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Entrevistamos a The Divine Comedy, que están de gira por España

Neil Hannon, ese crooner eterno con aires de dandy inglés, vuelve a reanimar a sus esenciales The Divine Comedy, para regalarnos un grandes éxitos que resalta una vez más la brillantez de su enorme cancionero, repleto de joyas pop atemporales que resisten el paso del tiempo con pasmosa facilidad.

Conseguimos hablar con él antes del inicio de la gira de presentación que lo traerá por España esta semana que viene, y nos atiende amable, risueño e irónico. Tal y como resulta su música. Media hora en la que dio tiempo a repasar su carrera, a hablar sobre ese divertido affair eurovisivo con nuestro país, sobre el chocolate o sobre el Britpop, y que hizo realidad uno de los sueños de este redactor.

“Con el britpop empecé a ver a bandas como Pulp, Blur o Saint Etienne, contemporáneas conmigo, saliendo a todas horas en Top Of The Pops, y terminé poniéndome muy celoso”

Empezaste muy joven con la banda, con apenas 20 años. ¿Ves que las cosas han cambiado mucho en todo es tiempo? ¿Por entonces ya tenías planes para tu carrera?

Bueno , veo por el cuadro de aquí (refiriéndose a la pantalla de Zoom) que he cambiado mucho en este tiempo. Para ser sinceros, y va a sonar nada humilde, cuando tenía 20 años pensaba que iba a tener mucho éxito y que a todo el mundo le iba a gustar mi música. De hecho, no he escrito ninguna buena en más de veinte años (risas). Tienes que tener fe ciega en ti.

 

¿De qué manera ha cambiado tu forma de componer en todo este tiempo?

El cambio principal es que has de encajarlo con tu vida doméstica. Cuando eres joven y nadie depende de ti, no tienes responsabilidades, puedes pasarte todo el día en la cama pensando, escribiendo, escuchando música, y nadie te puede decir que no lo hagas. No he podido hacer esto desde que nació mi hija en 2002. Cuanto más éxito tienes, más negocios tienes que atender, tienes a más gente que quiere hablar contigo (risas). Eso también hace que disminuya el tiempo que tienes para escribir. Ahora tienes que aprovechar el poco tiempo que te queda, usarlo de manera diferente.

¿No rescatáis ninguna de las canciones de vuestro primer disco ‘Fanfare for the Comic Muse’ (1990) por alguna razón?

Es una mierda (risas). Sería un EP glorioso. Éramos una pequeña banda indie, recién salida del colegio, queriendo ser R.E.M. Creo que es un artefacto interesante. Mi ambición arrancó en 1993 con Liberation; ahí me di cuenta de lo que estaba haciendo.

“Mi ambición arrancó en 1993 con Liberation; ahí me di cuenta de lo que estaba haciendo”.

¿A partir de qué momento fuiste consciente de que la cosa iba en serio y que The Divine Comedy podría ser un sólido proyecto de largo recorrido?

No podía imaginar que esto no fuera mi vida, si no, no sé qué demonios estaría haciendo. Viendo lo que «Something For The Weekend« consiguió en los charts británicos en 1996, pensé: “wow, lo hice, metí singles míos en las listas. Ahora nadie podrá quitarme eso”. Después de eso, todo fue mucho más fácil (risas).

 

Volviendo al presente ¿Cómo vive una mente tan creativa como la tuya un incidente como la pandemia? ¿Te anima a crear más o te produce un bloqueo creativo?

Fue un proceso nuevo, con nuevas emociones con las que lidiar. De repente, empezamos a pensar “oh, el mundo se ha parado. Qué bonito”. A pesar de todas las cosas horribles que sucedieron, desde ese momento, la gente no podía hacer nada, solo se tenía que quedar en casa y escuchar a The Byrds. De todos modos yo ya vivía en el campo, solo hay ruido cuando Cathy (su mujer) coge el tractor (risas). Estaba ya metido en el proceso de reediciones y cajas recopilatorias, escribí lo equivalente a media novela. Eso ocupó mucho de tiempo. Intenté escribir pero no sucedió. Por suerte, me llegaron varios proyectos, un par de películas, lo cual fue una buena coincidencia. Fue todo mi equipo y mi banda la que pasó un tiempo de mierda. Así que estoy muy feliz de empezar hoy los ensayos para arrancar la gira el sábado, y proporcionar trabajo a los míos.

