Discos

Patiens – Patiens (Autoeditado)

La mayoría de nosotros, en las noches de insomnio nos amorramos a la tele o asomamos la cabeza por la nevera, a ver con qué matar el gusanillo. Ben Cooper no es como la  mayoría de nosotros. Y en las noches en que no puede dormir enchufa su ordenador, coge sus instrumentos y se dedica a grabar canciones, bases de batería o melodías que luego convierte en canciones. Cuando esas canciones tienen una forma, decide en cuál de sus proyectos encaja mejor: Electric President, Radical Face o Mother´s Basement. Algunas de las que no han encontrado un hueco las ha englobado en un nuevo proyecto que responde al nombre de Patients, dándoles forma de álbum homónimo.

Este disco es, pues, una recopilación de algunas de las ideas que Ben Cooper ha ido guardando a lo largo de años y que ha rescatado de su disco duro. Pero no vayamos a pensar que se trata del proyecto de un insomne trasnochado, ni mucho menos. La calidad de las canciones que aquí se recogen no tiene nada que envidiar a sus otros proyectos y aunque tienen puntos sonoros en común (el pop, la tenue electrónica, el toque folk), el espectro de ideas se amplía y Cooper se muestra más fantasioso y experimentador, perdiendo la vergüenza y aflojándose el corsé del puro pop electrónico para adentrarse con comodidad en mundos sonoros mucho más potentes (“If you come back to haunt me”), hippies (la corporal “Body song”) o tristones (“Sad business”).

Desde los primeros compases folkies de “Tal tale No. 5” queda claro que no se trata de un disco de descartes: Ben Cooper ha querido mantener el nivel y eso es de agradecer. Banjos, pianos, xilo, acordeón, guitarras o mellotron acompañan unas letras entre lo inocente y lo cotidiano, entre lo poético y lo prosaico. Canciones como “The cold hands” construidas a partir de ritmos de batería se dan la mano con instrumentales como “Leaves” en las que voces, que recuerdan a Efterklang, juegan a ser instrumentos. Y, por si os lo estabais preguntando, también está presente Alex Kane (el otro 50% de Electric President) en “Voice of your age” y “Mathematics”, uno de los momentos del disco junto con la electrónica “Mind Ur manners”. Un disco, en resumen, al que quizá se le pueda echar en cara una excesiva heterogeneidad, pero en el que en realidad todas las canciones tienen el común denominador de la voz aguda e infantil de Cooper, su abrumadora creatividad y ese gusto por la orfebrería pop.

Para aquellos que tengáis la intención de haceros son el disco, de momento no puede comprarse, pero se puede conseguir mediante un intercambio que el artista ha creado para la ocasión: a cambio de compartir con él vuestros gustos, os envía un enlace para descargar el disco, la portada y las letras. Un pequeño juego que no hace más que aumentar el encanto que ya tenían sus canciones.

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