Singles Supremos: «Get out of your lazy bed» de Matt Bianco
Inglaterra. Año 1984.
La más que respetable corriente del synthpop parecía haber tocado techo y todo indicaba que el intenso reinado de bandas como, por ejemplo, Ultravox, Erasure, Heaven 17, OMD o Soft Cell estaba próximo a concluir. Se estaba gestando otro sonoro movimiento estilístico y se preveía otra evolución más dentro del rico cosmos musical de Gran Bretaña.
Entonces, empezó a sonar en las radios de esa enorme isla una nerviosa, divertida y festivalera canción de pop-swing moderno y electrónico; la cual provocó que, en las terrazas de los bares, las parejas se levantasen de la mesa donde tomaban la copa de Martini y se lanzaran a un baile agarrado pero desenfrenado; casi como si estuviésemos en los E.E.U.U. de 1935. ¿Quiénes eran aquella banda, la cual provocó esas renovadas sensaciones en la audiencia, a través de su single de presentación?
A-Get up. A-Get up. She goes out every night A-Get up. A-Get up. I don’t care anymore. GET UP! A-Get up. A-Get up. A-Get up. (Repeat chorus) |
Levántate. Levántate. Sal de tu cama, perezosa. Antes de que cuente hasta tres, da un paso al frente, nena.Ella sale todas las noches hasta el alba y duerme todo el día. Así que vamos, levántate. No lo repetiré, te sacaré a rastras.Levántate. Levántate. Sal de tu cama perezosa. Antes de que cuente hasta tres, da un paso al frente, nena. Ya no me importa lo más mínimo. ¡LEVÁNTATE! Levántate. Levántate. (Repetición del estribillo) |
Aquel tobogán en forma de canción se titulaba “Get out of your lazy bed” y su contrariado protagonista trata de despertar por la mañana, como sea, a su novia dormilona, juerguista y noctámbula. Pudiera ser, quizás, que dichos acordes posean ese sonido tan jovial y acelerado, respecto al mentado texto gruñón, como reacción para combatir la pasividad de una resaca y el brusco desánimo, posteriores ambos a una descontrolada madrugada de alcohol y jarana; expresado ésto siempre aludiendo a una probable inspiración de estos músicos con base en Londres.
Dicha tonada se disparó hasta el nº15 en Gran Bretaña pero, ¿cómo había conseguido, de golpe, este tema ese alto puesto en las listas de su país y como había llegado a construir ese sonido tan peculiar aquella banda novel?
Todo se fraguó dos años antes, es decir, después del lanzamiento de Chewing the Fat (1982), el primer álbum de Blue Rondo A La Turk, un estilista grupo inglés de hasta diez integrantes que practicaban salsa, pop y cool jazz. Ante la exigua huella comercial de dicho proyecto debutante, se apartaron del mismo el cantante y guitarrista Mark Reilly, el bajista Kito Poncioni y el teclista Danny White.
En ese año 82, dicho terceto fundó la banda Bronze pero, aunque almacenaban intenciones sonoras de smooth jazz, soul y sonidos latinos, los propios Reilly, Poncioni y White sabían que debían ofrecer algún toque distintivo a su nueva apuesta con respecto a su antigua formación. Es entonces cuando probaron y después aceptaron a una talentosa cantante de Polonia con una dilatada experiencia previa, tras haber actuado ella en su país natal con las bandas Astry, Alibabki y Perfect, en los años 70, y que se había trasladado a Londres, en 1981, para probar suerte con artistas de esta metrópolis.
Ella era (es) Barbara Trzetrzelewska (de apellido impronunciable a no ser que procedas del Este de Europa) pero todo el mundo la conocía artísticamente por su diminutivo, Basia; la cual proporcionaría a Bronze un singular, llamativo y sugerente contraste femenino durante las primeras actuaciones, en directo, del recién montado cuarteto.
Fue ya 1983, cuando estos mismos intérpretes firmaron un contrato con la potentísima y reputada compañía WEA Records y modificaron el nombre del grupo, denominándolo Matt Bianco; un término inventado y que podría resultar el de un espía ficticio, ya que a éstos músicos mencionados les agradaban la música de series de televisión y las bandas sonoras de las películas de ese tipo, donde aparecen agentes secretos vestidos de etiqueta como, por ejemplo, James Bond.
De tal modo, publicaron el primer single “Get out of your lazy bed”, en Febrero de 1984 y ya solamente el ondulante bajo sintetizado de rasgos swing (en realidad, no se trata de un contrabajo en la versión de estudio) de Danny White y ese contagioso grito inicial de “¡Uooooooohhhh!” te introducen ambos, directamente, en la canción y tus pies y tu cabeza ya no pueden dejar de menearse. Acto seguido, el frenético ritmo del teclado del propio Danny White, el impoluto solo de saxofón del colaborador Ronnie Ross o la veloz y vibrante manera de cantar de Mark Reilly te capturan, definitivamente, sin que tu memoria ni logre ni tampoco desee escapar ya de semejante torbellino bailable. Como guinda positiva y por si tu oído albergaba algún gramo de resistencia, te terminan de someter las imperiales, efectistas, envolventes y magistrales armonías vocales de Basia.
