Peter Wolf Crier – Garden of arms (jagjaguwar)
Peter Wolf Crier con Garden of arms (11), su segundo trabajo publicado, se erigen como un nuevo nombre a añadir a esos artesanos que labran sus discos con esmero y reduciendo el lastre a su mínima expresión.
Pinceladas eléctricas, programaciones, retazos de folk y una pizca de indie-trónica crean una melaza que les emparenta con el Conor Oberst más inquieto, el Dominique A más recogido o el John Vanderslice más reconocible. Todo aderezado con el histrionismo vocal irritante a lo Arcade Fire que tantos copian con descaro constantemente.
Pero no se confundan: todos esos nombres se le quedan muy grandes al dúo. Aquí ni el talento, ni la capacidad de emocionar brillan especialmente, estando ante un lanzamiento que pasa sin pena ni gloria dentro de un género o manera de hacer música verdadero cáncer que, como demoledora metástasis, se encarga de hacer trizas día a día una forma de crear que hace casi veinte años escasea y se elaboró basada en la conmoción, la sorpresa y el carácter.
¿Artrítico? No hombre, no; esto sólo puede decirlo alguien con adamantium en los huesos que le irritan tantas naderías. Mundo fútil: corra a poner un pulgarcito hacia arriba en su red de moda.