Igloo – Ø4. El Conjunto Vacío (Ernie Records)
En un abrir y cerrar de ojos, los gallegos Igloo se descuelgan ya con su cuarto disco. Los que los descubran con Ø4. El Conjunto Vacío están de suerte porque lo harán en su punto más alto; está en el manual del buen vendedor, y en este caso coincide que es verdad: este es su mejor disco. La banda de Beni Ferreiro ha pulido con eficacia el sonido que tanto prometía en La Transición de Fase.
Grabado en El Laboratorio Criogénico de Caldas de Reis y producido por el mismo Beni Ferreiro y Adolfo Langa, Ø4. El Conjunto Vacío vuelve a jugar con esa dualidad tan manida ya de fragilidad-contundencia. Pero, no por trillada, deja de funcionar cuando se saben las teclas que hay que pulsar. La combinación de los gallegos, enriquecida con cierta electrónica que no molesta, llega a uno de sus mejores momentos en 2013. A pesar de que da la sensación de que al disco le sobra alguna cosa, no deja de ofrecer muy buenos momentos.
«La máquina de fabricar relámpagos» abre el disco como prototipo de lo que puede hacer Igloo, esa especie de Maga vigoréxicos. Lo mismo pasa con «Han Solo». Sin embargo, es el rush final del disco el que arroja la mejor versión de los gallegos. «Todos los días amanece» amaga antes, pero no se atreve como «Canción para el fin del mundo», un medio tiempo que juega a muchas bandas y que es sin duda de lo mejor del año («nos parece el fin del mundo y aún así nos reímos juntos«). Respecto a la versión más tensa de Igloo: «EX», que encuentra fácil el estribillo, «Mi gran evasión» y «Hada» son sus mejores representantes.