Clap Your Hands Say Yeah – Razzmatazz 2 (Barcelona)
Las ganas de ver en directo a una de las sensaciones musicales de la temporada obligaron al cambio de ubicación del concierto a una sala de mayor aforo, pero eso no impidió que se agotaran las entradas. El público parecía predispuesto para ver un buen concierto de rock y eso es precisamente lo que ofrecieron Dr.Dog. La banda de Philadelphia practicó un rock fibroso con tintes psicodélicos, guitarras expansivas, potente base rítmica y mucho desparpajo sobre el escenario. Eso fue suficiente para caldear a un público deseoso de ver al nuevo the next big thing norteamericano.
Pero de poco sirvió el trabajo de los teloneros. Tras tocar la última nota, una horda de roadies invadió el escenario para comprobar, durante más de quince minutos, que todo estuviese en orden. Parecía que allí iba a actuar Destiny’s Chile en lugar de la banda más fresca, arty y despreocupada de la efervescente escena neoyorkina.
Abrieron invocando con acierto el espíritu de My Bloody Valentine con “In This Home On Ice” quizá la canción más puramente shoegazer de su repertorio. A partir de ahí fueron desgranando la casi totalidad de su aclamado álbum de debut (sólo faltó ese interludio tan Pascal Comelade que es “Sunshine and Clouds”) y aprovecharon para presentar algunos temas nuevos.
Entre las ya conocidas destacaron canciones tan redondas como “Over And Over Again”, “Is This Love?” o “The Skin Of My Yellow Country Teeth”. Precisamente convencieron cuando más se acercaron al sonido indie de los noventa y desconcertaron cuando trataron de insuflar más músculo post-punk a unos temas que, para nada, piden un sonido tan contundente y robusto como el de unos, pongamos por caso, LCD Soundsystem.
El nuevo material dejó entrever que todavía les queda talento compositivo para rato, aunque en una de ellas se acercaran peligrosamente, aunque de forma anecdótica, a la épica de saldo de Coldplay.
Pese a no andar sobrado de carisma, Alec Ounsworth sabe sacarle partido escénico a su particular tono de voz y, secundado por los gemelos Lee y Tyler Sargent (bajo y guitarra), Robbie Guertin (teclado y guitarra) y Sean Greenhalgh (batería), decidieron cerrar el concierto con una versión encubierta del “Live And Let Die” de McCartney donde se unieron a la fiesta los músicos de Dr.Dog en una jam más efectista que efectiva.
Clap Your Hands Say Yeah dejaron buen sabor de boca sin hacer un concierto extraordinario. Quizá no haya razón para tanto revuelo mediático pero ganas, actitud y buenas canciones no les faltan.