Entrevista a Xavier Valiño (Escenas Olvidadas. La Historia Oral De Golpes Bajos)
El escritor y periodista musical gallego Xavier Valiño ha conseguido, de manera excelente, diseccionar las inquietantes mentes que estaban detrás de uno de los grupos de pop patrio más carismático de los 80, Golpes Bajos en el libro Escenas Olvidadas. La Historia Oral De Golpes Bajos (Efe Eme, 2018). Mediante una elaborada selección de fondo de archivo, y rastreando en la más inmediata actualidad a través de las opiniones de Teo Cardalda, Pablo Novoa, Luis García, y el fallecido Germán Coppini, Valiño elabora un tapiz intrincado en el cual viajar de un Vigo oscuro y tétrico al Madrid efervescente de la Movida que acabó seduciendo a los autores de “Colecciono Moscas”, así como la idiosincrasia de un grupo que se mantuvo como una célula inalterable hasta un final amargo repleto de malos entendidos, y reproches mutuos. Un libro excelso. El que se mecería esta banda sin igual. Al final de la entrevista, le pedí a Xavier que escogiera tres canciones que representasen a la perfección el sonido Golpes Bajos, y claro, son tres joyas.
Dices en la introducción que el hijo de Germán Coppini, Guillermo, te facilitó la consulta de mucho material gráfico y escrito de la banda. ¿Cómo fue el proceso de cotejo de la información para elaborar este fresco oral de la banda?
En el caso de Germán Coppini, lo que hice fue leer todo lo que había dejado comentado en todo tipo de entrevistas y artículos, escuchar los programas de radio en los que había participado y que se conservan y ver todos los programas de televisión en los que había salido de los que hay imágenes. De ahí extraje sus declaraciones más interesantes y que me podían servir para trenzar un hilo conductor, un guión, que me sirviera para articular los diferentes capítulos del libro. En el caso de Teo Cardalda, Pablo Novoa y Luis García, todo lo que hay en el libro está sacado de entrevistas que les hice, intentando que contrastaran lo dicho por Germán cuando él había comentado algo o que lo complementaran cuando no. Además, hay otras cinco personas que entrevisté que trabajaron directamente con ellos. Todo lo que ellos cuentan, desde su aportación personal, da una visión en conjunto que creo es bastante definitiva sobre la historia del grupo.
¿Hacer un libro sobre Golpes Bajos era un compromiso como fan confeso que eres, o creías que su legado debía ser revisado para las nuevas generaciones?
La principal motivación era un tanto egoísta, tengo que reconocerlo: por un lado, devolver al grupo algo que compensara toda la emoción que me habían transmitido con sus canciones y, por otro, descubrir cómo había sido su historia, lo que no se sabía y no se había contado. De todas formas, no quería que fuese simplemente un libro laudatorio, sino que quería que estuviera todo ahí, los buenos y los malos momentos, tal y como es la vida. Y, por supuesto, será un extra sí sirve para que los conozcan y disfruten las nuevas generaciones.
El legado de Golpes ha sido bastante saboteado por miles de grupos en las últimas décadas ¿Qué grupos o solistas crees que mejor han entendido el pathos de la banda de Vigo?
No sé si ha sido exactamente saboteado. Si acaso, reivindicado e imitado, pero no tanto como otros grupos, probablemente porque tenían un sonido único y porque eran muy buenos músicos que crearon unas melodías no precisamente fáciles, con lo cual es difícil recrearlos o intentar hacer algo similar. Juan Rivas, amigo de Germán Coppini y con un tono de voz similar, creo que entiende bien lo que hizo el grupo. Y Extraperlo puede que haya sido el grupo que más se ha aproximado a su sonido.
Golpes Bajos era una banda cuyas funciones parece que estaban bastante bien definidas, con Teo encargado de la parte musical, y Germán en lo lírico. ¿Cómo crees que se llegó a esta entente con tanta naturalidad?
