Frontera y Además – dELUXE Club (Valencia)
Frontera y Además no es un grupo como tal, sino un nombre elegido para la ocasión. Y la ocasión era que Juanjo Frontera, guitarrista de Lülla a media jornada y creador e intérprete de sus propias canciones la otra media, venía a presentarnos las canciones de su EP Agua Verde bien secundado por el incombustible batería José Montoro y el bajista Rubén Marqués. Según sus propias palabras, no habrá muchas ocasiones para verle interpretar estas canciones con banda, así que había que aprovechar la que se nos brindaba.
El concierto arrancó con Juanjo en solitario sobre el escenario, blandiendo su guitarra acústica y cantando «Ha llegado el Rey». Inmediatamente se puso de manifiesto, una vez más, que Juanjo Frontera es dueño de una de las mejores voces que pueden escucharse hoy en día en las salas valencianas. Su timbre, su potencia y sus matices le hacen crear ambientes casi místicos en los temas más lentos, y al mismo tiempo gritar de manera desgarradora en los más rockeros. Una voz dúctil y creíble a la vez. Para la segunda canción ya se unieron el batería, tocando con escobillas, y el bajista. Curiosamente pasaron tres canciones más, desconozco sinceramente si más antiguas o nuevas pero muy interesantes, hasta que sonó la primera del EP que venían a presentar: «Parecía dormida».
El tiempo transcurría de forma plácida, sencilla. Había comunicación con el público, bromas, guitarras desafinadas y todo lo que suele ocurrir cuando estás a gusto sobre el escenario y entre amigos. A ese ambiente entrañable contribuía en buena medida las sinceras explicaciones de Juanjo a cada canción: recuerdos de infancia, la familia, los amigos, los bares de juventud, la nostalgia, la crisis de los 40… Un artista normal, cantando ante un público integrado por personas normales y contando en sus canciones las cosas que a todos nos pasan por la cabeza en algún momento a lo largo de nuestras muy normales vidas. Después de tocar «Además», otro de los temas de su reciente EP y el que ha servido también para bautizar a la banda, llegó el momento emocionalmente culminante: «Agua verde», la canción, fue dedicada por Juanjo a su hermana, presente en la sala. Inevitable un pequeño nudo en la garganta, sobre todo tras asistir a una sentidísima interpretación de la canción y repasar mentalmente todas esas escenas de infancia que guardamos en la memoria, medio perdidas como en blanco y negro.
Rápidamente volvió la marcha con «Montes Universales», lo más parecido a un hit que tiene Juanjo, una canción muy personal pero que, con su ritmo casi rockabilly, conecta muy bien con la gente. Con banda, además, resulta brutal. Resaltar la gran coordinación entre los tres músicos, a pesar de que, según comentaron, habían ensayado bastante poco la actuación. Con esta canción se completaba la presentación del EP, pero todavía quedaban dos temas muy interesantes y personales: «Mi paradero» y «Dos más», esta última otra celebración de las amistades adolescentes que, por desgracia, no siempre perduran en el tiempo, al menos con aquella inconsciente intensidad. Grandes aplausos, los mismos que sonaban entre canción y canción, despidieron a Juanjo y su banda.
Como dije antes, un tipo normal cantando canciones normales sobre las cosas normales de la gente normal. Cuando se hace bien, como lo hace Juanjo, resulta gratificante. Para nosotros, y me imagino que también para él.