Nestor Rausell se estrena en disco largo con Placeres Vacíos
El rock hay que cuidarlo. Al fin y al cabo, forma parte de nuestro acervo cultural y aunque ya empiece a sonar a «clásico» (los jóvenes dirían más bien «viejuno»), es justo y necesario prestar atención a quien aún ondea su bandera con el entusiasmo del conocedor y amante de ese sonido, pero también con la frescura y convicción de quien se sabe hijo de su tiempo y cuenta con el talento y armas necesarias para hacerse oír, sin sonar a producto revival.
Ese, precisamente, podríamos decir que es el caso de Néstor Rausell, valenciano que lleva ya años labrándose una reputación en esto, primero al frente de Stuntmen y desde 2014 con un proyecto personal, para el cual cuenta con la ayuda de una banda bien consolidada, Los Impostores, integrada por músicos reputados, también pertenecientes a otras formaciones de renombre como Blau Llampec o Santero y los Muchachos.
Con estos últimos, de hecho, guarda cierto paralelismo el proyecto de Néstor al capturar en sí influencias de rock hispanoamericano como Soda Stereo, MClan, Burning o Bunbury y las eternas referencias del rock anglosajón, como Creedence Clearwater Revival, Led Zeppelin o Rolling Stones. De todo ello ya hizo gala en dos EP que llegaron en 2015 (La Espera) y 2017 (Carreteras), ambos muestras certeras de sonido aguerrido y talento para el riff, pero quizá algo estigmatizados por la obviedad a la hora de mostrar referencias y un tufillo en la voz de Rausell a Bunbury, que poco a poco se ha ido difuminando, aunque no desapareciendo, como podemos ver en su nueva referencia, que ve a la banda vestida «de largo» al fin.
Su primer LP lleva por título Placeres Vacíos y evidencia una personalidad ya desprendida de reminiscencias obvias y que es clara consecuencia de una trayectoria de seis años y mucho escenario pisado. Se nota que como compositor hoy en día Néstor Rausell sabe exactamente lo que quiere y que la banda al completo sabe dar el empaque necesario a lo que tiene en la cabeza. El disco, grabado junto al productor Roger García en los RPM Estudios de València, suena como debe sonar una artefacto roquero: como una bala de cañón directa al estómago. Una sección rítmica contundente, guitarras aguerridas y una capacidad vocal que al fin se siente segura de sí misma envuelven ocho canciones que van al grano y no hacen concesiones. Es un disco que se escucha de principio a fin como lo que es, un canto de amor a la melodía acorazada de guitarras, a las emociones a pecho descubierto, a la honestidad de una querencia ciega hacia la música bravucona, chulesca y poderosa que rezuman canciones tan efectivas como «Castigado sin salir», «Ida y vuelta» o «Bosque». Todas ellas merecen que alcemos bien alto nuestra mano cornuda, desde luego.
A continuación puedes escuchar Placeres Vacíos, el primer LP de Néstor Rausell y Los Impostores, en Spotify.
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