No hay que olvidar la contribución decisiva de Pablo Novoa, multiinstrumentista y también compositor, y de Luis García, un bajista excelente y muy personal. Germán era letrista, lo había sido ya, y Teo venía de tocar en varios grupos como Estanfil o Druida en los que también había compuesto la música. Así que, como Jagger y Richards o como Morrissey y Marr, quizá la alianza más similar, los papeles estaban claros desde un principio para ellos dos, y nunca tuvieron dudas al respecto. Se complementaban perfectamente y en solitario, según lo entiendo, no pudieron alcanzar la misma efectividad.
Por otro lado los gustos musicales parecían que estaban en las antípodas: German era un punk con ínfulas arties que venía de Siniestro Total, a Teo le gustaba el rock sinfónico, Pablo Novoa dice que de joven le encantaba la bossa nova y el jazz, y Luis García no escondía su afición por el funk y Michael Jackson. Llegar a asimilar tal cantidad de influencias en una sola, y crear un grupo de pop, no parece fácil. ¿Cómo lo consiguieron Golpes Bajos?
Si fuese posible reducirlo a una explicación o una fórmula, entonces todos podríamos montar una banda a partir de una idea o combinación de estilos y saldría perfecto. En este caso, fue todo bastante natural: Germán y Teo se juntaron y, a partir de querer hacer una versión de The Who, salió su primera canción, que no tenía nada que ver en su resultado, pero donde ya se podía apreciar el talento de ambos. Continuaron en esa línea, donde los dos parecían haber encontrado un punto en común, y la suma de Pablo y Luis, aportando cada uno su bagaje y su creatividad, acabó por darle forma. Parece increíble y si ponemos a otros cuatro músicos con esas influencias y les decimos que intenten hacer algo, lo más seguro es que todo acabe en un batiburrillo indigesto.
Relatas que ellos marchan a Madrid teniendo en mente que sentían como unos paletos provincianos y llegaban a una ciudad que era un hervidero de ideas y libertad. ¿Hasta qué punto Madrid, y la Movida, influyeron en la música de la banda?
Ellos mismos explican en el libro que llegaron con un cierto complejo de inferioridad pero que, al poco tiempo, eran reverenciaban. Es cierto que al principio absorbieron todo lo que pudieron de un mundo y unas posibilidades artísticas que no tenían en Vigo de la misma forma, pero más para formarse como personas que musicalmente. Y, de hecho, intentando mezclar la tradición gallega con el after-punk acabaron encontrando un mundo propio en “A Santa Compaña” que no tenía que ver con lo que se hacía en Madrid, y que fue una referencia para otros en lugar de estar hecho de influencias tomadas de la capital.
Llegó la entrevista de Paloma Chamorro y su actuación en La Edad De Oro ¿Este hecho cambió parece que alentó los egos de Teo y Germán? Empezaron a codearse con lo más granado artísticamente de la capital…
Sí, aunque en los primeros tiempos lo vivieron como grupo los cuatro juntos. Fue más adelante cuando empezaron a distanciarse, en parte por los trabajos como productor que le iban ofreciendo a Teo y porque el entorno de cada uno, cuando veían que ya no se entendían de la misma manera, les decía que podían triunfar en el mundo de la música sin necesidad del otro. La banda duró solo tres años y su ascensión fue meteórica, así que es comprensible pensar que sus egos fuesen alentados por esa receptividad a sus composiciones.
La Movida ha sido un tema recurrente en los últimos años en diferentes libros. Unos la ven como un movimiento meramente establecido por las esferas políticas para controlar a la juventud, y otros como un espejo en el que reflejarse en cuanto a su incipiente labor cultural. Golpes Bajos, a mi entender, sí que se dejó deslumbrar por tanto colorido, pero mantuvieron su idiosincrasia. ¿Tozudez? ¿Ingenuidad? ¿Insobornable independencia?
