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Lagartija Nick (Sala Shoko) Madrid 26/10/24

Estos últimos dos años hemos tenido la dicha de disfrutar de Lagartija Nick en distintos formatos con los que exploraban diferentes caras de una carrera que abarca nada menos que 35 años. Tres décadas y media de evolución constante, de pura creación, que estos días repasan en una gira retrospectiva. Un viaje de autoafirmación y de invocación a esos espíritus que les acompañan, protegen y refuerzan en su transitar. De Jesús Arias a Enrique Morente, de Joe Strummer a Lorca, Buñuel o Val Del Omar.

Hemos hablado e incluso escrito mucho de la trayectoria de los de Antonio Arias, sin duda una de las formaciones más influyentes y únicas de este país. Un grupo con un presente tan vivo e interesante, como el pasado que reivindicaron en dos grandes horas en las que Arias, con la compañía de sus fieles Eric Jiménez, Juan Codorniu y un JJ Machuca que aporta lustre a su contundencia, trazaron un círculo perfecto desde el lejano Hipnosis (1991) a El Perro Andaluz (2022).

Y es que si tuviéramos que definir su paso por Madrid el pasado sábado con una sola palabra sería justo esa, contundencia. Una poderosa base rítmica con el bajo de Antonio marcando el paso a un Eric más salvaje que nunca, acompañando las siempre elegantes y afiladas guitarras de Juan y los arreglos de JJ. Sin apenas respiro, ni pausas entre canciones, pasaron por los momentos más punzantes de su primera trilogía, Hipnosis (1991), Inercia (1992) y Su (1995). Ese oscuro afterpunk de las muy celebradas «Tan raro, tan extraño, tan difícil», «Estratosfera», «Nuevo Harlem», «Satélite» o «Esa extraña inercia (Anfetamina)».

Tampoco faltaron las esperadas «20 versiones», «La curva de las cosas» o «Agonía, agonía», ni la parada obligatoria en Omega (1996) con «Vuelta de paseo» y «Ciudad sin sueño». Lo más reciente que sonó fue «Me gustaría para mí (Las libélulas)» e igualmente, visitaron la expansiva «Buenos días Hiroshima», y las reivindicativas «La leyenda de los hermanos Quero» y «Strummer, Lorca»; hasta se atrevieron a tocar una versión de “I Had Too Much To Dream” de la banda psicodélica The Electric Prunes.

Ya en el segundo bis, Eric dejó las baquetas en manos de David Fernández, para recordar esa «etapa heavy» con dos joyas de Val Del Omar (1993), «Mecamística» y «Celeste», poniendo fin a 120 minutos de puro gozo y celebración. Si tienen la ocasión de acudir a sus próximos conciertos, no lo duden.

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