Cuéntame una canción: «FM» de Steely Dan
Mientras ultimaban la grabación del álbum Aja, en 1977, Donald Fagen y Walter Becker recibieron una llamada telefónica de su influyente apoderado Irving Azoff, el cual les solicitó que compusieran una canción sobre la Radio FM, sin más especificaciones concretas. Aquel mismo sería el título de una próxima película que el propio Azoff produciría y la cual se estrenaría al año siguiente, en 1978.
De tal modo y con ese único punto de partida citado, la respetada pareja de compositores Becker / Fagen escribió la siguiente letra, la cual también traducimos de modo simultáneo:
Worry the bottle, mama it’s grapefruit wine. Kick off your high heel sneakers, it’s party time. The girls don’t seem to care what’s on, as long as they play till dawn; nothin’ but blues and Elvis and somebody else’s favorite song.Give her some funked up muzak, she treats you nice. Feed her some hungry reggae, she’ll love you twice. The girls don’t seem to care tonight as long as the mood is right.No static at all, no static all. FM – no static at all |
Dale sorbos a la botella, cariño, es vino de pomelo. Despójate de tus zapatillas de plataforma, es hora de la fiesta. A las chicas no les importa lo que suene, mientras toquen hasta el amanecer; nada excepto blues y Elvis y la canción favorita de algún otro.Ofrécele algo de divertido “muzak”, y ella te trata bien. Aliméntala con algo de reggae hambriento, y ella te amará por duplicado. A las chicas parece darles igual esta noche, mientras haya una animación idónea.Sin ninguna interferencia en absoluto. FM – sin ninguna interferencia en absoluto. |
Vaya por delante que los enmarañados textos de crítica social de Steely Dan siempre portaban una considerable carga de lo que podríamos denominar “causticidad encubierta”, aunque Fagen y Becker declararon, en alguna ocasión, que el oyente es libre de interpretar dichos párrafos de sus canciones y el tema “FM” no supone una excepción. Por tanto, ¿qué nos tratan de comunicar aquí, realmente, los dos sagaces letristas “beat” de Nueva York?
Posiblemente, los versos dejan caer una historieta sobre unos chicos que intentan vencer la resistencia sexual de unas chicas (en argot de Estados Unidos esa “resistencia” se dice “interferencia”), todo ello dentro de una fiesta universitaria y con litros de alcohol barato. Mientras eso ocurre, a todos esos y esas jóvenes les son completamente indiferentes que sean buenas y limpias las canciones que suenan por las emisoras de FM (es un doble juego de sentidos lo de “sin ninguna interferencia”, insisto), con tal de que haya un agradable y musical ambiente de fondo para el ligoteo por ambas partes.
Una de las conjeturas que han surgido sobre la esencia de la cuestión es que, ¿solamente nos hallamos ante una metáfora sobre un suave y musical truco de ligue de unos adolescentes hacia unas muchachas para que éstas no pongan trabas en dicha conquista? o también brota el matiz de que, ¿podría ser, según los sutilmente ácidos Steely Dan, que la música de calidad y para minorías emitida por la FM americana, de modo tradicional, tenía la batalla perdida respecto a una conformista masa mayoritaria de oyentes de AM, representados éstos en los versos?.
El trasfondo social es que, desde los años 30 hasta los 60, en Estados Unidos la FM ponía músicas más selectas y más variadas, además de con un sonido más nítido y en estéreo (de ahí lo de “sin interferencias”) que la AM, la cual emitía, fundamentalmente, rock and roll del más primitivo y con peor calidad técnica de emisión; donde quizás, precisamente, no encajaban los sofisticados Steely Dan.
Esto mismo de la transmisión de músicas más tersas y más de minorías como el jazz en las ondas de FM se vio reflejado, luego, en el relativamente ficticio DJ americano, de los años 50 y 60, que el mismo Donald Fagen simbolizó en su nostálgica portada y en su disco en solitario The Nightfly (1982). Y es que los propios Fagen y Becker, desde que tenían 10 años de edad, escucharon, atentísimamente, las radios estadounidenses de FM, cuando estas ofrecían a todas horas jazz, soul, reggae, funk, música clásica y demás sonidos, durante las décadas anteriores comentadas.
