Wilco – Azkena Gasteiz (Vitoria)
De vez en cuando se produce ese fenómeno por el cual un grupo con talento pero poco conocido, se convierte en popular. En la actualidad Wilco es una banda con un importante tirón en España. La prensa ha acogido de manera muy cálida (merecidamente, por otra parte) sus dos últimos trabajos de estudio. La banda de Chicago es autora de cinco magníficos discos, pero ¿qué hay de su directo? Por primera vez Wilco venía de gira a nuestro país tras su paso por el Primavera Sound 2004. En su actuación de Vitoria nos dejó un sabor dificilmente superable.
Algunas de las razones por las que el directo que ofreció la banda que lidera Jeff Tweedy en la sala Azkena Gasteiz alcanzó cotas cercanas a la perfección, son:
– Repertorio: no sólo hay que tener canciones que den la talla en directo, sino también hay que saber elegir el repertorio. Wilco superó las 2 horas de set demostrando que cuenta con una variada colección de canciones, de todos los tipos, con hits que hacen que el público se vuelva loco y cante el “oeoeoe”, y con temas lentos que mantienen en silencio al respetable y acarician como si de las manos de una niña se tratase. Momentos estelares fueron: “Spiders”, “I´m a wheel”, “Monday”, “I am trying to break your heart”…
– Ejecución: pocas formaciones contemporaneas pueden alcanzar el nivel de ejecución ofrecido por los norteamericanos. La maestría demostrada por la actual formación de Wilco denota no sólo talento, sino un excelente trabajo de ensayo sin duda fruto de un profesionalismo del que debieran aprender gente como Libertines y otros principiantes.
– Banda: Sólo John Stirratt (bajista) y Jeff Tweedy (voz y guitarra) se mantienen desde el principio. Los actuales compañeros de las dos perlas -Neils Cline (guitarra solista), Glenn Kotche (batería), Michael Jorgensen (teclados y programaciones) y Pat Sansone (teclados y tercera guitarra)- lo bordan. Los seis conforman una banda genial y completa como pocas.
– Talento: muy importante, aunque debe ir unido al trabajo. Sólo Wilco puede contar con el talento de Jeff Tweedy y eso se nota. A la altura de los más grandes de la historia. Y no doy nombres.
– Fusión: pocos artistas –Yann Tiersen es uno de ellos- son capaces de combinar con tanto éxito el sonido más clásico con la experimentación (“I´m always in love” y “Spiders” en un mismo set y todo parece encajar a la perfección).
– Feedback: el público que abarrotó la sala, comenzó frío (como casi siempre por estos lares), pero no le quedo otra que terminar demostrandole a la banda que aquella noche tenía magia y que se sentían agradecidos por formar parte de la misma. Podríamos hablar también de carisma. Ese don hay que saberselo ganar.
Sólo una duda. ¿Cuántas guitarras se trajó Tweedy de gira? ¡Increíble!
Gracias, Wilco.