Entrevistas

Nacho Vegas

Siempre he querido ser un hombre objeto

Una crónica a la inversa que narra la demolición de un amor y la construcción de uno nuevo bajo la atenta mirada de un tiempo que nos pasa, nos pesa y nos pisa. Así es El Manifiesto Desastre, el esperado cuarto álbum de Nacho Vegas; su obra más madura y abierta, en la que se acepta sin condiciones ni pretensiones, y donde el personaje comienza a diluirse ante el empuje de la personalidad del asturiano. Nacho responde al teléfono tras un largo y tortuoso viaje desde Gijón a Madrid.

¿”El Manifiesto Desastre” es tal vez el disco más autobiográfico de tus discos no autobiográficos?

”Exactamente. (risas) Has dado en el clavo. No lo quería decir yo para no repetirme, pero si lo dices tú será mejor. Pero sí, es verdad que cuando hago canciones siempre parto de cosas que he vivido, que conozco de primera mano. Lo que pasa que luego, cuando lo pasas a la canción, se transforma y se convierte muchas veces en ficción. Tiene que haber una transformación necesaria para que dé lugar a una canción. Lo que he hecho en este disco es quitar un poco de paja y dejar todo un poco más claro. Pero bueno, sigue habiendo esa transformación y el hecho autobiográfico es lo menos relevante.”

Da la sensación de que el verso de Pessoa “vivir es no conseguir” sustenta no solo “En lugar del amor” sino también el resto del álbum.
”Es un verso súper sencillo de Pessoa pero que a mí me fascina porque es un poco la temática del álbum. Hay una cosa contra la que nadie puede luchar y es que todos vamos a morir. Digamos que vivir, intentar hacer, intentar exprimir un poco cosas a la vida siempre es una batalla perdida contra la muerte. Siempre hay algo frustrante en todo ello, pero la condición humana lo fascinante que tiene es que lo sigue intentando e intentando, y eso un poco lo que planea sobre las canciones de este disco en general.”

El disco habla sobre el paso del tiempo, sobre la culpa, el desamor y del amor, pero parece que este amor, a pesar de ser positivo, no es un amor que aspire a la perpetuidad, es más un amor resignado a que pueda terminarse.
”Sí, es un poco eso. Es una versión muy de pesar pero en realidad las cosas buenas de la vida son cosas que están vivas y que, por naturaleza, por su propia definición, tienen que morir en algún momento. Entonces el amor es un sentimiento que es muy potente, pero que siempre planea sobre él la sensación de que se va a acabar en algún momento. En realidad, se puede aplicar lo que te decía antes de la vida; que siempre estás luchando continuamente contra la muerte, intentando exprimir el tiempo lo más posible, de retenerlo con lo que sea. Hay gente que lo hace con el fútbol, otros lo hacen escribiendo, otros lo hacen con las canciones, otros lo hacen como sea, pero todo el mundo necesita tener esa sensación de que las cosas que están abocadas a morir pueden mantenerlas durante el mayor tiempo posible, y el amor es una de ellas. Me jode un poco, pero no sé hablar de amor sin que siempre esté ese punto de vista pesimista sobre ello.”

Hablando de amor, me llama la atención la versión que haces de Guy Clarke en “Nuevas Mañanas”. Tengo la sensación de que para ser tierno hablando de amor recurres a versiones, como hiciste con “Que te vaya bien, Miss Carrusel”.
”Sí, probablemente, sobre todo con esta canción, “Que te vaya bien, Miss Carrusel” no me parece tanto porque utilicé el personaje de la canción y algunos detalles que me sugería la canción pero no conocía realmente la letra literal. En realidad, no es tanto es una letra sobre un personaje sino más sobre la figura de la perdedora. Pero, en este caso, sí que es verdad que para ponerme un poco tierno me escudé en que sea una versión. Es cierto que es algo que no puedo evita, pero cuando interpreto canciones de alguien me siento más cómodo porque no me siento responsable del todo. Es una cosa un poco extraña, pero sí que sucede.”

Tu carrera está marcada por temas que podrían ser más de despedida como “El Ángel Simón”, “Ocho y Medio” o, en este caso, “Morir o matar”. ¿Este tipo de canciones dañan o sanan?
”Desde luego no sanan y creo que tampoco dañan. Creo que constatan un poco el caos que hace que la canción haya existido. Una canción no tiene una utilidad en realidad. Lo que pasa que son canciones para mí necesarias. En este álbum es la canción que cierra el disco, pero verdaderamente entiendo el disco como un viaje a la inversa en el tiempo y el punto de partida sería “Morir o matar” y el destino sería “Dry Martini, S.A.”, que es como el reencuentro con el amor, y en medio pasa todo lo que existe en el disco. No sé, es una canción para mí necesaria, pero necesaria porque no me sirve para nada. Simplemente la necesito, pero no tiene ninguna función externa en sí misma.”

¿Es este tu disco menos asturiano de todos tus trabajos?

”Pues a lo mejor. Es el primer disco en el que apenas salen referencias a Asturias, pero bueno también es que estos últimos años hice el disco con Xel (Pereda) de Lucas 15 y la mayoría de canciones de este disco las escribí no estando en Gijón. Llevo estos dos últimos años de aquí para allá, y probablemente en este disco se haya colado menos Asturias de lo que se coló, por ejemplo, en el primer disco. Es algo que pertenece al momento en el que haces las canciones, no es algo premeditado.”

