Conciertos

QFestival – Complejo La Masía (Alzira (Valencia))

Qfestival 2014
El QFestival del 2014 fue el de el regreso, después del parón del año pasado, y también el de los cambios y las pruebas, algunas de las cuales resultaron interesantes y otras fallidas. Interesante es tener dos escenarios e intentar que siempre haya alguna banda tocando en uno de ellos, algo que hace por ejemplo el también valenciano Deleste Festival; interesante también es continuar con la propuesta de bandas locales tocando en el exterior del recinto para amenizar el tiempo entre conciertos; interesante, y necesario, es el cambio de local para continuar con el imparable crecimiento del festival.
Pero toca hablar también de los errores, o las pruebas que no salen como uno espera. El principal de ellos, escoger una sala de banquetes con suelos de mármol, altos techos, paredes irregulares y laterales de cristal. No parece la mejor elección para un festival de música, desde luego, como pudimos comprobar en todos y cada uno de los conciertos. También merece repensarse la idea de tener una banda continuamente tocando en el exterior, una idea que funcionó de manera espectacular en anteriores ediciones, con un único escenario, pero con dos ya no tiene por qué haber espacios muertos entre conciertos, así que se pierde un poco esa función de entretenimiento. Claro que si se trata de amenizar la espera a los que sólo pagan para ver las dos bandas que les interesa, y el resto del tiempo se lo pasan entre el jardín y la barra, entonces nada que objetar. En todo caso un poco más de aislamiento entre los tres escenarios sería de agradecer para futuras ediciones. También sería preferible algo más de coherencia en los horarios: poner a Manel a las 21:30 un día laborable, y a un grupo emergente de enorme calidad como Clara Plath a las 03:00 de la madrugada, cuando ya han tocando todos los grandes y la gente está por otras cosas, suena un poco a improvisación sin pensar en las consecuencias.
Dicho todo lo anterior con ánimo constructivo, porque la provincia de Valencia necesita un festival de estas características, vamos a lo que supongo os interesará más a todos: la música.
Helsinki. Escenario F. 19:30
Helsinki QFestival 14
A las 19:45 (uno tiene que trabajar) llegué al recinto y deposité mis tres kilos de alimentos no perecederos (el festival se celebra con fines solidarios) y pasé a por la acreditación. Antes de mi llegada ya habían actuando Dalamont, de los que no tengo ninguna referencia ni nadie me pudo contar nada, en el escenario Q. Después de recorrer el jardín y encontrarme con algunos amigos me dirigí al escenario F para ver lo que quedaba del concierto de Helsinki. Llegué a tiempo de escuchar un par de canciones, entre ellas creo que la que da título a su álbum («Tormenta de neón»), y desde luego aquello era una tormenta eléctrica, un huracán guitarrero que casi consigue vencer a la endemoniada acústica de la sala. Los valencianos llevan el rock de guitarras en sus venas, desde luego. Veremos qué pasa con ellos.
Moonflower. Sala Q. 19:55
Moonflower QFestival

Los también valencianos Moonflower fueron los protagonistas de la siguiente actuación en la sala Q. Con un LP publicado, y una extensa experiencia americana a sus espaldas, se les ve seguros y bien plantados en el escenario. En los primeros momentos parecía que íbamos a asistir a una sesión de folk rock atmosférico y poco beligerante, pero pronto de desataron las guitarras y volvimos a tener una experiencia acústica y visual muy impactante, aunque también lastrada por los ya mencionados problemas generales de acústica en las salas. Interesante banda a la que intentaremos seguir los pasos. De momento sabemos que publican nuevo álbum el próximo año. Estaremos atentos.

Grayson. Escenario F. 20:15
Grayson QFestival 2014

Otro grupo local, Grayson, cogió el relevo en el escenario F. De nuevo asistimos a un sinfín de explosiones guitarreras y a una avalancha de ruido, algo que llevaba camino de convertirse en una seña de identidad del festival en esta edición 2014. El rock alternativo y sin concesiones de Grayson tiene calidad, además de ímpetu y potencia. Los de Xàtiva llegaban al QFestival avalados por una trayectoria exitosa en concursos y festivales de promoción varios, y lo cierto es que demostraron que merecían el sitio. Su concierto del festival fue uno de los muchos que estan realizando por toda la provincia para promocionar su álbum Broken Toys. Habrá que darle una escucha.

We Used To Pray. Escenario Q. 20:40 

We Used To Pray QFestival 2014

Los también valencianos We Used To Pray desplegaron en el escenario Q todo un arsenal sonoro y visual (excelentes proyecciones de fondo de su vídeo-EP, impecable su sincronización con las canciones) que no pudo lucir excesivamente por los ya consabidos problemas de sonido. Su propuesta, una especie de post-rock espacial con aspiraciones a manejar multitudes, merecía mejores condiciones. En los momentos más calmados conseguían crear ambientes mágicos, pero en los repentinos crescendos todo se diluía en una inmensa bola de sonido sin significado. Los desesperados intentos del cantante por conseguir que se oyeran sus gritos tampoco ayudaron demasiado. De momento, a la espera de verlos en situación más conveniente, mejor en disco: su EP Loud Intertitles es realmente bueno.