Charmed life es vuestro primer grandes éxitos, aunque en 1999 lanzaste A Secret History, ¿un primer recopilatorio que quizá llegó demasiado pronto?

Quizás. Por un lado fue debido a una obligación contractual. Queríamos dejar Setanta Records y pasarnos a Parlophone, pero teníamos otro álbum que hacer con ellos, y pensamos, hagamos un recopilatorio (risas). Por otro lado, habíamos hecho ya más álbumes que muchas otras bandas en toda su carrera. Este nuevo recopilatorio es obviamente mucho mejor, pero también había mucho más donde elegir para hacerlo. Fue difícil decidir qué canciones meter porque tengo cientos de ellas, pero traté de tener equilibrio entre singles y canciones que le gustan a la gente.

Tenéis más de 10 discos, ¿cómo decidiste las canciones que incluir en el grandes éxitos? ¿Quedó fuera alguna que te hubiera gustado incluir?

Para ser sinceros, los dos primeros discos no son representativos, y de hecho, no lanzamos un single hasta el tercero. Traté de empezar con el concepto de elegir dos/tres canciones de cada álbum. Pero no podía no escoger cuatro de Absent Friends y me las arreglé para solo meter dos de Regeneration. Fue todo política (risas), tratando de mantener a todos los discos contentos, haciendo un disco variado que no fuera un único tono. Si piensas en singles para la radio, piensas en un solo tipo de canción, y en realidad tú quieres que las pongan, pero si metes solo esos singles, uno a uno, sería una mierda, así que había que buscar algo intermedio.

 

Nos parece muy meritorio que sigas haciendo discos largos como fue Office Politics en estos tiempos de consumo instantáneo, de oír una canción y pasar a la siguiente. Nunca has seguido modas y eso es el principal valor de tu música, ¿no crees?

Para mí sería algo muy extraño buscar la popularidad. Si los nuevos oyentes vienen a mí es porque buscan algo muy diferente. Es genial cuando de repente una canción se convierte en single y en la radio piensan “¡pongámosla!”. Es como una feliz casualidad. Con Office Politics probé estilos que nunca me había permitido antes usar. Meter tantos sintetizadores fue una locura y una maravilla. Canciones que no trataban sobre nada en concreto, fue muy liberador, una locura que significa algo para mí, sin saber muy bien qué (risas).

“Con Office Politics probé estilos que nunca me había permitido antes usar. Meter tantos sintetizadores fue una locura y una maravilla”

Aparte eres una persona culta y tu música contiene múltiples referencias literarias y cinematográficas. ¿Crees que falta interés en una sociedad que cada vez vive más encerrada en las redes sociales y rara vez se asoma dentro de un libro? 

Estoy de acuerdo con todo lo que dices. A la gente le resulta imposible concentrarse en momentos de paz y tranquilidad, y si tuviera que pensar en una teoría conspirativa, diría que esto está hecho a propósito. La gente está enganchada al próximo gancho tecnológico o de redes sociales, se olvidan de mirar al cuadro completo, de tomar distancia con las cosas, y así lo verían mucho más claro. He tenido la suerte de no invertir tiempo en esto cuando arrancó. Me paré un día a usar facebook porque me preguntaba dónde se habrían ido todos mis amigos (risas). Tenía tantos mensajes de personas de mi pasado muy lejano, que fue muy extraño. De todos modos, yo soy muy sociable por naturaleza, y eso ayuda. (Coge su teléfono y señala) si te das cuenta, son pequeños ordenadores personales todo el día enfrente nuestro, y la gente no para de prestarles atención, lo cual aprovecho para observarlos (risas). Van danzando por ahí, como zombies. No digo que la gente debiera tirar sus teléfonos al río, pero sí moderar la exposición a la pantalla por su propia salud mental.

Suponemos que se te haría muy raro que te incluyeran en un movimiento como el Britpop cuando claramente tu música estaba en otros universos.

