Coldplay (Estadi Olimpic) Barcelona 25/05/23
Viendo la exhibición ofrecida por Bruce Springsteen en este mismo recinto hace cosa de un mes, me preguntaba si existía relevo generacional en esto del rock de estadio, sin ser consciente que tras la llegada de Coldplay iba a tener que tragarme mis palabras. Soy muy franco, puede que su último disco se nos atragante, que tengan una deriva cada vez más domesticada y comercial, que sean los yernos que toda suegra quisiera tener, pero lo de los de Chris Martin sobre un escenario es algo que a día de hoy no puede ser igualado por nadie en este planeta. Ver este espectáculo (permítanme usar una sola vez esta palabra, no encuentro una más apropiada) es algo que justifica la expectación y el precio de la entrada.
Todos los tics que se le suponen a un buen show de estadio -pulseras que se iluminan (ojo, que son sostenibles y reciclables), móviles grabando, manos levantadas, público coreando cada tema…- llegaron amplificados para apoyar un repertorio que pasó por prácticamente todos sus discos. Venían a presentar el discutible Music Of The Spheres (2021) que desde la apertura con «Higher Power» se convirtió en el hilo conductor de dos horas en las que convencieron a un público de todas las edades. El pop fue el protagonista máximo, haciéndonos cómplices de un recorrido que tuvo momentos chispeantes como «Adventure of a Lifetime», «A Sky Full of Stars» o «Paradise» y donde no faltó épica de «Viva la Vida», «In My Place», «Clocks» ni la emoción que producen canciones como «The Scientist», «Midnight» y «Yellow» -única visita a su debut-.
Carreras entre los dos escenarios, un juego de pantallas y luces por el recinto o por las gradas gracias a las pulseras que es totalmente hipnótico y acojonante; dúos con un muñeco raro o permitirse una fiesta junto a los mismísimos Gipsy Kings, con los que nos regalaron la rumba»Bamboléo» o la versión de Domenico Modugno «Nel blu, dipinto di blu», que convirtió en Estadi Olimpic en un estruendoso «volare ohhh». Tan solo una pequeña muestra de un bolo que tardaremos en olvidar las más de doscientas mil almas que pasaremos por Barcelona estas cuatro jornadas.
Si tuviera que ponerle algún pero, me quejaría de nimiedades como «Something Just Like This», «My Universe» o «Biutyful» o de que dejaran fuera un disco notable sepultado por la pandemia como Everyday Life (2019), del que tan solo sonaron los acordes de «Sunrise» junto a la voz de Louis Armstrong. Por lo demás, no me queda más que aplaudir una noche que me acompañará para siempre en el recuerdo.
Foto Coldplay (Redes de la banda): @annaleemedia