Los encuentros de The Beatles y Pink Floyd en Abbey Road
Londres. Estudio 3 de Abbey Road. 21 de marzo de 1967. Mediodía. Syd Barrett, Roger Waters, Rick Wright y Nicky Mason estaban grabando la canción «Pow R.», que formaría parte de su primer disco The Piper at the Gates of Dawn. El primer álbum de la carrera de Pink Floyd. Por la noche el joven grupo de rock psicodélico volvió para grabar de nuevo en el estudio.
Londres. Estudio 2 de Abbey Road. 21 de marzo de 1967. Noche. John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starrestaban grabando la canción «Lovely Rita» del que sería su disco más trascendental: Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band, su octava obra. De repente llamaron a la puerta del estudio y aparecieron los Pink Floyd para saludar a The Beatles. Paul McCartney ya les conocía. Al parecer el encuentro se produjo gracias a Norman Smith, productor de Pink Floyd, y fue de lo más serio, frío y profesional. El escritor musical Clinton Heylin cuenta en su libro sobre el Sgt. Peppers que Lennon no estaba para visitas porque había ingerido una tableta de ácido, que supuestamente había confundido con una de speed. A pesar de ello, Peter Jenner, primer manager de Pink Floyd, remarcó que los de Liverpool «tenían un control absoluto de sus sesiones; algo que impresionó al grupo«.
Quien estuvo presente en el encuentro fue Hunter Davis, periodista, escritor británico y biógrafo oficial de los Fab Four. Daviesescribió en su libro The Beatles: An Authorised Biography que «llegó un hombre con una camisa púrpura llamado Norman. Era uno de sus antiguos ingenieros de grabación y ahora tenía grupo propio, Pink Floyd. Muy educadamente le preguntó a George Martin si sus chicos podrían entrar a ver cómo trabajaban The Beatles. George sonrió, sin cooperar. Norman comentó que quizá debería pedírselo personalmente a John, como favor. George Martin dijo que no, que no funcionaría. Pero si por casualidad él y sus chicos se presentaban a eso de las once, podría ver si se podía hacer algo. Aparecieron a las once, e intercambiaron unos cuantos saludos diplomáticos«.
Fichados ese mismo año por EMI, Pink Floyd llevaba desde inicios de ese mes de marzo en el estudio 3 de Abbey Road, mientras que los Beatles post-Revolver, decididos a no hacer más giras y a dar un giro a su estilo, habían iniciado las grabaciones del disco a finales de 1966. A diferencia de los cuatro de Liverpool, la banda liderada por aquel entonces por Syd Barret eran unos inexpertos en el terreno de las grabaciones. En la primera sesión y durante la grabación de «Matilda Mother» se cargaron tres micrófonos muy caros.
Para grabar The piper at the gates of dawn, como cuenta en su libro el locutor y músico John Cavanagh, se utilizaron varias Studer J37, «las mismas grabadoras de válvulas de excepcional calidad que se usaron en el contiguo estudio 2 para el Sgt. Pepper. En esa época lo más puntero eran las grabaciones de cuatro pistas en cintas de una pulgada«. De hecho, el octavo disco de The Beatlesdestacó por su innovadora forma de ser grabado con cuatro pistas. El batería Nick Mason aseguró: «Nos beneficiamos enormemente de The Beatles. Habíamos hecho algunas grabaciones antes de ir a EMI y sabíamos el abecé de trabajar en multipistas y, como digo, probablemente gracias a The Beatles se nos ofreció algo más que una oportunidad para aprender (…). El productor Norman Smithdijo en una ocasión que los Pink Floyd adoraban a The Beatles, como recoge el libro Crazy Diamond. Syd Barret. Y el amanecer de Pink Floyd. «Syd parecía más contento de haberlos conocido que de estar» en su grupo.
Sin embargo, antes de ese encuentro del 21 de marzo de 1967, los Pink Floyd habían recibido la visita en su estudio de McCartney, quien fue a saludarles poco después de llegar a los estudios de Abbey Road de EMI. En esa nueva fase de The Beatles, sin el estrés de las giras, McCartney «pasaba mucho tiempo escuchando a artistas de vanguardia y yendo a sitios como Wigmore Hall«. En esa época, a McCartney le llamó mucho la atención el primer disco de los Fugs, The Velvet Underground (que publicaron The Velvet Underground and Nico en marzo del 67) y el mítico Freak Out de los Mothers of Invention capitaneados por Frank Zappa. SegúnHeylin, McCartney estaba muy al corriente de los trabajos de Pink Floyd desde octubre de 1966 cuando les había descubierto y fue uno de los habituales en los conciertos semanales donde Pink Floyd y Soft Machine se turnaban. De hecho, con sus improvisaciones y su estilo rompedor, sin esquemas y completamente libre y liberado, Syd Barrett, Roger Waters, Rick Wright y Nicky Mason estaban ofreciendo algo completamente rompedor y lisérgico.
Paul McCartney escuchó algunas canciones de The piper at the gates of dawn y manifestó a los medios de comunicación que eran «demoledoras». Jenner cree que McCartney les ayudó en EMI sin que ninguno de ellos lo supiera. «Ciertamente apoyó mucho la escena undeground en general con todos sus proyectos con Indica, una mezcla de librería y galería de arte vanguardista, y Barry Miles, que gestionaba Indica. El ingeniero de Pink Floyd, Peter Brown, dijo que la admiración entre McCartney y Barrett era mutua: «McCartney le dijo que le gustaba lo que había escuchado de la banda y pensaba que estaban haciendo algo creativo y único«.
En esa época se relacionó a los dos grupos con el consumo de LSD. «La banda Pink Floyd está especializada en música psicodélica, la cual está diseñada para ilustrar las experiencias con LSD«, decía un artículo de la época en The News of the World. «Cuando tienes un viaje escuchas sonidos como estos, nosotros los tocábamos para el público«, dijo Jenner. Por su parte, McCartney admitió en una entrevista televisiva que había consumido LSD; algo que desató una gran polémica. Otro de los temas recurrentes es si realmenteJohn Lennon se refirió al LSD en las iniciales de «Lucy in the Sky with Diamonds», algo que negó diciendo que sacó el título de un dibujo de su hijo, Julian Lennon. En cualquier caso, la experiencia con el LSD y sus imágenes estuvieron muy presentes en The Beatles y en Pink Floyd y así quedó plasmado en los álbumes que publicaron en ese 1967.
El resultado de aquellas sesiones en el estudio, experiencias, LSD y de esa época de experimentación fue que The Beatles publicaronSgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band el 1 de junio y dos meses después Pink Floyd sacó The Piper at the Gates of Dawn. Dos discos que tuvieron una gran influencia en la historia del pop rock y que son considerados dos de los padres de la psicodelia. Ambos álbumes, a pesar de parecer muy distantes, debido sobre todo a las improvisaciones y dureza de Pink Floyd, tienen una atmósfera sonora similar sobre todo en algunas de sus canciones.
Dos obras imprescindibles que marcaron una época y serán para siempre recordadas en la historia de la música.
Grandísimo trabajo del articulista Pere F. Rom, en MZK, con el mítico encuentro entre Beatles y Pink Floyd, en 1967.