Para mí fue una suerte que el Britpop coincidiera con la época en la que estaba intentando abrirme camino. Liberation y Promenade no tienen mucha relación con ese tipo de música. Empecé a ver a bandas como Pulp, Blur o Saint Etienne, contemporáneas conmigo, saliendo a todas horas en Top Of The Pops, y terminé poniéndome muy celoso (risas). Había elementos en ellos que me gustaban para mí, cosas de los 60 tipo easy listening, banda sonora a lo Ennio Morricone, John Barry…así como formas de escribir que remitían a los 60 tipo The Kinks, The Beatles… y en la época dorada de las listas de singles británicas, finales de los 70, principio de los 80, y todo esto estaba en el espíritu de muchas de estas bandas. Así que pensé, voy a usar esas referencias, porque también lo son para mí. Entonces salió Casanova, que fue perfecto para esa época. Eso supuso mi llamada a esa puerta. Si hubiera salido en otra época, probablemente nadie me hubiera invitado a esa fiesta, aunque en realidad nunca lo hicieron (risas).

 

‘The Best Mistakes’ es una nueva canción que se incorpora al grandes éxitos. ¿Hay planes ya para un nuevo álbum de The Divine Comedy?

Siempre hay planes para un nuevo disco, pero no sé ni cuándo ni cómo, dejaré que venga a mí sin forzarlo, pero habrá disco nuevo seguro.

Hemos leído que has compuesto la banda sonora de la nueva película sobre Willy Wonka que protagoniza Timothee Chalamet, ¿puedes darnos algún detalle al respecto?

 Sí, se trata de las piezas instrumentales para esa película, que es un musical. Pasé todo el 2021 escribiendo canciones sobre chocolate (risas). Soy fan del original, como lo es la gente de mi era, y las canciones de él son geniales, así que siguiendo esos pasos, traté de crear mis ideas, y estoy deseando ver lo que la gente piensa.

El año pasado durante la pandemia participaste en Isolation Song Contest esa versión alternativa de Eurovisión representando a España con la divertida «Te amo España» ¿Qué te inspiró para escribirla? ¿De dónde sacaste ese alter ego Eduardo Maldonado Castellano de la Cruz?

(Risas) ¡Había olvidado hasta el nombre! Hicieron esta alternativa online al evento real, y di mi ok. Me asignaron España, no fue mi elección. Y dije “¡genial, mucha de mi gente favorita es de allí!”. Puedo decir que sois más que bienvenidos a crear una canción igual o más ridícula sobre Inglaterra o Irlanda (risas). Cogí todos los estereotipos sobre como los británicos tienden a pensar sobre España y los mezclé. No fue física cuántica (risas). Fue muy divertido, espero que vosotros lo vierais igual.

 

Ojalá nos hubieras representado, Neil…

(Risas). Me alegro de que lo veas así pero creo que nunca participaría en Eurovisión, se ha quedado tan devaluado. Siempre sabemos quién va a ganar cada año, así que espero que Ucrania disfrute su victoria de la próxima edición. Lo merecen.

“Cogí todos los estereotipos sobre como los británicos tienden a pensar sobre España y los mezclé. No fue física cuántica”

Para terminar ¿Si tuvieras que quedarte con un solo disco de tu carrera por ser el más representativo o el que más te gusta con cuál y por qué? (Y no vale Charmed Life)

Oh, joder. (Entiende que hablo de una canción y no de un disco). «Count Grassi’s Passage Over Piedmont» de Victory For The Comic Muse. La gente la odia y yo la amo, así que siento pena por ella. Me gusta que la gente no hable de algunas canciones, siento que mantengo la propiedad de ellas. Hay una sensación de propiedad cuando acabas de componer una canción, ya que es todavía tuya, hasta que la tienes que dejar volar.

Os deseamos lo mejor para vuestros conciertos de esta semana que viene en España y, por supuesto, con el lanzamiento de este fabuloso grandes éxitos.

¡Gracias! Lo estamos deseando. Por ahora vamos solo a San Sebastián, Madrid, Barcelona y Logroño, ¡pero volveremos pronto!

Escucha ‘Charmed Life’ de The Divine Comedy

 

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