En alguna entrevista de los años 70, Donald y Walter llegaron incluso a declarar: “No tenemos suficiente capacidad para el jazz y por eso tocamos rock.”
Como curiosidad comentar que podría ser que esta «FM», de los Dan, inspirara la creación de la serie cómica de televisión WKRP en Cincinatti, en el propio 1978, sobre divertidas pugnas entre de viejas y nuevas generaciones de locutores «pinchadiscos».
Por otro lado, el tema apareció en diferentes versiones oficiales como, por ejemplo, las de las posteriores recopilaciones de la propia banda. Sin embargo, aquí se cuela la más curiosa e indignante de dichas variantes (además de la única no autorizada) y es que las estaciones estadounidenses de «amplitud modulada» se negaron a radiar la canción, en 1977, al hablar precisamente de la competencia. Sin embargo, ante la repercusión de dicho single, los de la AM manipularon y adulteraron ligeramente la canción y haciendo un «corta y pega» sonoro, sustituyeron la letra «F» y tomaron prestada la letra «A» del tema «Aja», justo cuando el coro pronuncia esta misma palabra titular: así, se oía el término «AM» (pronunciado «ei-em») en vez de «FM» («ef-em»). En mi opinión, este sutil “cambiazo” tecnológico resulta una aberración y un sacrilegio contra la pureza de una canción de Steely Dan, durante sus gloriosos y originales años 70.
Aunque Donald Fagen y Walter Becker solían tener una constelación de músicos de estudio a sus órdenes, lo cierto es que el dúo tomó más responsabilidad instrumental con «FM», al ser un encargo aparte. Sin embargo, sí que colaboraron y repitieron aquí con Steely Dan tres intérpretes que también lo habían hecho ya anteriormente, como son Jeff Porcaro a la batería, Victor Feldman a la percusión y Pete Christlieb con su imponente solo de saxofón, en el dicho single de 1978.
Para reforzar aún más el habitualmente sedoso, «cool» y pomposo sonido de Steely Dan, éstos encargaron los arreglos orquestales al reputado especialista en films Johnny Mandel. No era usual en Fagen y Becker meter tantas cuerdas en sus temas pero éstos pensaron que una sobregrabación de esa sección instrumental iría bien en una película. Con anterioridad, los Dan solamente habían colocado sonidos de ese mismo tipo en su «Through with Buzz», de 1974. Como añadido, a los coros de «FM» estuvieron nada menos que Timothy B. Schmit, Don Henley y Glenn Frey, es decir, tres miembros de The Eagles y es que éstos, una de las bandas de más impacto comercial de los 70, eran absolutos admiradores de Steely Dan y ambos combos no eran rivales, ni mucho menos, como se rumoreó, previamente.
La canción ganó un Grammy a «Mejor Ingeniería» (Roger Nichols y Elliot Scheiner) pero perdió el galardón de «Mejor Canción» a manos de Bee Gees y su «Night Fever». Este sabor agridulce respecto a estos tan trascendentes premios fue una constante respecto a Steely Dan, durante los años 70 y primeros 80.
La película, sin embargo, difiere de la canción y así, el propio metraje cuenta la historia de unos DJs de una estación de radio de Los Ángeles que hacen sonar los álbumes de música que quieren y al obtener un sobresaliente éxito por ello, el gerente de la compañía les trata de atiborrar los programas con anuncios intercalados sobre el Ejército. Entonces, el director de la emisora dimite y el resto de los “pinchadiscos”, en protesta por la medida impuesta, se atrincheran y montan barricadas en la emisora y siguen radiando, libremente, con los consiguientes altercados entre la gente y la policía, fuera del edificio. Finalmente, interviene el máximo dueño de dicha empresa e intercede a favor de los amotinados empleados.
