_juno (Cine Albéniz – Málaga de Festival) 08/02/24
La nueva edición del Málaga de Festival, el MaF, arrancaba con el estreno de _juno en la ciudad de la Costa del Sol, tras las múltiples visitas de Zahara en su versión más estándar y en su versión Rave. El dúo que forma con Martí Perarnau IV perpetra nocturnas escapadas por carreteras secundarias, paradas en hoteles vacíos y diarios de a bordo que abordan la temática de las relaciones vitales en sus múltiples versiones, mecidos por la hipérbole que alcanza la delicada fusión de sus voces en armonía con la sinuosa cadencia de la electrónica amable y nada invasiva por la que transitan sus melodías. Es un terreno que la artista de Úbeda ya transitó en algunos temas de su último disco en solitario, el celebrado Puta (G.O.Z.Z. Records, 2021) y que configura el discurso de un proyecto paralelo en el que da rienda suelta a su amor por la electrónica escapista. Ambos protagonistas se intercambian las voces, entrelazan beats incisivos y despliegan un espectáculo que cautiva en lo musical y en lo visual, con proyecciones de sus viajes y experiencias por el mundo.
Tras su impactante entrada en el escenario al son del “Réquiem In D Minor” de Mozart, consiguieron crear un halo de mística trascendencia mientras se sucedían los temas de sus dos álbumes de estudio, _BCN626 (_juno, 2020) y _BCN747 (G.O.Z.Z. Records, 2023), además de su personalísima versión del “So Payaso” de Extremoduro, que tan bien saben llevar a su terreno, y que combinan con el “Fallin’” de Alicia Keys. Así fueron cayendo aciertos del calibre de “La Canción Que No Vas A Hacer Hoy”, “El Infinito”, “He Visto Cosas Que Sólo Tú Has Visto” o la sentida “La Biblioteca Nacional” consiguiendo enganchar a la numerosa audiencia congregada, hipnotizada por la magnética alquimia alcanzada entre versos de poso reflexivo y melancólico y ritmos marcados por una seductora levedad que invitaban a abandonar nuestros cuerpos y entregarnos al caprichoso designio de nuestras almas, despojados de raciocinio y dominados por impredecibles impulsos.
Lo cierto es que la hora y media aproximada que duró el show se hizo corta y demostró la innegable capacidad del dúo para secuenciar las canciones consiguiendo mantener la tensión intacta. “Por Algo Será” o “Anikillación” funcionan como antídotos de abrasiva pulsión ante la delicadeza de “Casamurada” o “Cuando Llegué Yo Ya Estaba Aquí”. Y así abandonaron las tablas del mágico enclave del Cine Albéniz dejando un gran sabor de boca y despidiéndose entre aplausos de reverencia y sentido agradecimiento por hacernos conectar con las emociones en su sentido más profundo.