Niño de Elche (Fábrica de Cervezas Victoria) Málaga 12/09/24
Uno asiste a un recital de El Niño de Elche sabiendo que va a ser testigo de una experiencia inmersiva alejada de estándares y convenciones. Todo lo que sucede desde que aparece en escena requiere dejarse llevar, fluir como el agua río abajo, buscando los recovecos para hacer de lo natural, virtud y asidero con el que sacar cabeza ante el ruido de fondo que nos atormenta. Y este jueves de inicio de temporada en La Fábrica de Cervezas Victoria, no fue excepción.
Acompañado primero por la guitarra devastadora de Raúl Cantizano, versátil artesano de las seis cuerdas, y más tarde por los incisivos beats de Ylia, el artista ilicitano deleitó a los asistentes con algo más de una hora de recital dividido en dos partes bien diferenciadas, construyendo un puzzle sonoro que requiere abandonar los prejuicios para abrazar la transgresión del género flamenco y ser así capaz de llevarlo a territorios tan excitantes como rompedores, dotándolo de una nueva vida.
Como el mismo protagonista reconoce, lo suyo no transita por la inmediatez de los estribillos, ni se concreta en un hit, pero el poso de su poliédrico cantar resuena tiempo después de su impacto inicial. Fue un concierto de repertorio en cuanto picoteó por sus diferentes etapas y no dio la espalda a las verdiales ni a las malagueñas estando donde estaba, llegando al alma de quien siente su tradición y la mantiene vigente como piedra filosofal de su arte y folclore.
En definitiva, fue una noche para el recuerdo en la que resonó sólido y vigente el discurso de una figura inquieta y vanguardista que acude al pasado para dibujar el futuro.