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Entrevistamos a Reincidentes

A mediados de junio del 2021 se publicó el nuevo single compartido entre uno de los históricos conjuntos del punk rock español, Reincidentes, y una de las más respetadas cantautoras de la actualidad, Rozalén.

Justo/’¡Ay, Dolores!, es una unión fructífera e irrebatible. Una simbiosis de dos universos sonoros diferentes que se unen por sus ansias de construir una sociedad mejor de la que encontraron. El arte es una arma cargada de futuro, y lo que hacen estos dos artistas es demostrarnos como la palabra libertad siempre suena mejor cuando es cantada.

“Andalucía siempre ha sido una tierra fértil para el pop, el rock y el punk”

Es un placer hablar contigo Fernando, lo primero que te quería preguntar es por vuestras raíces, por vuestros inicios. ¿Cómo se formó Reincidentes?

Hace bastante tiempo, en las navidades el 86 tras la ruptura del grupo que teníamos llamado Incidente Local. En ese momento, dos de nuestros guitarristas se marcharon del conjunto produciéndose algunos cambios: Barea tomó la guitarra, yo empiezo con el bajo sin haberlo tocado nunca y junto con otro compañero formamos un trío que daría lugar a Reincidentes.

En cierta manera, queríamos romper con el eclecticismo musical de Incidente Local, por llamarlo de alguna forma. No sabíamos muy bien por donde iba el grupo, tocábamos un poco de todo desde funky a pop. En ese momento, empezó la eclosión del Rock Radical Vasco y sobre todo de La Polla Records. Esto nos motivó para encontrar lo que queríamos hacer: punk rock aderezado con otras cosas.

He podido leer que todos formabais parte de diferentes facultades de las Universidades de Sevilla, ¿os conocisteis en aquellos momentos?

Mucho antes, nos conocimos en el instituto cuando teníamos 14 o 15 años, en las clases de secundaria. Allí, formamos un grupo juvenil de música. Primero estaba Manuel, luego entró Barea y finalmente participé yo. Un batiburrillo de cosas de las cuales ni yo me acuerdo. Esto fue hace la tira de años (risas).

Pero sí, el sonido de Reincidentes lo definieron grupos como Leño, Obús, Barricada, la Polla… al final la famosa Movida Madrileña apareció para cargarse todo eso.

Este año cumplís más de tres décadas sobre el escenario, miles de kilómetros de carretera y cientos de conciertos. ¿Qué momento recordáis con mayor cariño?

Para mí, el día que compartimos escenario con Motörhead. Fue en un pueblo de Murcia hace más de 28 años, recuerdo que Lemmy me pareció una persona maravillosa. Otro momento fue el primer concierto que dimos con el nombre de Reincidentes en el despacho del rector mientras la universidad estaba siendo ocupada.

Como uno de los grupos puntales del punk rock español y siendo además de Andalucía, ¿cómo veis la nueva escena que esta surgiendo en el sur de España?

Una pasada, es muy rica y variada. Me alegra muchísimo que en Andalucía estén surgiendo grupos tan buenos y diferentes. Es muy necesario que se siga creciendo culturalmente. Andalucía siempre ha estado ligada a la cultura, quizás ahora está habiendo un mayor reconocimiento por parte de la prensa, algo más allá del flamenco. Andalucía siempre ha sido una tierra fértil para el pop, el rock y el punk.

Un ejemplo es Califato ¾, soy colega de uno de ellos y me parece fantástico el crecimiento que están teniendo, creo que cuando volvamos a una mayor normalidad se van a hinchar a tocar, son muy originales.

 

A nivel general, ¿cómo ves el mundo musical en estos momentos?

Veo un mundo musical muy machacado. Los técnicos, los artistas, los músicos, los promotores, los periodistas están muy fastidiados, esto no pinta nada bien. La cultura ha sido uno de los sectores más afectados de la pandemia, hay otras profesiones que están saliendo hacia adelante pero el sector cultural esta muy jodido.

No quiero ir de visionario, no soy Rappel. Aun así, creo que puede haber una explosión cultural en los próximos años. La gente tiene ganas de conciertos , los músicos de tocar, pero no sé como va a poder ser, como se va a producir ni a gestionar. Muchos grupos emergerán y otros se irán a la mierda debido a todos estos años que estamos viviendo. Nosotros mismos hemos tenido que reinventarnos en acústico, luego en electroacústico y ahora estamos empezando otra vez a la normalidad. Aun así, a ver que disco hacemos.

¿Crees que es más complicado en estos momentos poder vivir de la música que cuando empezasteis vosotros en 1987?

Si, sin duda alguna. Las grandes corporaciones, la industria de la música y los medios de comunicación se han encargado de que sea así, a no ser que hagas pop o cosas masivas.

La política no se puede separar de Reincidentes, ¿cómo ves las música política en estos momentos? ¿Crees que estamos viviendo una evolución letrista y político musical en estos últimos años?

En mi opinión creo que sí. En estas últimas décadas el rock en español se ha enriquecido, y no solo en España, también en Latinoamérica. A día de hoy, hay grupos que utilizan el humor como elemento político, otros artistas se basan en la poesía. Algo que es normal, la sociedad española ha vivido diferentes crisis económicas muy duras y seguidas, al final la música siempre ha sido y es política.

Un ejemplo perfecto son las dos últimas canciones que habéis publicado con Rozalén. La unión de dos artistas de universos sonoros diferentes, pero con unas convicciones políticas muy similares. ¿Cómo surgió esta unión?

Nosotros nos seguíamos en las redes sociales y, como bien dices, aunque los universos sonoros sean distintos mentalmente, somos muy parecidos. Barea descubrió a Rozalén gracias a sus hijas y nos comentó de hacer algo con ella.

