Left Lane Cruiser (Sala Boite) Madrid 18/05/2018
Calle Tetuán 27. Fue la noche del viernes el momento en el que la Sala Boite acogió a más de doscientas personas para esperar la llegada tardía del grupo americano Left Lane Cruiser. Con motivo de la gira, la banda, compuesta por dos piezas, como son la guitarra slide de Frederick Joe Evans IV y su compañero Pete Dio, reventando la batería a pedazos, hizo parada en el centro de Madrid.
En 2017 sacó a la luz su noveno disco de estudio. Claw Machine Wizard. Motivo por el que se embarcaron en esta gira que concluye en su tierra natal. Fort Wayne, Indiana. Punto de origen de esta banda cuya influencia proviene de grupos de alto rango como ZZ Top.
Es la noche del 18 de mayo cuando decidieron parar a visitarnos. A pesar del retraso, que no fue del todo mal acogido por el público, faltó conexión entre el espectador y la banda. Iluminación inadecuada para un concierto de este género. Carencia de actitud. ¿Desde cuándo se da un espectáculo de este calibre sentado en una silla? Faltó la intención de hacer vibrar a un público, no simplemente con la música, sino con la magia del directo. Sensación de escuchar Spotify. Para nada fue el modo adecuado de tratar con un grupo de personas que esperaba el espectáculo de dos jóvenes americanos que llevan más de una década sacando canciones.
No consiguieron plasmar en la pista el mensaje que habita en la canción de Left Lane Cruiser. Cargado de vitalidad. Parecía una sesión de opera en lugar de un concierto de Rock. Grata sorpresa el momento en el que las copas del garito se llenaron con la armonía de «Black Betty Ram Jam». Versión que regalaron siendo bien recibida. Al igual que las canciones del último disco. Pero la noche no fue la de este grupo estadounidense con varias giras a sus espaldas. Quizá fue en algún bar llamado Abierto hasta el amanecer donde está música explotaba dentro de un contexto que te excita. Ayer fue la Sala Boite. Falta de excitación. Punto muerto.
Totalmente de acuerdo, buena crítica.
Muy buena, genio.