The Mary Onettes + Tachenko – La Lata de Bombillas (Zaragoza)
Aunque por motivos de espacio el concierto fuese programado en el C.C. Delicias, la actuación era en realidad el plato fuerte que celebraba el aniversario del local con más encanto de la ciudad. Y es que La Lata de Bombillas, cumplía la interesante suma de ocho años de envidiable inquietud cultural y musical.
Abrían la noche los locales Tachenko. La banda del polivalente Sergio Vinadé (otrora miembro de El Niño Gusano y recientemente en Fantasma#3) y Sebas Puente, aprovechó la ocasión de jugar en casa para ofrecer un concierto atípico, en que los temas que integrarán su próximo tercer disco coparon los cuarenta minutos de actuación. Parece que en varias de las nuevas composiciones, las guitarras tendrán más protagonismo que hasta ahora, mientras que Sebas y Sergio se repartirán de nuevo la voz cantante. El pop del cuarteto y su desinhibición sobre el escenario derivan siempre en una empatía contagiosa, entregando un concierto interesante por lo novedoso, pero en el que inevitablemente se echaron de menos algunos de los temas más exitosos de la banda…
The Mary Onettes pertenecen a la excelente y numerosa hornada que últimamente nos llega desde Suecia (Irene, Loveninjas, Shout Out Louds, Club 8, Peter, Bjorn & John… la lista es interminable). En el caso del cuarteto de Jönköping (con un quinto miembro a los teclados para el directo) no escoden en su debut la interminable y bien asimilada influencia de bandas ochenteras como The Sound, The Chameleons o Echo & The Bunnymen y sólo quedaba ver como defendían en directo, y ante unas doscientas personas, sus composiciones.
El concierto comenzó con “Explosions” y tras colar algún tema escondido en sus valiosos ep´s (“R.U.N.”), la voz de Philip Ekströms encontraba su justo punto y así el conjunto empezó a coger ritmo cuando, una tras otra, sonaron canciones tan inspiradas como “Henry”, “Void”, “Lost” o sobre todo “Companion” y “Under The Guillotine” (impresionantes en directo). Apenas cuarenta minutos y retirada, para volver inmediatamente con “Concrete” (de su ep “Make Me Last”) y cerrar definitivamente con ese hitazo que es “Pleasure Songs”. De forma paralela (y coherente) a su oferta, la banda apuesta por una actitud e imagen sobria, vestidos completamente de negro, educados pero escasamente aficionados a la palabrería gratuita y, lo más importante de todo, musicalmente impecables.
Al final, criterio casi unánime y muy favorable entre el público de Zaragoza en una noche propicia para los escandinavos. Y es que, por si no lo han notado, ya va llegando el frío…