I Got You On Tape – Church of the Real (Tigerspring / Universal)
Siendo raros, I Got You On Tape son bastante buenos. Escuchando sus canciones uno no sabe muy bien si están contentos o tristes, si tienen frío o calor. Y gran parte de culpa la tiene la voz de su cantante, Jacob Bellens, que porta en su ADN el secreto de la eterna melancolía nórdica y en su voz el sentimiento de un adoquín.
Sin destacar especialmente, estos daneses no han hecho un mal disco. Church of the Real es ya su cuarto LP, y en ninguno de los anteriores hay una mancha, por diminuta que sea. Algo más electrónicos que de costumbre, en este disco seguimos encontrando razones para amar a este cuarteto de Copenhague. Con Joy Division y The Fall muy muy de fondo, I Got You On Tape nos hacen sonreír hasta cuando se lanzan con el vocoder sin mucha justificación (“Beneath a cloud”).
Entre su habitual rock esterilizado y de precisión quirúrgica encontramos esta vez trazas de humanidad y, por qué no decirlo, de sentimientos parecidos a la felicidad: “Back from the dead”, “Run from the dead” (de lejos, la mejor canción del disco) y “Stereo” incitan al baile. Por supuesto, también se puede bailar con “Church of the real”, “Truth and solitude” o “Bird on the wire”, aunque ya con una pose más nihilista. Más difícil es hacerlo con “High water” y “Song for euros”, medios tiempos hechos para adentro con un teclado soberbio, como en el resto del disco.
En conclusión, otro buen disco de los daneses, que mantienen su extraordinaria regularidad.