KK Null – Cryptozoon X Condensed Mix (Aagoo Records)
De los sonidos dispersos a un ambient en completa discordia y de matices electrónicos que parecen estar sumidos al caos pasamos a la investidura de una obra de un solo track en la que se condensa una versión sonora personal de la creación de la Tierra, del espacio y del tiempo. Pero aunque sea duro encontrar coherencia en esta obra, sí que la hay aunque se encuentre muy bien escondida. No la percibirás a simple vista o al escuchar por primera esta condensada y abreviada obra de KK Null conocida bajo el nombre de Cripotozoon X stereo condensed mix (Aagoo Records, 2013). Pero cuando la hayas experimentado unas cuantas veces verás que te sumerge en tus pensamientos y que no es para nada hostil y sofocante. Obra del japonés KK Null y aunque su nombre verdadero sea Kazuyuki Kishino se trata de un famoso artista polifacético y multiinstrumentalista que vuelve a dejar claro con esta pieza por qué es el rey del mambo, es decir, del experimental ambient. Mantiene esa pureza descontaminada en el sonido, rompe con todo ritmo coherente y sigue tratando de buscar algún tipo de comprensión del mundo que lo rodea, alejándose de aquello que es estrictamente comercial.
KK Null se ha vuelto indispensable pero a la vez muy solitario, artísticamente hablando, aunque siempre ha sido respaldado por un gran séquito de bandas y artistas procedentes de todo el mundo. Su etapa más progresiva y noise es fechada en 1984 cuando se unió a YBO2 y formó parte, paralelamente, de Absolut Null Punkt, una formación con una mezcla extraña de free jazz con heavy rock y glitch. O de qué forma en 1985 el artista japonés decide fundar Nux Organization para producir y ayudar a bandas japonesas como Melt Banana o Space Streakings a sacar adelante sus primeros proyectos. Tras tantos trabajos en marcha decide capitanear desde 1987 hasta la actualidad la banda Zeni Geva, una mezcla original y sin una estructura clara de math rock con noise y rock progresivo. Esta banda es en la que se interesaría posteriormente, durante uno de sus tours por Estados Unidos, Steve Albini y el productor y dueño del prestigioso sello Alternative Tentacles, Jello Biafra.
Desde sus primeros pasos en la música, el artista japonés ha contribuido de forma excelente en el underground, consiguiendo reputación y culto. El multiinstrumentalismo que domina a la perfección y caracteriza al japonés se volvió famoso debido a los métodos y sistemas que utiliza para tratar el sonido sobre el escenario con aparatos tan extraños como el Kaosspad o el Nulltron (un aparato diseñado por él mismo). Con una carrera tan ecléctica Null sus videoinstalaciones como colaboraciones en conciertos ajenos se han vuelto tan aclamadas y necesarias que han dejado al artista como una pieza indispensable de la innovación musical mundial. Ha compartido escenario con John Zorn, Fred Frith, Mike Patton o Sonic Youth y ha producido bandas como Noisegate, Earth, Boredoms, Merzbow o Yona-kit por poner algunos ejemplos.
Pero, ¿qué es lo que hace especial la obra más introspectiva y personal de Null? Desde la década de los noventa, KK Null decide sacar adelante sus proyectos más personales y en solitario, colaborando con otras formaciones de forma esporádica. Sin abandonar la guitarra ni otros instrumentos de cuerda, explora el territorio sonoro de la electrónica, generando ambientes eléctricos y acústicos de compleja envergadura, rompiendo de forma abrupta los ritmos y buscando lo cósmico en el sonido que él mismo genera a través de sus aparatos y distorsiones. Y la verdad es que hace gala de un buen experimental ambient con toques de dark ambient perfectamente encajados y trabajados en largos como Atomik disorder (Neurot Recordings, 2003), Kosmista Noisea (Important records, 2006) o Fertile (Touch, 2007) o también en el álbum colaborativo con Z´ev titulado Number one (Touch, 2006). La presencia de KK Null es irrefrenable y su estilo se ha vuelto intocable, único y se confirma con Criptozoon X mix consensed (Aagoo Records, 2013): un proyecto comisionado por INA-GRM y presentado en el Festival Présences Électronique de Paris celebrado el abril de 2013. Los diecinueve minutos de los que consta este release de KK Null sirven para constatar que la concepción sonora que tiene el artista y que plasma en esta obra es singular e intransferible. Su extravagante personalidad y su talento artístico siguen ahí sin duda, pero lo que sigue pesando más en su espíritu, desde que se inició en la música, es la voluntad de hacer lo que le apetezca y cómo él quiera, proporcionando los medios necesarios para que otros también puedan realizarlo. Porque en la originalidad y en la creación de tus propias reglas reside el valor, aquello especial.