Kokoshca + Hidrogenesse (Joy Eslava) Madrid 25/01/19
La generación de los hijos del baby boom de la transición estaba llamada a ser la mejor de la historia de España. La democracia, la prosperidad y la educación auguraban un futuro lleno de oportunidades. Pero llenaron las crisis, primero la de mediados de los 90, y luego la gran depresión española, la que nos hizo retroceder económicamente 10 años, y al que no le bajaron el sueldo, se fue al paro. Y del paro al empleo precario cobrando como en 2005, o a ser autónomo a los cuarenta. La generación llamada a superar a sus padres se vio obligada vivir de ellos, al menos sin tener que preocuparse a su vez por si sus hijos vivirán mejor o peor porque sencillamente, los niños son un lujo que no pueden permitirse.
Y si en los económico nos conformamos con subsistir, la actualidad política solo invita a la automedicación. Media Cataluña a un paso de la independencia (aunque solo sea mental), un partido neofascista en el parlamento andaluz y la total ingravidez intelectual de toda la clase política dirigente.
De todo esto, del amor amargo, y de lo que hay que beber y salir por la noche para mantener la salud mental en estos días, hablan las canciones de Kokoshca. Letras generacionales que transitan entre la cotidianidad y la epopeya y a veces hacen daño. Todo ello envuelto en el rock más contundente compuesto desde el apogeo de los 80 en Euskadi.
Kokoshca presentaban nuevo disco, El Mal (Sonido Muchacho 2018). Continuista en parte, rompedor a ratos (latineo incluido), los navarros optaron por no salirse de su sonido habitual y ofrecieron un auténtico tratado de épica y rotundidad. Iñigo desatado al bajo, Álex impecable en la batería y Amaia e Iñaki tan serios como resolutivos, no hubo ni un momento de respiro en Joy Slava.
Incorporando lo más preciso de su nuevo trabajo a sus triunfos habituales compusieron un directo arrollador. «Directo a tu corazón», «Me arranqué la piel» y «R?.?B?.?U» prendieron una mecha que estalló, pogo mendiante, con «Las Chicas», «No queda nada», «La fuerza» y una heroica «No volveré». Como cierre de un concierto que sin bis se hizo cortísimo, «El Mal», bendito resumen de la realidad.
Antes, Hidrogenesse demostraron que, aunque llevan ya demasiado tiempo sin grabar nada nuevo, siguen siendo tan imprescindibles como infalibles.
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