Entrevistamos a Paul Leary, de Butthole Surfers: disco en solitario, Melvins y la banda tejana más hilarante
A Paul Leary (San Antonio, EE.UU., 1957) le esperaba una vida bastante convencional cuando, a finales de los 70, conoció a Gibby Haynes en la universidad. Lo extraño y morboso les unió y cambiaron radicalmente de vida. En 1981 formaron el germen de lo que solo un año después sería, casi sin margen de error en los adjetivos, el grupo más surrealista, lisérgico, absurdo y extremo de toda la escena independiente de los ochenta y gran parte de los noventa. Butthole Surfers nos regalaron momentos inolvidables sobre los escenarios y también en forma de ruidosas y provocativas grabaciones que se iban intercalando con las locuras personales de cada uno de sus miembros. Paul Leary debutó en solitario en 1991 con The History of Dogs (Rough Trade) y, tres décadas después, nos sorprende con Born Stupid (Joyful Noise Recordings), un segundo álbum que se publica hoy y que nos sirve de excusa para hablar con él sobre esta nueva grabación, sobre su trabajo con otras bandas como Melvins y sobre el pasado, presente y futuro de Butthole Surfers.
«Estoy de acuerdo con ser estúpido. He sido más afortunado que la mayoría de la gente estúpida».
Born Stupid es tu primer álbum en solitario en treinta años, y el segundo de tu carrera tras The History of Dogs. ¿Cómo te sientes? ¿Por qué ha surgido este año que, a priori, parece el momento adecuado para lanzar este segundo disco?
He estado bastante ocupado con mi trabajo diario como productor, que es muy divertido. No tenía la intención de hacer un álbum en solitario, pero dediqué tiempo a documentar las canciones que me iban viniendo a la cabeza para un nuevo álbum de Butthole Surfers. Aquella perspectiva se desvaneció, así que pensé que debería terminar las canciones que había comenzado y que lo haría en mi propio álbum. Eso eliminó todo el dolor de cabeza del proceso.
Tras un año tan extraño, en el que hemos podido confirmar en varias ocasiones algo que temíamos, que hay más estupidez de la que se puede asumir, ¿crees que nacemos estúpidos o es un señalamiento crítico?
Born Stupid surgió de mis propias dudas acerca de mi cerebro, y no tiene nada que ver con la gran estupidez que ha estado en exposición durante el último año. O los últimos cuatro años… Expresar estos sentimientos ha sido terapéutico para mí. Estoy de acuerdo con ser estúpido. He sido más afortunado que la mayoría de la gente estúpida.
De alguna manera, no parece que haya una línea clara o un patrón estilístico en este álbum. Quiero decir, parece que cada canción tiene su propia personalidad y eso es suficiente para formar un disco realmente interesante sin someterse a géneros o estilos. ¿Cuál es la historia detrás de tu proceso creativo y de la propuesta final de los temas?
Empecé haciendo canciones de rock, pero seguía sintiéndome tonto por hacerlas. El rock es un juego de jóvenes y yo ya no soy joven. Así que abrí la paleta y fui por otros estilos, lo cual fue un alivio instantáneo.
Canciones como «What Are You Gonna Do» o «Mohawk Town» tienen un uso premeditado de voces modificadas por efectos. A pesar de que las canciones van desde los tonos industriales hasta el más puro rollo de BSO de western, el uso de estas voces les da cierta unidad y ese toque Leary y cierto sabor Butthole Surfers. ¿Es esta una marca personal o simplemente te sientes cómodo con esta técnica como la mejor forma de obtener un resultado un tanto extraño?
Tengo una voz terrible para cantar. El sonido me hace temblar. Los avances recientes en los software de alteración digital me permitieron cantar en un rango cómodo y luego modificarlos a los rangos específicos de cada canción. Hay cambios de tono, sí, pero también efectos de modificación de género y modulaciones. Y, además, con ello pude reírme mucho.
Las canciones están llenas de soniquete circense, barniz lisérgico, ambiente raro e, incluso, algún enfoque malvado de lo infantil … Si Tim Burton finalmente decide continuar con la adaptación cinematográfica de «Geek Love», tengo la sensación de que estas canciones serían imbatibles para su banda sonora.
Bueno, la verdad es que eso estaría realmente genial. Lástima que, para entonces, ya esté muerto (risas).
Propones revisiones de dos clásicos de Butthole Surfers. La que haces de «The Shah Sleep In Lee Harvey’s Grave» todavía está en esa onda circense y extraña, pero la propuesta de «Gary Floyd» es quizás menos arriesgada, aunque también interesante con la disminución de la velocidad y la locura. ¿Qué intención tenías o qué ha prevalecido en cada nueva versión?