Como telón de fondo real, a partir de mediados de los años 70 y por primera vez en la historia, la AM se estaban viendo superada en audiencias y en n.º de emisoras por la FM, la cual comenzó a cambiar su política comercial y a radiar las bandas de «soft-rock» que estaban de moda. Este histórico relevo del poder mediático desde las ondas, durante los años 70, tuvo su culminación precisamente en aquel 1978. Sin embargo, mi opinión particular es que Becker y Fagen, probablemente, en la letra aludirían a las épocas anteriores comentadas de las emisoras FM y que para ellos eran la referencia jazzística a seguir, apuntalo. Agregaremos, para reforzar esta hipótesis, que antes de una actuación de Steely Dan en el festival de Coachella 2015, el propio Donald Fagen declaró, de modo chocante y no sabemos con que intención, que ¡no conocía a unos compañeros de cartel llamados AC/DC porque el teclista de New Jersey ya había dejado de escuchar la radio en 1972!
Muy mal le fue a la película de 1978, la cual fue considerada de calidad más bien escasa y se convirtió un fracaso absoluto de taquilla, ya que además se la consideró desfasada con respecto a que el fenómeno del ascenso de la FM ya se había iniciado unos cinco o seis años antes en Estados Unidos. En relación a ésto, la crítica especializada en cine también destrozó la obra debido a que, por ejemplo, planteaba la utopía contraria al hecho de que si los anunciantes inversores en las radios no tienen su espacio, los locutores no tendrían trabajo. En resumen, que no son los DJs estadounidenses los que ganaron en la partida radiofónica en la vida real, ya que éstos solo ponían las canciones que les mandaban «desde arriba»; siempre según las hipótesis que han ido surgiendo con los años.
Donald Fagen se quejó de que, a causa del completo hundimiento comercial del metraje, la canción de Steely Dan no obtuvo más repercusión. Además, Fagen y Becker no conocían el argumento de la película cuando escribieron la canción, previamente, ni tampoco asistieron al estreno. Dicha cinta cinematográfica tampoco siquiera tuvo doblaje al idioma castellano. Incluso el manager de la banda, Irving Azoff, el cual también era productor ejecutivo del film (como sugerimos al inicio), al final se desmarcó completamente de éste último por distintas divergencias con la compañía Universal Films, ya que el mismo Azoff se vió sorprendido por el argumento de FM y esperaba que ésta desarrollaría otro concepto distinto.
La banda sonora, en su totalidad, vendió un millón de copias, así que ésta sí que gozó de una rotunda aclamación ya que también aparecían canciones de The Eagles, Queen, Boston, Billy Joel, Tom Petty, Steve Miller Band, Linda Ronstadt, Boz Scaggs, Bob Seger, Foreigner, James Taylor o The Doobie Brothers; entre otros astros de ensueño. Sin embargo, la canción suelta de Steely Dan no superó el nº22 en las listas oficiales de Estados Unidos. Seamos claros, ni los singles de esta honesta banda de Nueva York fueron nunca nº1 en las listas de Estados Unidos, ni los “dansters” se llevaron bien nunca o casi nunca con las radio-fórmulas.
Fue el primer trabajo de la banda a las órdenes de la multinacional MCA Records ya que ésta era la que editaba toda la mentada banda sonora, donde también aparecía el popular tema «Do it again» (1972) de los propios “steelys”. Ya tratamos anteriormente en Muzikalia, el bestial conflicto que luego se generó entre Fagen y Becker con respecto a este mismo sello discográfico, durante la grabación del LP Gaucho, en 1980.
Pero ahora viene lo completamente paradójico y chocante de la temática de la canción «FM» y es que en España, la misma tonada sí que obtuvo un único nº1 en las listas del programa “Los 40 principales”, ¡un formato éste muy de la AM en las radios de Estados Unidos! Aún mas extraño se vuelve todo (sobre todo a nivel ibérico) cuando ni antes ni después de eso, por desgracia, un «grupazo» como Steely Dan nunca gozó de una popularidad descomunal en nuestra península, ni mucho menos y sí que su música tuvo bastante más aceptación en otros muchos países europeos; además de Japón, Australia y, por descontado su país natal, Estados Unidos; aún sin encaramarse la banda jamás al puesto más elevado de los «charts», redundamos.
Una de las versiones más vistosas de «FM» fue la que interpretaron Gorillaz, con la colaboración del jazzman Nathan Haines, en el año 2003.
Concluyamos este informe comentando que en el año 2015, la melodía se utilizó como canción para acompañar al espectáculo de colores que sirvió para conmemorar el 50 aniversario de la colocación de una antena para sintonizar, precisamente, la FM en el popular rascacielos Empire State Building.
