Conciertos

Presentación Turbo Rock – Wurlitzer Ballroom (Madrid)

Como ya hemos informado puntualmente desde MZK, el festival TurboRock también se celebra en Madrid. No era mala idea por lo tanto hacer una presentación del festival en la capital, con dos bandas que no desmerecen para nada el cartel y además con una serie de disc jockeys que estarán también en sendos escenarios del festival en Cantabria y Valencia.
Los primeros en ir calentando motores fueron los valencianos Tail, banda que ya lleva doce años dándole al punk rock más cafre y dejándose la piel en escenarios de aquí y allá. El cantante; David, acabo descamisado y subiéndose a la barra de la sala, con la consiguiente reprenda de una de las camareras (hay gente que no transige ni con el vocalista de la banda) y entre sus filas pudimos ver dejándose el tipo a dos componentes de Wau y los Arrrghs, vamos que todo quedo en familia.
Lo de los otros valencianos que nos ocupan, los mencionados Wau y los Arrrghs, es harina de otro costal. A estos tipos hay que echarlos de comer aparte y de beber también, o mejor… no darlos de beber. Podría hablar de lo increíbles que son en directo, el puñetazo en plena “jeta” que es verlos a dos centímetros de ti, de cómo suenan sus discos, o de que el cantante (y todos los demás) pierden kilos en cada concierto, y es que no hay palabras, ya sé que esta expresión puede sonar a “topicazo”, pero no en el caso de Wau y los Arrrghs.

Aquí sí que no vale decir; “con el tema Demolición´ la sala se vino abajo”, o “canciones como Copa, Raya Paliza´ hicieron que el público se desmelenara”, y no vale, porque su concierto es desde principio a fin un torbellino de “Garage Punk”, más rápido y cortante que las cuchillas de una batidora desbocada, en el que la sala sí se viene abajo de verdad y el público está literalmente en volandas todo el set. La banda no se detiene ni siquiera a dar las gracias, ellos prefieren agradecer a su público como mejor lo saben hacer; tocando rápido, sucio y alto, con Juanito Wau metido entre el público a la mínima, y destrozando viejos clásicos y por supuesto sus nuevas canciones. 

Ni siquiera un apagón de monitores y amplificadores que duro apenas varios segundos, chafo la canción que estaban atacando en ese momento. Cualquier otra banda hubiera dejado de tocar para ver qué pasaba, ellos prefirieron seguir saltando y arengando al personal hasta que el tema volvió a sonar. ¿Profesionalidad o gamberrismo impertérrito? Yo creo que lo segundo.

Quizás lo haya dicho muchas veces de otros grupos, y siempre de verdad, pero dejadme que esta vez insista; no voy a seguir escribiendo de lo que hacen Wau y los Arrrghs en directo, simplemente hay que ir a verlos. Eso sí, si no estáis dispuestos a derramar litros de sudor, esquivar golpes, dar saltos y sujetarte para no terminar encima del escenario, mejor que veáis el concierto al final de la sala.

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