El Alpinista – Mundo Pequeño (La Incubadora)
El primer trabajo de El Alpinista demuestra una cosa: que un disco de debut como fue Viaje de Estudios, de Lori Meyers, no es algo tan sencillo. Y pone de manifiesto una segunda: no vale con incluir guitarras distorsionadas y algo de ruido para que un álbum suene indie. Mundo pequeño contiene diez temas de pop rock adolescente en el peor sentido del término: mucha energía y entusiasmo para poco contenido. Se perciben ecos de grupos míticos (Los Planetas) en los comienzos de algunas canciones, en guitarras, en la batería en algún momento, pero el resultado final no podía ser más distinto. Empezando por la tonalidad vocal de César Domínguez y terminando en unos estribillos demasiado facilones, la música de El Alpinista está más próxima a la de grupos para quinceañeras que a la de las dos bandas mencionadas, y desde luego a años luz de las influencias que citan en su página de myspace: Nada Surf, Teenage Fun Club, Radiohead…
El problema de El Alpinista parece ser de enfoque (entre otros), a la vista de los grupos que citan. Componen temas que no desentonarían en un disco de El canto del loco, y los marean un poco con arreglos y recursos de los grupos citados (a un nivel amateur básico). No existe autenticidad, un mínimo de profundidad o de verdadero desparpajo. Da la sensación de que deberá pasar mucho tiempo y ser objeto de muchos replanteamientos para que una banda como El Alpinista pueda cobrar un mínimo interés; o, tal vez, simplemente deba adoptar un planteamiento más descaradamente comercial y probar en el mundillo del pop rock para todos los públicos. Lo que es ahora, Mundo pequeño parece un auténtico paso en falso.