J.M.G.O.M.E.Z. – De lo Imprevisto y lo aleatorio (Autoeditado)
El “Háztelo tú mismo” continúa siendo la piedra angular sobre la que se deben seguir apoyando muchos músicos para poder dar salida a sus trabajos sin tener que pasar, por ejemplo, por shows televisivos donde se les conmina a hacer perder la poca dignidad que le queda a la música en este país. Realmente es una lástima porque debemos seguir escuchando al mismo perro una y otra vez, y además con collares muy parecidos, y artistas como el estimable J.M.G.O.M.E.Z deben seguir jugándose sus cuartos para continuar haciendo aquello que tanto les gusta (y a nosotros también). Dejando la toma de la Bastilla para tiempos mejores, agradezcamos al menos que nos siga quedando gente con las ganas suficientes para seguir remando contra la marea.
J.M.G.O.M.E.Z, líder de los desaparecidos Judith, publica por sí mismo un E.P., hecho literalmente con las manos, que quiere ser la avanzadilla de un disco que todavía no ha visto la luz. Desde aquí le podemos recomendar que no se estanque y siga con su idea porque el resultado hasta la fecha es bastante atractivo. Es una obra que seguro que puede gustar a los seguidores más entusiastas de grupos como Héroes del Silencio, Pearl Jam e incluso Afghan Whigs o The Drones. Son canciones oscuras, densas, llenas de sonido que crean una sensación de agobio bien entendido. Es música para sumergirse en ella, a bucear entre las capas de sonido de guitarra, a dejarse envolver por una calidez que resulta innegable. J.M.G.O.M.E.Z le ha querido dar un toque épico a sus letras, que beben directamente del romanticismo decimonónico y de la imaginería propia del género que nos ocupa, para conjugar la grandilocuencia que en ciertos momentos presta a sus composiciones. Quizás se le puede reprochar que a veces esta épica le pesa a la canción que quiere llegar más lejos de lo que seguramente el propio autor pretendía. En otros momentos se echa en falta una cierta proximidad al espíritu de la canciones, quizás resultando un tanto distantes si no se siente afinidad con el sentimiento en el que se inspiran las canciones. De todos modos en buena parte se compensa con el excelente tono e intensidad con que éstas son cantadas y que logran añadir un interés extra a todo el disco.
Concluyendo, insistimos que se trata de una obra recomendable para todos aquellos que se sientan atraídos por el rock sin etiquetas. Es una obra modesta pero muy encomiable, digna, sincera y que al menos un servidor ha pasado unos ratos muy agradables gracias a ella.