Se ha considerado a «FM» como un tema que puede servir para empezar a escuchar a los no iniciados sobre la banda o también una canción que incluso puede llegar a gustar a los que no son seguidores habituales de Steely Dan. Así que recomiendo escucharla sin perjuicios y sin absolutamente ninguna interferencia.
Puedes encontrar otros artículos y reportajes sobre Steely Dan, aquí en Muzikalia.
Pedazo de grupo no muy bien reconocido y una muy agradable canción
Elaboradísimo y genial artículo sobre una canción mayúscula por donde la cojas. Efectivamente, esta tonada (y el superlativo repertorio de la banda sonora) es la antítesis de la tediosa película, pero su escucha en cualquier momento o estado es un excelso goce para los oídos. Desconocía en absoluto que alcanzarán el número 1 en los 40 principales, pero es la magia de la música, ese ilógico e inesperado sentimiento. Muy sugerentes las teorías apuntadas sobre el significado de la canción, así como la documentación sobre las emisoras FM, que no pensaba que se retrotraían tantas décadas. Muy agradecido por esta entrada a Txus Iglesias, y a Muzikalia por difundir (No Static at Allí) esta Fantástica Melodía. Un cordial saludo.
Tienen canciones mucho mejores que esa, en mi opinión.
Gracias por sus comentarios a Bruno, Xavi Gállego y Jon.
Respetando tu parecer, decirte Jon de que a «FM» la considero buenísima ( muy de acuerdo con Xavi Gállego) y es habitual encontrarla en los recopilatorios o en los conciertos de la banda de New York y es que para mí, «FM» tiene tanta calidad como otras de sus grandes canciones (que son muchas). De hecho, en Muzikalia, ya hice otros reportajes sobre Steely Dan (sobre Aja, sobre Gaucho y también sobre sus mejores discos), sin embargo, yo creo que también es necesario tratar a fondo una maravillosa canción suelta como «FM», compuesta por Becker y Fagen; además de todo el interesante trasfondo que conlleva.
Un saludo de Txus Iglesias, autor del reportaje sobre «FM», en MUZIKALIA y autor del libro «Steely Dan, el rock más elegante».
Ya se,Txus que «FM» está en todos los recopilatorios del duo pero a mi me gustan más otras joyas más melódicas como «Here at the western world» (no publicada en ningun album), «Rikki don´t lose that number» (de su album cumbre para mi gusto, PRETZEL LOGIC, de la que destaco tambien otras joyas como «Any major dude will tell you» y mi favorita la infravalorada «Barrytown»), «My old school» (o como hacer de una melodía simplona una obra de orfebrería con esos arreglos instrumentales de cuerdas y vientos prodigiosos), «Midnite cruiser», «Dirty work», etc etc. Esa es la faceta que más me gusta de Fagen/Becker, cogían un arbusto pop y lo transformaban en un bonsai. Y Becker como productor era capaz de sacar lo mejor de ordinarias propuestas pop (los ingleses China Crisis a los que produjo dos albumes en los ochenta). Y Fagen sacó un primer album solista sencillamente prodigioso en 1982.
Saludos y sigue con tu buen hacer…
Acertado poner esta canción de los Steely Dan. Sale un poco de lo más escuchado de la banda. Buen artículo para una buena canción. Se merecía una atención en esta sección.
Bravo Txus y Bravo Muzikalia.
Lo gracioso es que el film se estrenó en España con el titulo «Fiebre Musical», y es que la sombra y luces de la bola de cristal discotequera era muy alargada en ese año.
Aparte de sensato, oportuno y útil, creo que rebuscar, ordenar y mostrar «cualquier cosa» sobre Steely Dan, siempre es una misión que les hace justicia. Al menos por este rincón del mundo.
Me parece un gran trabajo en torno a esta formidable canción.
«FM» abre el compilatorio «A Decade of Steely Dan» de 1985. Fue ahí donde la escuché por primera vez. Hay que mencionar que la banda sonora incluye un «Reprise» con un largo solo de saxofón que reemplaza el solo de guitarra de coda del original. Este reprise fue conectado a la versión que fue para el compilatorio «Gold» de 1982.