Conciertos

Farrah – Moby Dick (Madrid)

He perdido la cuenta de las veces que he visto al grupo que nos ocupa, Farrah. Y si, he de reconocer que siempre he sido muy fan del cuarteto británico. Sus dos primeros discos me parecen dos joyas, sobre todo el primero, “Moustache”. Que dicho sea de paso, fue un soplo de aire fresco, en la entonces “anquilosada” escena del pop británico, con bandas demasiado empeñadas en parecerse al grupo “britpop” de moda, o imitarse unos a otros.
La parcela que Farrah, tienen en España, está bien ganada, gracias a sus directos y a su buena predisposición a entrevistas, o a tocar aquí  y allá. Sin olvidarnos de la labor que hace su sello discográfico, Rock Indiana, trabajadores incansables, siempre en busca del grupo pop perfecto.

Pero lo que vimos el martes 13, en la madrileña sala Moby Dick, no se parece en nada a los Farrah que conocíamos. Y no porque vinieran a presentar su último trabajo, homónimo, que ya de por si es totalmente (exceptuando dos o tres temas) prescindible. ¿No sería su noche? ¿Se habrán dejado todo el “feeling” en Japón? País donde triunfan, y donde les reclaman para grandes festivales.
“Last of the Innocents” fue el tema escogido para comenzar el concierto, no una manera muy hábil de empezar, teniendo en cuenta el repertorio que tienen. Pero suya es la libertad de escoger.  El segundo corte del último disco, “Stereotypes”, y “Awkard Situation” de su acertadísimo trabajo, Cut Out & Keep, fueron las que continuaron. Y a partir de aquí, un “setlist”, más que equivoco, tanto en el orden de los temas, como en la elección de los mismos.

Con un Jezz Arhust, un tanto desganado, o por lo menos es la impresión que me dio a mí, y más preocupado por ver si a su compañero, Andy Campbell, le iba bien con toda su “cacharrería”; teclados, bases y guitarra. Y con el resto de la banda, un tanto dispersa, diría yo. No hubo manera de que el concierto, cumpliera las expectativas de los aficionados con un mínimo de criterio.

Ni siquiera a temas clásicos de su repertorio como; “Tired of Apologising” o “Living for the Weekend”, ambos de su primer disco, supieron sacarlos partido.

La expresión “obligados bises”, nunca había tenido tanto sentido, con una banda que parecía estar tocando casi por compromiso. “Heavy Metal”, de las mejores de su último álbum, y ya para terminar la insulsa “No Reason Why”, fueron las incluidas en los susodichos.
Una autentica lastima, un concierto ramplón y lánguido, que no corresponde a una banda como Farrah. Ni su nutrida legión de admiradores, ni Rock Indiana, que tanto lucha por editar sus discos y traerlos de gira, se merecían esto.

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