Venir de Vigo, tener que haber salido adelante alejados del epicentro de la industria y la cultura, seguro que ayudó a que mantuvieran su idiosincrasia, que se alimentaran de aquello que les hacía crecer como personas y como músicos y, al mismo tiempo, que supieran distanciarse de lo que no les interesaba o que podían interpretar que no era afín a su mundo. Supieron crear sin injerencias, algo que Nuevos Medios permitió, cuando no alentó, más que nada porque entendían que era su camino. Fueron tozudos e insobornables cuando tuvieron que elegir su camino, diría que muy poco o nada ingenuos, y no creo que ninguno sintiese que las esferas políticas se estuviesen entrometiendo en su camino o en el de sus coetáneos.
¿Cómo definirías la personalidad y el genio del añorado German Coppini? El libro lo muestra como un personaje lleno de contradicciones, ensimismado, siempre creativo, siempre atento a las modas, amigo de sus amigos…
Lo que más me gusta de tener declaraciones de tantos momentos de Germán es que tiene opiniones distintas, incluso contradictorias, sobre las mismas cosas. Pero creo, desde mi opinión personal exclusivamente, que era un personaje poliédrico, con lo cual queda muy bien reflejado en el libro. Por supuesto, su creatividad y su talento están también ahí, a partir de su personalidad. Puede que en un principio estuviese atento a lo que se cocía a su alrededor, pero siempre tuvo claro lo que quería e iba intentando reflejar en el trabajo del grupo sus ideas, los conceptos que había detrás de los discos, las imágenes, los textos de las canciones…
La labor de Nuevos Medios como sello es encomiable, siempre atenta a los nuevos sonidos que iban surgiendo. ¿Esta fidelidad a Nuevos Medios fue una seña de independencia de la banda? ¿Influyó Nuevos Medios en el sonido y/o estética de la banda?
Cómo ellos cuentan en el libro, hubo reuniones con multinacionales, y la tentación de dar el salto estuvo ahí. Pero no lo hicieron, por mantenerse fieles a la discográfica que los había fichado en un primer momento y, sobre todo, para mantener su independencia creativa. En la estética, el sello no influyó, ni tampoco en el sonido. Pero sí es cierto que Mario Pacheco les ayudaba a plasmar sus ideas para las portadas y que les fue dando a conocer nuevas músicas como la salsa, algo que se filtró en temas como “Colecciono moscas” o “Escenas olvidadas”, canciones que no sabemos si hubieran acabado siendo de la misma manera de no haber llegado a profundizar en esos sonidos gracias a él.
Un EP y dos álbumes es una carrera corta. ¿Al final los intereses personales se antepusieron a los del grupo?
Todo lo que compuso el grupo se grabó, salvo una canción que no llegaron a darle forma definitiva y que luego Germán Coppini retomaría en su carrera en solitario ya acabada. Por lo tanto, conocemos todo lo que se hizo hasta la fecha de la separación. Si hubiesen durado más tiempo, habríamos tenido más canciones, desde luego, pero mientras estuvieron en activo no escatimaron nada por intereses personales. Como mucho se puede concluir que la posibilidad de una carrera en solitario de Teo y de Germán contribuyó al final del grupo y a que no hubiese más canciones en común.
Me resulta triste el episodio de cómo se gestó el disco en directo “Vivo”, con reproches entre los componentes y un mal rollo tremendo. Un final muy triste para una banda que siempre demostró gran camaradería, ¿no?
Aunque no eran cuatro personas con una amistad que viniese de mucho tiempo atrás, en los primeros tiempos de la banda sí hubo esa camaradería al vivirlo todo muy intensamente juntos entre los cuatro. Después, al aparecer también otras relaciones, cada uno tenía a otras personas con las que compartir sus inquietudes y sus dudas. Al final del grupo, en 1985, Germán y Teo ya estaban muy distanciados, y Luis y Pablo tuvieron que sufrir las consecuencias de ello. El proyecto “Vivo”, sin ellos dos, sumó para que las relaciones se acabaran de enquistar definitivamente entre todos y que no se hablasen en muchos años, con una reconciliación iniciada hace un tiempo y aún en marcha. De hecho, cuando Germán murió solo se hablaba con Pablo. Es triste, sí, pero así es la vida, y los cuatro componentes de la banda no se diferencian mucho de otras personas: encuentras nuevas relaciones, nuevos amigos, te distancias de otros, quedan cuestiones que no se abordan y se van agrandando las diferencias…
¿El viraje a narrativas más mainstream por parte de Teo Cardalda qué explicación tiene?