La mayor parte de la música de este álbum me llegó mientras montaba en bicicleta. «The Shah Sleeps In Lee Harvey’s Grave Revisited» me vino a la cabeza con ese estilo tonto y me persiguió durante un par de años antes de sentarme a grabarlo. Ahora, mi mente está finalmente libre de eso. Sentí que «Gary Floyd Revisited» era más arriesgado, pero algunas personas me dicen que les gusta. De verdad, es ridícula en su forma extraña, y es espeluznante. Los coros se inspiraron en la música Muzak de ascensor de los años setenta. Era muy difícil no reírse mientras los hacían.
«Pensar solo me mete en problemas»
Después de participar en Hold It In de Melvins (Ipecac, 2014) como miembro de la banda y liderando tres pistas, junto con Jeff Pinkus, tu compañero de Butthole Surfers, está clara la conexión especial que tienen Melvins y Butthole Surfers. Pinkus estuvo también en Basses Loaded (Ipecac, 2016) y, por supuesto, en Pinkus Abortion Technician (Ipecac, 2018). ¿Cuál fue tu experiencia con Melvins? ¿Están los miembros de Melvins y Butthole Surfers creando una nueva especie de simbiosis o un espacio de experimentación?
Honestamente, no estaba muy familiarizado con Melvins antes de trabajar con ellos. Soy más fan ahora que he escuchado más cosas suyas. Mucha gente a lo largo de los años me ha dicho que Butthole Surfers y Melvins son sus dos bandas favoritas. A veces me resisto a escuchar música moderna que creo que podría influir en mí. Mi elemento creativo es bastante frágil. En cuanto a crear una especie de simbiosis o espacio de experimentación, lo dejo para que lo consideren los críticos. Mi enfoque de lo que estoy haciendo está bastante desprovisto de un proceso. Pensar solo me mete en problemas. No me gusta ser artificial; simplemente no soy bueno en eso.
Tuve una conversación con Jeff Pinkus cuando estuvo en España de gira hace algunos años con Honky y me aseguró que ama y disfruta cada segundo en el que tiene la oportunidad de subirse al escenario con Butthole Surfers. Dime, ¿cómo te sientes tú hoy en día con Butthole Surfers?
Me siento bastante parecido a como se siente Pinkus. Tocar en el escenario con Butthole Surfers es algo que es tan divertido para mí como de verdad parece. Es una experiencia muy surrealista y lucho por aceptar todo como una realidad. Recordar aquellos años es como un sueño que tuve. Todo fue demasiado fantástico. Después de tres décadas de giras, se convirtió en una rutina. Por mucho que me encantase esa hora sobre el escenario, quedaban todavía en el día otras 23 horas que se volvieron con el tiempo menos divertidas. Solo quería estar en algún lugar y sentir que pertenecía a ese sitio. Ahora, he encontrado ese lugar y puedo vivir esa vida normal con la que siempre soñé.
«Butthole Surfers éramos vagabundos y raros.Ahora, ya solo somos raros»
En 2019, se publicó “Butthole Surfers: What Does Regret Mean?” como uno de los libros definitivos sobre Butthole Surfers. Por entonces tuviste la oportunidad de reunirte nuevamente con King Coffey, Jeff Pinkus y Teresa Nervosa en algunas de las actividades promocionales. ¿Cómo les trata la vida?
Todos están muy bien. Creo que todos nosotros encontramos ese lugar que estábamos buscando, lo cual es realmente un gran logro, considerando dónde estábamos en aquellos tiempos. Éramos vagabundos y raros. Ahora, ya solo somos raros.
Hace algunos años, mencionaste que habíais estado ocupados bastante tiempo con vuestros proyectos individuales y paralelos y hablaste de que quizá fuera el momento de tantear un posible nuevo álbum de Butthole Surfers. Desde entonces, ¿habéis pensado todos en esta idea? ¿Hay planes para que Butthole Surfers vuelvan a la actividad? Esta pausa está tomando demasiado tiempo…
Los proyectos solistas y paralelos nunca fueron responsables de la interrupción de la producción de la banda. Otros factores sí que contribuyeron a eso, y el parón fue, precisamente, lo que llevó a trabajar en producciones en solitario y a mi carrera como productor. Era inevitable. No creo que vuelva a haber nunca más actividad con la banda. Dejamos nuestra declaración de intenciones y puedo vivir con ello.
Puedes adquirir la edición limitada de Born Stupid de Paul Leary en vinilo de colores directamente en la web de Joyful Noise Recordings. Igualmente, tienen opción de descarga digital y puedes escucharlo tanto aquí como en su página de Bandcamp.
Escucha Born Stupid de Paul Leary
Butthole Surfers es una de las bandas más locas y marcianas de los 90, les había perido la pista