Unos meses después escuchamos la versión que hizo de nuestra canción, “¡Ay, Dolores!”, durante el confinamiento. Nos encantó, nos flipó, nos maravilló, tanto que esa misma tarde le envié un privado y le dije que si podíamos hacer esto enserio, ella se mostró encantada.

A partir de ahí, empezó la idea y con los meses seguimos desarrollándola, si no hubiera sido por la pandemia lo hubiéramos hecho mucho antes. Es muy interesante que diferentes universos sonoros, pero con características ideológicas comunes, se unan para hacer arte, para desarrollar ideas colaborativas que generen algo nuevo.

Y, ¿cómo fue el proceso de trabajar con ella?

Increíble. Dos días estuvimos con Rozalén. El primero, nos reímos, cenamos y nos emborrachamos. El segundo, cantamos, lloramos y nos despedimos. En esos dos días pudimos hacer de todo. Ha sido algo maravilloso, una de las mejores experiencias que hemos tenido como grupo colaborando con otro artista.

 

En este proyecto musical habéis versionado, por un lado, la canción de Rozalén titulada “Justo”, y por otro, ella ha versionado vuestra canción “¡Ay, dolores!”. ¿Por qué estas dos canciones?

La canción de “Justo” la eligió Barea de todo el repertorio de Rozalén porque era la más rockeable, la que más se podía acercar a una versión de Reincidentes. Las canciones de Rozalén no son nada fáciles de tocar, son muy complejas. Nuestro conjunto es mucho de sota, caballo y rey. Estrofa, estribillo y punteo … es lo que hay (risas). Por otro lado, nos encantó la letra. Es una canción que tiene mucho que ver con el tema de la Memoria Histórica. Una tema con nombres y apellidos. Además, personalmente significa mucho para ella. Gracias a esa canción encontró la tumba de su bisabuelo. La vimos muy emocionada cuando la terminamos.

En cuanto a la canción “¡Ay, Dolores!”, fue la propia Rozalén la que hizo una versión durante la cuarentena. Sabíamos que con la voz de esta pedazo de artista la canción iba a funcionar. Aun así, es una canción que nos da mucha pena seguir tocando. Si eligiéramos una canción de toda nuestra discografía que no quisiéramos tocarla porque no hubiera motivos para hacerlo sería esta. Han pasado 21 años desde que la compusimos y parece que todo va a peor. Ojalá siga habiendo avances en favor del feminismo, la justicia y la igualdad. Ojalá esta versión sea la última que tengamos que hacer.

Sin duda, es una de las canciones más famosas que tenéis. Un tema que trata la violencia machista, y , como bien dices, veinte años después sigue siendo por desgracia muy actual. ¿Cómo surgió?

Eran los años 2000 y es cuando la lacra del machismo se empieza a vislumbrar con más fuerza, tanto en la calle como en las instituciones. Es un problema que existe desde la prehistoria, pero se empieza a hablar con más importancia social a partir de los años noventa. En este momento se visualiza, se contabiliza y empieza a cambiar un código penal de una puñetera vez.

Reincidentes siempre ha sido un grupo que ha intentado ser un fotógrafo de la realidad y que menos que en aquellos momentos hacer una canción de ese tipo. Es un tema muy duro, con un nombre claro: Dolores, que con fuerza sale de esa situación y lo cambia por libertad. Es una canción que habla de empoderamiento femenino y de emancipación, poniendo las cosas encima de la mesa.

Ahora, incluso nos han llegado a decir que es una canción feminazi, hemos llegado al punto de que hay partidos políticos y personas que tienen las narices de hasta meterse con el feminismo y la búsqueda de la igualdad.

¿Estas canciones pueden dar lugar a un disco de colaboraciones?

El objetivo antes de la pandemia era hacer cinco o seis colaboraciones con diferentes grupos, dos canciones por artista y reunirlo todo en formato físico, pero tras la pandemia se han trastocado un poco todos los planes. No sabemos lo que vamos a hacer, la verdad. Lo que sí te puedo contar es que estamos preparando un disco de larga duración y que va con sorpresa, pero más no te podemos decir ( risas).

Para un artista que lleva tantos años encima de los escenarios y habéis tocado en auditorios para millares de personas, ¿Cómo estáis viviendo estos conciertos tan íntimos que se están realizando? ¿echabas de menos el ajetreo del mundo de la música?

Sí, mucho, echaba de menos casi todo, principalmente los conciertos eléctricos. Ojo, eso no significa que no me gusten los conciertos en acústico. Pero sí echaba de menos lo eléctrico y los aforos grandes.

En cuanto a tu primera pregunta, es extraño y un poco triste. Por otro lado, esos pequeños conciertos nos han servido para volver a sentirnos músicos. La pandemia ha sido muy dura, yo me he refugiado en mi hija pequeña y en la composición, la música me ha ayudado infinitamente. Por eso la vuelta ha sido tan importante, la salsa del rock está en tocar y cuando lo interpretas para treinta es muy raro, no sientes el grado de emoción del público.

Ha sido todo un placer poder hablar contigo Fernando. Como última pregunta, ¿qué significa para ti la música?

Mi forma de vida. Una manera de poder vivir y desarrollarme que me pilló por sorpresa cuando era un adolescente, con los años se convirtió en mi trabajo y en mi pasión. Recuerdo que yo quería ser periodista , pero la música se metió por medio. Ahora, voy a cumplir 54 años y aquí sigo, y seguiré hasta que mi forma física no dé para ello.

Escucha el directo de Reincidentes ‘Tras la Cuarentena’

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