Pop Attack – Sala Razzmatazz (Barcelona)
Barcelona, la ciudad de moda en cuanto a clubs, apartó a un lado la obsesión por los bpms para traernos una tarde noche plagada de guitarras afiladas, murallas de sonido y emociones en forma de canciones.
YA TE DIGO
Los bilbainos presentaban su primer disco con Astro, el inquietante «Unruhe». A pesar de la hora y de algunos problemas técnicos, el grupo sorprendió al público con un excelente set de 5 temas en los cuales demuestran alejarse de sus referencias como My Bloody Valentine o Sonic Youth, creando un sonido propio dónde la excelente voz de David gana enteros a cada concierto. El juego de luces al final del concierto, apoteósico.
KID 606
Su música ha sido definida como electro-punk, o electrónica abstracta, y en realidad eso es lo que práctica, pues su música es una descarga de sonidos inconexos y en muchos casos sin sentido aparente.
12TWELVE
Uf. Los que tiempo atrás fueron considerados los hermanitos barceloneses de Mogwai o Godspeed You Black Emperor!, han crecido, pero han crecido tanto en un año que se están convirtiendo en un monstruo imparable. El concierto del PopAttack fue una descarga de 30 minutos que nos dejó a todos con cara de tontos, con ganas de marchar a casa y dejar para otro momento lo que vendría después, porque pensábamos que nada podía superar lo visto en esa media hora. Y es que 12Twelve son actualmente, bajo mi particular punto de vista, la banda española con mejor directo.
THE VON BONDIES
Por motivos que no vienen al caso, me perdí la actuación del grupo de Detroit, que presentaba su disco «Lack Of Communication».
BEACHWOOD SPARKS
Con ellos nos trasladamos a la California de los 60. Despertaron mi curiosidad en buena parte del concierto y mi aburrimiento en la otra. Su disco es bueno, pero los recuerdos a Buffalo Springfield o Flying Burrito Brothers acuden a mi cabeza en demasiadas ocasiones como para que me fascinen.
THE WHITE STRIPES
Otro de los nombres del 2001 que todavía no nos había visitado. Los supuestos hermanos Jack y Meg White (ojito con las coletas de Meg) practican un rock setentero muy sucio, simplemente con batería, guitarra y voz (para que más?), y unas canciones barriobajeras que nos traen a la mente otras épocas dónde se hacía rock de calidad, no como ahora. Y aunque en los 70 no hubieran sido dignos ni de telonear a los Led Zeppelin, la propuesta en directo de The White Stripes (ojo, visten siempre de blanco y rojo por el color de unas piruletas típicamente americanas) resulta divertida, curiosa, y porque no decirlo, original.
HEFNER
Si digo que no los admiro, miento. Estos 4 freaks despertaron mi curiosidad el año pasado y desde entonces, me lo paso en grande cada vez que los veo en directo. Darren Hayman es un tipo extraño, desde sus letras, hasta en la forma de cantar, de saltar o de beber. El bajista se lo pasa en grande, riendo las gracias de Darren y del freak número 1 mundial, Jack Hayter, guitarra y teclista, posiblemente una de las personas más feas del mundo. Esos son Hefner, unos contadores de historias que han olvidado las guitarras en su último disco «Dead Media», pero que las recuperan en directo, para viajar por los tiempos del «Breaking God´s Heart» o del «Fidelity Wars», tocando sus himnos por el alcohol y por el tabaco.
Y es que cuando se pusieron en materia actual, como «Junk», sólo consiguieron aburrir al personal. En cambio, con «Don´t Go» o «I Love only you», el efecto fue el contrario. Recemos para que Darren encuentre sus guitarras en el próximo disco.
MOGWAI
Los escoceses eran las grandes estrellas de la noche. Tuve la suerte de vivir el concierto de The White Stripes al lado de ellos (y estaban flipando :-), y de ver su directo desde la parte de atrás del escenario.
Las caras de la gente, tapándose los oidos en muchas ocasiones y flotando entre guitarras afiladas al máximo, lo decía todo. Mogwai ejecutaron un set tan rotundo que al final del concierto la gente estaba en estado de shock, un terremoto sonoro que dejó a la antigua Zeleste tambaleándose.
Comenzaron con «Sine Wave», las olas que abren su último disco, para después pasear por toda su discografía: «Satan», «Ithica 27/9», «Jesus», «Christmas Steps», «Cody», , «Ex-Cowboy», «Secret Pint» o «Summer» fueron la base de su concierto.
Para acabar, 20 minutos de «Jewish». Ruido extremo finalizado brillantemente por sus técnicos de sonido, cuando las guitarras ya colgaban de los amplis y los pedales de distorsión estaban al borde del colapso.
Aun así, después de verlos 3 veces en un año, Mogwai han perdido la capacidad de sorpresa, un punto que siempre juega a su favor, y hay ocasiones en que la excesiva repetición de estructuras los deja al borde del aburrimiento. Eso si, sólo algunas veces.