Manel. Escenario F. 21:30

Manel QFestival 2014

El primer gran momento de la noche para muchos llegó con la salida de Manel al escenario F. La gran multitud de gente que llenó el recinto, y la emoción con la que fueron recibidos los catalanes, daban constancia de que muchos de los asistentes habian pagado la entrada del festival simplemente por ver a los protagonistas del fenómeno más mediático del pop en catalán de las últimas décadas. Temas como «El mar», «Mort d`un heroi romàntic», «El gran salt» o «Benvinguts» eran coreados manos en alto, pero por supuesto los momentos culminantes del concierto fueron, como habitualmente, «En la que el Bernat se`t troba», la conocida versión que realizan del «Common People» de Pulp («La gent normal») y el ya clásico final de actuación con «Teresa Rampell». Una vez más se hizo evidente que el fenómeno Manel tiene claramente su origen en su directo, donde muestran su cara más potente y desenfadada a la vez. No quiero decir que sus discos no sean buenos, pero carecen de esa faceta roquera que impulsa las canciones más allá de la impoluta amabilidad campechana de sus grabaciones más folk. Unos grandes, ya.

China Crisis. Escenario Q. 22:40

China Crisis QFestival 2014

El momento que la mayoría de los asistentes más jóvenes aprovecharon para tomar un bocado fue, para los más veteranos, el más emotivo de la noche. China Crisis volvían a Valencia después de muchos años, como ellos mismos recordaron a lo largo de la noche. Llegaron a mencionar qué canciones no habían vuelto a tocar en estas tierras desde aquel recordado concierto con Simple Minds en 1984. Gary Daly y los suyos publican este año nuevo álbum (lo presentaron por la mañana, junto a Julio Ruiz), el primero en veinte años, pero aunque mostraron alguna canción nueva lo cierto es que el público esperaba los clásicos. Y los clásicos no se hicieron esperar: «African and white», «Working with fire and steel», «Wishful thinking», «Tragedy and mystery», «Christian», «Black man Ray»… Interpretadas, además, de manera impecable por el quinteto a pesar de lo poco en serio que el señor Daly, con su traje y su corbata, parecía tomarse el concierto, a juzgar por sus poses y sus bailecitos. Eso sí, no perdía el ritmo ni le temblaba la voz. Espectacular, por cierto, la que mantiene todavía el guitarrista Eddie Lundon. Una actuación profesional con bastantes concesiones a la nostalgia. Mucho me temo que su nuevo álbum interesara bastante menos que el puñado de clásicos que nos regalaron en este retorno a Valencia.

La Habitación Roja. Escenario F. 23:40
La Habitación Roja QFestival 2014

Mientras se apagaban los ecos de la actuación de China Crisis, salieron al escenario F los valencianos La Habitación Roja. Un grupo ya consagrado que puede presumir de una trayectoria excepcional, pero que tuvo la mala suerte de lidiar con un sonido que hacía casi imposible distinguir las canciones salvo que fueras fan o estuvieses en la primera fila. En esas condiciones poco había que disfrutar, aunque los más fieles bailaron, saltaron y cantaron a pleno pulmón canciones como «Si tú te vas», «De cine», «Indestructibles» o «La segunda oportunidad». Poco más que contar, porque el irresistible eco de las canciones destruyó cualquier opción de análisis. Eso sí, LHR crecen cada día más en directo y sobre el escenario no queda ni rastro de esos peligrosos devaneos con el pop almibarado al que a veces se acercan en sus discos. 

Aviador DRO. Escenario Q. 00:40

Aviador DRO QFestival 2014

Para bien o para mal, Aviador DRO son hoy una parodia de lo que eran en su momento de gloria. Para bien, porque nunca fueron un grupo para ser tomado muy en serio, y ese era su encanto: ser ellos mismos una parodia; para mal, porque quien se acerque a sus conciertos buscando la liberación mental, el descaro, la irreverencia y la frescura de sus buenos tiempos lógicamente saldrá decepcionado. Una actuación funcionarial echando un vistazo a algunas de sus mejores canciones y a otras totalmente olvidables. La interacción con el público, esas delirantes actuaciones que solía ofrecer Servando Caballar, se limitaron al reparto de octavillas desde el escenario, con pocas ganas además. El escaso y poco participativo público tampoco hacía demasiado por remontar la situación, todo hay que decirlo. En fin, uno no puede evitar sentir un pinchazo de nostalgia al escuchar «Nuclear sí, por supuesto», o «Selector de frecuencias», es cierto, pero hay recuerdos que están mejor así, en el recuerdo, y uno nunca debería intentar revivirlos. Ahora mismo Aviador DRO me interesan más como concepto teórico, como objeto de análisis sociológico y musical, que como banda de directo.

