The Kills – No Wow (Domino / Pias)
The Kills, el dúo anglo-americano formado por Alison Mosshart y Jamie Hince, presenta su último disco, No Wow, dos años después de aquel Keep On Your Mean Side que tan bien recibido fue por la crítica independiente. Siguiendo la senda ganadora del momento marcada por grupos como The Strokes, The Raveonnettes, The White Stripes o The Yeah Yeah Yeah´s, la pareja ha sabido combinar correctamente el «low-fi» y una actitud punk de pasarela hasta convertirse en uno de los grupos más «in» de la escena indie-rock actual. No deja de ser curioso lo mucho que se asemejan estos grupos entre sí… Además de la casualidad de que todos ellos tengan como nombre The + plural, su música, actitud, look, y hasta la trayectoria de sus carreras se parecen muchísimo. No quiero ofender a nadie, pero diría que hasta huele a moda, o bueno, perdón, a «escena».
Sea como sea, No Wow es un disco que entra bien y tiene un buen comienzo. Los dos primeros cortes, «No Wow» y «Love is a deserter» son de lo mejor del disco y a la vez un síntoma de lo peor. Por un lado suenan muy bien; las bases electrónicas de ritmo robótico junto con la distorsión de garaje y la voz sugerente y descarada de Alison crean un conjunto muy sólido. Y además hay que decir que, sobre todo, The Kills saben hacer un buen uso de la repetición y del in crescendo, lo que da a las canciones un ritmo frenético. Lo malo es que a lo largo del disco da la sensación de que el dúo sólo sabe sacar buenas canciones recurriendo a esa fórmula.
Y luego está el tema de PJ Harvey… A ver, yo no tengo nada en contra de que un grupo se parezca a otro, y es evidente que todo el mundo se inspira en alguien y tiene sus influencias, pero es que en este caso la sombra de esta artista es increíblemente alargada. La voz, el ritmo, la entonación y hasta las melodías de Alison suenan clavadas a PJ Harvey. El tercer tema sirve de ejemplo de esto. Una buena canción, sosegada y llena de arranques compulsivos de rabia, pero otra vez… ¡estoy oyendo a PJ Harvey! Yo no digo que no tengan sus diferencias sino que sus parecidos son demasiados.
En fin, «The Good Ones», otra que suena muy bien, con un muy buen sampler pero, al fin y al cabo, la fórmula de las dos primeras canciones con el aliciente de la muy buena combinación de las voces de Alison y Jamie cantando a dúo. Y, por cierto, antes de que se me olvide, ¿la intro no es igual que la de «I´m Only Happy When It Rains» de Garbage? «I Hate The Way You Love» y otra vez lo mismo, base acelerada y distorsión… En este caso la sensación de Deja vú es máxima cuando llega el estribillo y uno se da cuenta de que en vez de I hate the way you love, Alison podría cantar perfectamente el “Your love is a deserter” del segundo tema casi sin cambiar una nota. «At The Back Of The Shell» suena, por fin, diferente. Más pausada y con un aire mas triste y trip-hop. «Sweet Cloud», para mí la mejor, es un buen tema con una base pesada y reververante y una Alison que por fin muestra una melódica más propia, más country-rock. El guitarreo sucio e incierto sigue siendo el mismo del resto del disco, pero bueno, es innegable que suena muy bien y le da al tema un toque muy Hendrix. «Rodeo Town» sigue el tono country y es quizás la canción más meláncolica y de estructura más convencional del disco, country ralentizado y agridulce, pero «Murdermile» es otra vez la misma combinación del principio. Es cierto que tiene mucho ritmo y actitud, pero es otro refrito de los temas 1, 2, 5, 8 y 10. Por último «Ticket Man», sólo piano y la voz de AlisonAlison; otro contado intento de cambiar un poco de sonido, pero la canción se hace aburrida.
Lo cierto es que al final de la escucha la sensación es extraña. Es un disco con muy buenas canciones, mucho ritmo y toques de rock sucio. The Kills saben, desde luego, cuales son sus fuertes, pero no parecen tener un horizonte muy lejano, ya que en este disco acaban repitiéndose a sí mismos hasta la extenuación a lo largo de, tan sólo, once temas. En todo caso no es un mal disco, y gustará seguro a los fans de los grupos citados al principio.
El tiempo dirá.