Resultó ella, sin discusión, un elemento decisivo para el despegue de la popularidad de la banda.
Aunque en el simpático y “ajedrezado” videoclip de “Get out of your lazy bed”, Matt Bianco aparentan ser un compacto cuarteto, en realidad, el bajista brasileño Kito Poncioni solo participó en la grabación de la cara B, “Big Rosie” y se marchó del grupo antes de que el resto entraran al estudio para armar el primer LP Whose side are you on? (1984). Dentro de dicha obra, acompañan al formidable electroswing “Get out of your lazy bed”, otra serie de relucientes esmeraldas de incalculable valía como “Sneaking out the back door”, “More than I can bear”, “Half a minute”, “Matt’s mood” o el propio tema titular. Todo ellas conformaron un convincente y pegadizo repertorio, el cual logró, por ejemplo, acceder al nº1 de las listas de Austria, al nº3 en Alemania y al nº7 en Holanda; además de vender un millón y medio de copias en toda Europa.
Y es que las cosas tenían que salir bien, por fuerza, para la suculenta y saltarina “Get out of your lazy bed” y las otras piezas de ese álbum del año 84, porque Basia, Mark y Danny contaron para la producción y los arreglos con nada menos que Peter Collins, el cual poseía un currículum de consideración al desempeñar su función también con Gary Moore, The Cardigans, Bon Jovi, Alice Cooper o The Brian Setzer Orchestra; entre otros astros. Apuntar también que el mismo Collins gozó del inestimable auxilio de los respetados y duchos técnicos de sonido Phil Harding y John Buckley para la grabación y las mezclas, respectivamente, acerca del single supremo que hoy nos ocupa.
El mismo, por cierto, fue interpretado en directo por Mark Reilly y compañía, por ejemplo, en España, en el añorado programa Tocata, en Agosto del propio año 1984; entre otros muchos emplazamientos de la gira por el Viejo Continente para promocionar el insigne LP Whose side are you on?
Junto a Matt Bianco, entonces fueron forjándose un sustancial hueco en el panorama musical de Inglaterra, muchos otros artistas de esa misma corriente sophisti-pop como Swing Out Sister, Style Council, Simply Red, Prefab Sprout, Sade o Deacon Blue; entre otros ejemplos.
Lamentablemente, la primera oleada de magia se quebró en el seno de Matt Bianco cuando, Basia y Danny White, inmersos en una relación sentimental entre ambos, decidieron fugarse del combo en el año 1985. Ante esas relevantes ausencias, Mark Reilly se vió obligado a remodelar y reorientar aquella cautivadora y refinada aventura sónica y fichó para la misma al teclista Mark Fisher y a la vocalista Jenni Evans (la cual, sin embargo, tampoco permaneció mucho en el proyecto).
Aunque a través sus dos posteriores LPs, el homónimo de 1986 e Indigo (1988), los prodigiosos Matt Bianco alcanzaron su máxima celebridad, no cabe duda de que la inoxidable “Get out of your lazy bed” fue la primera gran columna para conformar la esencia de un grupo verdaderamente imborrable y que, bajo mi objetivo parecer, se halla en el Top-15 de agrupaciones más descollantes de la propia década ochentera; solo levísimamente por detrás de Dire Straits, The Police, U2, The Smiths, The Cure, Simple Minds o The Housemartins, entre otros de los que ya se han hablado, ampliamente, en Muzikalia.
“Get out of your lazy bed”: una canción ideal para hacerla sonar y bailarla después de la cena de Nochevieja o en cualquier otra jubilosa fiesta.
Me ha encantado este artículo, ya que siempre fui seguidora de Matt Bianco. A los que considero uno de los grandes grupos de los 80.
Su música animada conquista al más pintado.
Bravo Txus y Bravo MZK.
Supremo single, sí, y supremo álbum también (para mi, el mejor e insuperable de Matt Bianco) repleto de hasta 5 sencillos, que sonaron entre 1984 y 1985 y que, en efecto, acompañaron la corriente «sophisti-pop» de la cual entonces no éramos conscientes, junto a combos como los ya citados de Sade y Simply Red o Everything But the Girl, ente otros muchos. Aunque no sé si el mejor de sus singles, «Get Out of Your Lazy Bed», cargado de swing, buenos ritmos y gran calidad, supuso su inequívoca llamada de atención a la popularidad. Luego Basia, también por sí misma objeto de peculiar estudio, gozó de su cuota de éxito e indudable reconocimiento, volviendo esporádicamente al grupo bien entrados los noventa, si bien no reeditaron el exitazo inicial y aunque el inquieto Mark Reilly y su exquisito gusto musical, no han dejado de trabajar, bajo el nombre del grupo, y desde un segundo plano ya, lanzando propuestas siempre interesantes, aunque para interesante, y mucho, este nuevo supremo artículo, también plagado de muy buen gusto, de Txus Iglesias, en las excelsas páginas de Muzikalia. Un cordial saludo.