Dorian. Escenario F. 01:30
Dorian QFestival 2014

Pasada la 1:30 de la madrugada, llegamos al otro momento más esperado del festival para la facción más juvenil de los QFestivaleros: Dorian. Su pop electrónico y a veces lánguido se vuelve directo y potente sobre el escenario. Sigue siendo igual de intrascedente, sí, pero consigue atrapar a la gente y crear un ambiente especial en sus conciertos. Mucha gente, muchas chicas, manos en alto y mucho baile en respuesta a los descontrolados decibelios que fluían desde el escenario. A mí particularmente me gustan más cuando bajan un poco las revoluciones («Soda Stereo», por ejemplo) pero entiendo que la gente flipe con sus himnos adolescentes, con su calculada imagen, con sus ritmos no menos calculados y con sus toques de electrónica bailable. Lo tienen todo para triunfar. O para seguir triunfando, según se mire. El final de su concierto, lamentable e inexplicablemente, se solapó en más de veinte minutos con el inicio de la actuación de Clara Plath. Yo quería ver a los murcianos a toda costa, así que me perdí las últimas canciones. A juzgar por lo que se veía a través del cristal yo diría que cerraron con «A cualquier otra parte», principalmente porque no la habían tocado todavía cuando yo me fui y porque el espectáculo de pirotecnia luminosa y manos en alto así me lo hicieron pensar.

Clara Plath. Escenario Q. 02:30

Clara Plath QFestival 2014

Los murcianos Clara Plath tuvieron que lidiar con la peor plaza. Casi las 3:00 de la mañana, ningún grupo principal pendiente de tocar y sesión de DJs en la terraza. Con la misión cumplida, pues cada uno habría visto ya a sus grupos deseados, la gente salió de ver a Dorian y pocos fueron los que se asomaron a ver al menos qué pasaba por el otro escenario. La mayoría decidió dirigirse a casa a descansar o a la terraza a seguir la juerga. Quien paga manda, y cada uno es libre de asistir o no asistir a los conciertos que quiera, pero creo que dentro había al menos tanta fiesta como fuera. En fin, los escasos 20 ó 25 valientes que nos quedamos a ver a la banda de la poetisa murciana fuimos recompensados con un show de rock que no tuvo nada que envidiar a lo que los grandes nombres nos habían ofrecido anteriormente. Con apenas dos años de existencia como banda, los murcianos están increíblemente engrasados y compenetrados, son muy versátiles con sus instrumentos, dominan el escenario como unos veteranos y, como vimos ayer, saben también sobreponerse a los elementos adversos. Con una actitud excelente y buen humor se enfrentaron a las circunstancias atacando sin piedad los temas ya conocidos de su EP Hi Lola! (espectaculares «Dancing song», «Fallen» y «Fuck my car») y presentando alguno nuevo con bastante buena pinta. Un 10 para ellos. De los tres mejores conciertos del festival, sin duda alguna.

Peor suerte todavía corrieron Metropol, otro grupo local al que también increíblemente programaron casi a las 4 de la madrugada en la sala más interior del recinto, mientras lo que quedaba de fiesta se desarrollaba fuera. Es como si en el FIB hubiese un grupo local tocando durante la sesión de Aldo Linares. ¿Qué se puede esperar? Pues lo que pasó, que cuando yo me asomé a ver la prueba de sonido estaban los músicos, los técnicos y dos guardias de seguridad. Me tuve que ir porque ya llevaba 8 horas de pie viendo conciertos, y además tampoco me apetecía un pase privado. Yo supongo que grupos como Clara Plath y Metropol estarán encantados de que les llamen para tocar en un festival, a la hora que sea y ante la cantidad de gente que sea, pero creo que todo el mundo se merece un respeto y a estos dos grupos no se les ha tenido.

Wear Djs i DJQuetos QFestival 2014

Wear DJs      DJ Quetos

Merecen también una mención los grupos y DJs que amenizaron la estancia en el jardin a aquellos que salieron a tomar una cerveza o una tapa, o simplemente a echarse unos bailes que mejoraran lo que en esos momentos ofrecían los escenarios principales. Primero, desde temprana hora, fueron los grupos La Fúmiga, Recámara y La Furgo Vand, que ofrecieron divertidas versiones de canciones conocidas. Luego más tarde les llegó el turno a los DJs. Wear DJs y DJ Quetos, que ya actuaron hace unas semanas en la presentación del festival que tuvo lugar en Valencia, cogieron el relevo y pincharon éxito tras éxito hasta las tantas de la madrugada.

Espero de todo corazón que se tome nota de todos estos inconvenientes que he comentado anteriormente para que el QFestival siga creciendo de forma controlada y metódica, convirtiéndose en un referente no sólo para la comarca o la provincia, que ya lo es, sino para toda España. 

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