paró de sonar, tampoco el público dejó de bailar.
“Ego Killah” abrió la velada, para posteriormente entrar en su universo con “Welcome to my World”, “No confusion” o “Togetherness”. Todas estas composiciones forman parte de su nuevo trabajo. Un espectáculo dividido en varias partes bastante claras, gracias a los diferentes discursos que daba Femi Koeloso. Entre medias, sonaron temas como “Pure Shade”, “The Philosopher” o “You can’t steal my joy”. Además, más allá de los nombres de los temas, lo importante era la ejecución de los mismos. Era bastante común las batallas entre el batería o el teclista mientras el público coreaba o vociferaba. Incluso, en varias ocasiones, el equipo de vientos abandonaba momentáneamente el escenario para poder disfrutar como unos espectadores más del show.
La sincronicidad era perfecta. Tal fue el punto que varios de los músicos se bajaron de la tarima para actuar en medio del público. La locura en aquel momento se desató. El espectáculo terminó con “Chapter 7”. Los aplausos fueron efusivos e incluso se demandó un bis que nunca ocurrió.
El único punto negativo que pongo al concierto fue justamente el final del mismo. La zona de merch estaba en la salida, además, los músicos fueron a dicha zona para firmar vinilos, lo cual generó un tapón considerable. La situación en todo momento estuvo controlada y no hubo ningún problema, pero es cierto que para salir del concierto tenías que echarle unos quince minutos, y eso siendo generosos.
Más allá de este hecho, la jornada fue increíble. Ezra Collective es una maravilla. Después de verlos en directo entiendo por qué su nuevo trabajo ha conseguido la máxima puntuación en medios como The Guardian. Puedo afirmar con rotundidad que en sus conciertos sus composiciones suenan aún mejor. Una muestra de dedicación, esfuerzo, ritmo y energía. Una máquina perfectamente engrasada para hacernos disfrutar.