Saltamartí – Saltamartí (La Casa Calba)
Saltamartí es muchas cosas a la vez. Para empezar, significa saltamontes en catalán. También es el nombre que, de nuevo en catalán, se les da a los tentetiesos: esos juguetes que, levemente empujados, recuperan bruscamente la verticalidad. Saltamartí es también, para finalizar, el nombre de un poema (y un libro) de Joan Brossa (1919-1998), poeta catalán que se distinguió por sus incursiones en multitud de géneros artísticos y por sus poemas-objeto al estilo de Marcel Duchamp.
Precisamente en Saltamartí, de 1969, Brossa comparaba al pueblo con un tentetieso: eternamente condenado a recibir empujones de uno y otro lado para volver siempre al mismo sitio. No le faltaba razón si pensamos que, más de 40 años después, el pueblo sigue siendo tratado a empujones y recuperando, cada vez con más dificultad, el equilibrio.
Ahora Saltamartí es también el nombre de un proyecto experimental diseñado por Pep Toni Ferrer y Fernando Salazar (ambos pertenecientes al grupo Oliva Trencada), junto con otros músicos mallorquines, con el objetivo de poner música a 17 poesías de Joan Brossa.
Fieles al vanguardismo de las poesías originales, las canciones de Saltamartí reciben un tratamiento multimedia: loops diversos, capas y más capas de sonidos, estridentes unas veces y oníricos en otras, samplers extraídos de series de TV o de vídeos en Youtube… Las letras, lógicamente en catalán, cuadran de una manera excepcional con el barnizado, experimental y personalizado, que cada una de ellas recibe. Ese podría considerarse el mayor logro del disco: añadir un sentido más a las ya de por sí complejas y visualmente potentes composiciones de Brossa.
Entre las 17 canciones encontramos multitud de estilos: desde el folk mediterráneo hasta la canción protesta, pasando por el pop vanguardista y la canción infantil. Todo pensado para extender el disfrute a todos los sentidos, principalmente sabiendo que el proyecto tiene una vertiente visual que podrán disfrutar los que asistan a los correspondientes espectáculos: videoproyecciones, música en directo, efectos, visopoemas…
Un producto pensado para los que buscan nuevas perspectivas musicales y artísticas, para los que gustan de fundir poesía y música, para los que todavía se echan en el sofá a leer las letras de las canciones. No apto, por tanto, para el consumo rápido ni para el devorador compulsivo de emepetreses.