El segundo corte, “Detener el tiempo”, me parece que va muy en la línea de las metacanciones que escribisteis Enrique Bunbury y tú en El Tiempo de las Cerezas
”Sí. Hombre, de alguna manera no la consideré así al principio, pero sí es verdad que esa canción tiene un poco esa parte de metacanción que estaba en ese disco. Pero en realidad la canción habla de lo que dice el título, de cómo uno utiliza las canciones, que es la manera que yo he tenido siempre de detener el tiempo. Los momentos más emocionantes de mi vida han sido escuchando canciones, y habla un poco de eso la canción. Al final de la canción retomo el tema que me dediqué a escribir mis propias canciones y quiero que mis canciones tengan ese mismo efecto.”

Me llama la atención también la utilización de la segunda persona del singular para hablar de ti mismo, en temas como “Un desastre manifiesto” o “Dry Martini, S.A.”
”Sí que es cierto que en “Un desastre manifiesto” utilizo la segunda persona, no para hablar de mí, pero el personaje que habla está en segunda persona y lo había hecho sólo otra vez en una canción que se llama “Autoayuda” que está en Desaparezca Aquí. La segunda persona es una perspectiva muy particular porque siempre son cosas que en primera persona me resulta muy difícil contar y que necesitas poner esa distancia. Con la tercera persona juegas un poco a dar una perspectiva diferente, pero cuando utilizas la segunda persona es porque realmente es necesaria, porque no podrías hacerlo de otra manera. Incluso en el caso que dices de “Dry Martini, S.A.” hay momentos en los que tienes que distanciarte de ti mismo, pero de una manera tan mínima y tan milimétrica que tienes que utilizar la segunda persona, no la tercera.”

Musicalmente te has desquitado haciendo cosas que te apetecía hacer como el glam-rock o la ranchera, que no sé si antes no hacías porque no te atrevías.
”No sé si es que no era tanto como que no me atrevía, sino porque no me sentía capaz. Soy muy fan de T-Rex, de Marc Bolan, de todas las etapas desde Tyrannosaurus Rex con los discos acústicos hasta los últimos discos de T-Rex con toques más soul. Soy muy fan de él y me apetecía hacerle un guiño en este disco y nunca se lo he hecho, pero en realidad siempre había cogido muchas influencias de él a la hora de tratar las voces en otros discos. En el caso de la ranchera también es un poco un guiño, pero de una música que me ha llegado mucho últimamente porque estuve en México y pude profundizar un poco en los discos. Me traje un montón de discos: las últimas cosas de José Alfredo Jiménez, de Agustín Lara, Cuco Sánchez y gente que no conocía antes e hice un poco esta especie de ejercicio de juntar a José Alfredo Jiménez con Pessoa y con cosas mías.”

El final de “Un desastre manifiesto” me recuerda mucho a Matt Elliott, no sé si ha sido deliberado. ¿Qué sucedió con esa colaboración que teníais entre manos?
”Está pendiente todavía. Seguramente la retomaremos en algún momento, pero como siempre hago cosas a corto a medio plazo, tiene que surgir en un momento que coincidamos y nos pongamos a ello. Pero sí que es cierto que la parte final de “Un desastre manifiesto” nos remitimos un poco de forma tangencial a la manera que tenía Matt Elliott de sacar su música, con todas esas influencias del folk europeo.”

Hay en algunos temas guiños a Christina y en su último disco también parece haber guiños de ella hacia ti. Parece como que algunos temas de vuestros nuevos discos los hubierais escrito en extremos opuestos de una misma habitación.
”No sé. Lo cierto es que cuando hicimos Verano Fatal luego estuvimos de gira y en esos meses fue cuando los dos estuvimos decidiendo el repertorio de nuestros discos respectivos y estábamos muy en contacto. Supongo que hay cosas que se tocan de un disco a otro pero con mucha autonomía. Desde luego en mi disco Christina está muy presente y pues, no sé…eh…porque estoy enamorado (risas)”

Hablando de ti como personaje, tu público se ha ido ampliando pero no sé hasta qué punto hay quien te toma demasiado en serio y quien se fija únicamente en lo anecdótico, llegando en ambos casos a rayar el “frikismo”. ¿Te da miedo o te sientes incómodo por esa circunstancia? Es más, ¿no te acojona la idea de que alguien se “acaricie” frente a la pantalla del ordenador con tu imagen?

(Risas) ” “Eso nunca tuve tiempo de pensarlo, pero me halagaría mucho (risas). Siempre he querido ser un hombre objeto, siempre he tenido que objetizar a las personas que estaban conmigo; fue un imperativo vital, no es algo que haya elegido. No sé, pero tampoco les puedes dar demasiada importancia. Al final me encuentro mucha gente que le gusta lo que hago y que va a los conciertos y que creo que le gusta de verdad y pienso que no hay nada extraño en todo ello. Es verdad que a cuanta más gente le gusto, también hay más gente que me detesta y también hay un montón de gente que hace comentarios un poco superficiales, pero porque el mundo de la música es eso; todo el mundo opina de una manera superficial sobre cosas que apenas conoce, y yo el primero. Es algo que asumes.”

¿Cuáles son tus previsiones para tu próxima gira?
”En cuanto acabe la promoción estaremos este mes ensayando y preparando un poco la gira. Quiero presentar este disco pero también incluir repertorio de casi todos los discos. Hacer un 50% de este disco y un 50% de los otros, o incluso un 40% de este disco y un 60% de los otros. Y, aparte de la banda que grabó el disco, estoy pensando en incorporar un par de coristas, pero bueno, a ver cómo se me da. Tengo que hacer un casting.”

¿De niñas?
(Risas) ”No, tienen que ser mayores de edad porque si no tengo problemas legales.”

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