Mi explicación es muy sencilla: Teo Cardalda es un excelente creador de melodías. En Golpes Bajos, los textos oscuros de Germán le servían de contrapeso y daba lugar a un universo muy particular, mientras que en Cómplices sus composiciones se deshicieron de esa parte más sombría y lograron encontrar una mayor receptividad por parte de un público masivo.
Últimamente ha salido el disco de Iván Ferreiro, Cena Recalentada. ¿Estamos ante el definitivo año Golpes Bajos?
Entiendo que se pueda entender así, pero ha sido una casualidad. Cuando yo empecé con mi libro, no había disco de Iván Ferreiro en el horizonte ni un concierto en Benidorm con los tres tocando cinco canciones del grupo. Todo confluyó en el mismo espacio de tiempo inesperadamente, con lo cual el nombre de Golpes Bajos volvió a la actualidad más que nunca desde su separación. No obstante, sus seguidores -y yo mismonunca nos hemos olvidado del grupo y para nosotros sus años definitivos fueron los tres que estuvieron en activo.
Tres canciones escogidas de Golpes Bajos
“Malos tiempos para la lírica”
Puede que la canción en la que primero todos pensamos de Golpes Bajos sea “No mires a los ojos de la gente”, un tema único, pero más especial en el primer mini-LP es incluso “Malos tiempos para la lírica”, aunque solo fuese por el hecho de ser la primera que compusieron Germán y Teo al intentar hacer su particular versión de “I Can’t Explain” de The Who. En las manos de Germán Coppini, que estaba saliendo de la adolescencia, cae un libro con poemas de Bertolt Bretch, y a partir de ahí inspira para componer ese texto inolvidable desde la primera vez que lo escuchas, cantado en el disco con un tono nasal profundo que solo le pudo dar el resfriado que tenía cuando lo grabó. Por su parte, Teo Cardalda le puso unos acordes elegantes, un tanto jazz y con un ritmo más bien funky, que más bien tenían que ver con Roxy Music que con The Who.
“Escenas olvidadas”
Del primer LP podía quedarme con “Cena recalentada”, evidentemente, con “A Santa Compaña”, con “Hansel y Gretel”… Hoy elijo “Escenas olvidadas” que, además de darme el título para el libro, me recuerda a la música que sonaba en las verbenas populares a las que iba de pequeño en Galicia, en lugares como Cospeito, donde nací, por sus influencias salseras, latinas. Además del texto melancólico de Germán, en él intuyo influencias del pop británico de aquel momento, más en concreto de Aztec Camera, así como del gran compositor de la música disco, Nile Rodgers, e incluso del tango, en un tema con una cadencia armónica maravillosa y un solo de guitarra acústica que me parece muy fino y complicado a la vez.
“Desconocido”
La gran balada o tiempo medio del grupo es Desconocido”, incluida en su último mini-LP, un trabajo en el que se abrían a nuevos sonidos y que no es tan inmediato, sino que necesita de tiempo para entrar en él y, si lo haces, acaba quedándose contigo para siempre. Esta canción, en la que Germán se inventa una construcción gramatical como lo de “Camino Soria” (en lugar de “Camino a Soria), que es “Me llamas de amigo” en lugar de “Me tratas de amigo” o “Me llamas amigo”, se reveló desde su edición como uno de los más logrados cantos a la desaparición de la amistad. Con una percusión influida por Japan y una línea de bajo deudora de las que hacía su bajista Mick Karn, fue el momento más explícito en su trayectoria sobre el final que se avecinaba, del que solo ellos conocían las claves hasta ahora, que se han abierto a contarlo en el libro sin tapujos ni paños calientes.
Golpes Bajos, tremenda banda.
El libro no está mal, pero profundiza poco. Sin Coppini es normal