The Wave Pictures – El Sol (Madrid)
Bajo el amparo del ciclo Heineken Music Selector, The Wave Pictures han realizado estos últimos días una pequeña gira que les había llevado previamente a Barcelona, Valencia y Pontevedra, para terminar esa noche en la sala El Sol de Madrid. El trío británico se prodiga con cierta frecuencia por nuestras tierras desde hace algunos años, en gran parte por la gran aceptación que aquí tiene su música y por eso, ellos disfrutan especialmente compartiendo sus canciones con el público español, ya que la acogida que aquí tienen sus directos es incluso mayor que en su propio país y esto es algo que ellos mismos recalcan con frecuencia. En esta ocasión, el motivo de su visita era la presentación de nuevo trabajo Long black cars (Moshi Moshi / Coop) y el público madrileño volvió a responder llenando la sala, al agotarse las entradas durante la jornada previa al evento.
Sus tres miembros son gente sencilla, con pocas ganas de llamar la atención más allá de con sus propia música y por ello, subieron al escenario sin mostrar ningún alarde de notoriedad ni tiempo para recrearse públicamente, sino que directamente empuñaron sus instrumentos e instantáneamente abrieron la velada interpretando «Now your smile comes over in your voice» de Beer in the breakers, su anterior trabajo y que enlazaron casi sin detenerse con Stay here and take care of the chickens, tema que abre su reciente último disco, el cual aún estaba “saliendo del horno” en esos momentos: su nuevo álbum no se publicaba oficialmente hasta el día siguiente al concierto, por lo que seguramente muchos de los asistentes no habían podido aún saborearlo e incluso, aquellos que quisieron, pudieron hacerse tras el concierto con una copia del mismo en primicia durante unas pocas horas, en un improvisado tenderete que montaron un par de los componentes del grupo sobre una mesita, al finalizar la actuación.
Una vez metidos en faena, la banda comenzó a desgranar sus nuevas canciones, que fueron aderezando con temas de sus anteriores referencias de forma bastante acertada; así, tuvieron gran acogida dos de las nuevas canciones («Spaghetti» y «Never go home again»), que con su animado toque cercano al folk americano, combinaron a la perfección con temas añejos como «Little Surprise» o «Too many question», todos ellos con un aire muy similar y con los que lograron animar al personal precozmente, sin aún haber tenido aún que recurrir a sus “grandes éxitos” durante este primer tramo de la actuación. Pese a todo, después no podían de dejar de sonar algunos temas imprescindibles como pueden ser «I love you like a mad man» o «Friday night in Loughborough», canciones pertenecientes al aclamado Instant coffe baby y que fueron ampliamente coreados por el respetable, como era de esperar.
A pesar de su enorme sencillez, es imposible no quedar anonadado con el virtuosismo a la guitarra de David Tattersall, líder y vocalista de la banda, quien demuestra unas habilidades excepcionales durante la interpretación de cada tema, lo que se ve remarcado cada vez que acomete alguno de sus frecuentes solo de guitarra; sus propios compañeros son absolutamente conscientes de sus prodigiosas ejecuciones, llegando a ser apodado cariñosamente en un determinado momento de la actuación como “guitarra caliente” por Jonny Helm, batería del grupo, con sus básico dominio del español. El bajista, Franic Rozycki, suele preferir quedarse en un segundo plano y se limita a hacer los coros de determinados temas, pero ya es tradicional que el aparentemente introvertido percusionista del grupo, realice alguna incursión vocal durante las actuaciones y en esta ocasión, nos deleitó con una íntima versión de «American Boom», canción que cierra el Susan rode the cyclone.
Y así, tras casi una treintena de temas y dos horas de actuación que personalmente se me pasaron volando, el concierto se prolongó hasta mucho más allá de la medianoche, lo cual al tratarse de un lunes, supuso un pequeño inconveniente para aquellos que comenzaban pronto su jornada laboral al día siguiente, pero en general, casi todos nos mostramos encantados ante tan excelso ejercicio de buenas dotes musicales, que se zanjó con la interpretación de dos breves temas en un corto bis que realizaron tras una efímera salida del escenario, dejando claro a todos que si algo logran estos tres chicos en su directo es un sonido impecable, lo que viene a demostrar que sus grabaciones no tienen truco alguno, son lo que son y así consiguen trasladarlo en sus conciertos.