Alizzz – Conducción Temeraria (Warner)
Tras ese compendio de singles rutilantes que configuró el debut en largo de Alizzz, Tiene Que Haber Algo Más (Warner, 2021), se antojaba una ardua tarea el darle continuidad a una irrupción tan explosiva como la suya tras años trabajando en canciones para otra gente (Rosalía y C. Tangana incluídos). El tan temido segundo disco difícilmente iba a lograr superar el nivel de canciones que capturaban con tanta frescura el momento vital del de Casteldefels, y es por ello que resulta imprescindible juzgar este trabajo sin caer en comparaciones que empañarían el análisis objetivo del nivel de estas canciones.
Una vez descargados de prejuicios, solo podemos rendirnos ante la calidad del material reunido en un álbum grabado de manera frenética en un nuevo ejercicio DIY y que recrea en este caso la imaginería asociada a la conducción y a la nocturnidad, tan recurrente en la historia del pop, remitiendo a su admirado David Lynch por un lado y a la hipnótica atmósfera escapista de películas como Drive de Nicolas Refn, con un Ryan Gosling en estado de gracia. Luces de neón y visiones alteradas de la realidad entre curvas sinuosas y volantazos inesperados.
La secuencia arranca decidida con un trío ganador capaz de mirar de tú a tú a sus hitos pretéritos: “Carretera Perdida” dibuja convulsos requiebros emocionales a altas horas de la madrugada con el destello de Lost Highway de Lynch en la retina, la redonda “Despertar” parece hecha a medida del tono de María Arnal y se erige como una de sus mejores composiciones hasta la fecha, y el pildorazo power-pop “Mirando Al Techo”, directo a la yugular, configura un juego de singles incontestables, llenos de quiebros rítmicos que seducen y noquean empapados de detalles en la producción que subrayan las cualidades de Cristian Quirante para seguir sorprendiendo a base de convertir las guitarras en sintes incendiarios o los bajos en robustos rodillos que atraviesan las melodías.
Difícil mantener vivo el impacto en un disco que arranca jugando la carta de la inmediatez y sale victorioso en el envite. Y si bien es cierto que solo el sencillo “Dónde Estás?” con ese vídeo que tan bien recrea la atmósfera del disco, y la brillante colaboración con Renaldo & Clara en el grower “No Ho Sé” donde apuesta por su lengua madre, alcanza ese nivel en la segunda mitad del álbum, no deberíamos ignorar las cualidades de la sentida balada “Solos Tú Y Yo” con el cameo del cantante estadounidense Cuco, o la declaración de intenciones de “En Tu Casa O En La Mía”, con los argentinos Conociendo Rusia, no detectándose síntomas reales de flaqueza en todo el minutaje y armando un conjunto sólido y coherente que descarta el titubeo.
Este notable regreso de Alizzz cuando aún resonaba vibrante el eco de su flamante aterrizaje en el panorama pop, sigue sonando fresco y atrevido, constituyendo una continuación natural que consigue acumular méritos más que suficientes dentro de una obra que aún habrá de deparar muchas alegrías, pues apenas se vislumbra el techo de su talento tanto a nivel compositivo como en tareas de producción, donde su olfato brilla como aventajado orfebre capaz de redondear la canción pop a la que volver una y otra vez, descubriendo matices a cada escucha.