Alex Izenberg – Harlequin (Weird World)
Tras cinco años escribiendo y grabando bajo varios pseudónimos, el artista de Los Ángeles Alex Izenberg presentó el pasado 2016 su álbum debut Harlequin, un disco de pop barroco con acompañamientos de cámara y tintes psicodélicos un tanto complejo y desconcertante.
El disco bebe de bandas como Grizzly Bear y se percibe en cada tema la excéntrica personalidad de Izenberg, pero en su sonido deliberadamente distinto el disco termina por perderse dentro de su propia originalidad; largas pausas, finales abruptos y una instrumentación sobrecargada hacen que temas que empiezan muy bien, con la bonita e ingenua voz de Izenberg acompañada por la guitarra o el piano, terminen por hacerse pesados y demasiado complicados entre tanto ruido.
Cuentos de amor, pérdida o confusión enmarcados en la locura de Los Ángeles y envueltos en violas austeras y ecos de sirenas inquietantes. No puede negarse que Harlequin es un disco interesante y que la intención parece buena, pero el resultado no termina de cuajar. Prueba de ello es “The Farm”, tema que abre el disco y que en su tempestuosidad nos muestra lo que encontraremos en él: demasiada distorsión y arreglos que oprimen las piezas en vez de hacerlas brillar. Esa es la línea de temas como “Libra”, “Archer” o “A Bird Came Down” (este último me hace preguntarme si tiene sentido tanto desorden).
Pero también hay otro Izenberg mucho mejor, un Izenberg romántico, travieso y divertido que encontramos en los temas que dejan los arreglos en un segundo plano y permiten mostrar la mejor faceta creativa del artista estadounidense. Precioso lamento es “Grace” con sus deliciosas cuerdas que encuentran, aquí sí, la justa medida. También lo es “The Moon”, dulce, lenta y pausada, aunque demasiado corta en sus menos de tres minutos. Genial y juguetona “To Move On”, quizás la pieza más pop del disco y “Walz Of The Roots” combina deliciosamente dulzura y personalidad con una instrumentación interesante pero sin pasarse como en otros temas. Y para acabar esa bonita despedida que es “People”, con sus gentes de Los Ángeles cerrando, mucho mejor de lo que empezó, un álbum desigual que he disfrutado en su 50%.
Tengo curiosidad por ver que nos ofrecerá en su próximo trabajo, si depurará su sonido o seguirá envuelto en ese rocambolesco carnaval que es Harlequin. En mi humilde opinión, si siguiera la premisa de que a menudo menos es más, tendría mucho que ganar.