Sarah Nixey – Night Walks (Black Lead Records)
La de Dorset quizás sea más conocida, o recordada, por ser la vocalista -excelente, valga decir- de Black Box Recorder, aquella célula de canción pop protesta que formó Luke Haines a finales de los noventa. Sarah Anne Nixey se toma su tiempo cada vez que decide ponerse a escribir y pisar un estudio de grabación, pero cada paso que da es firme y convincente. Su tercer disco, este “Night Walks” (Black Lead Records, 2018), es otro minucioso y medido conjunto de canciones de pop de esmerada caligrafía melódica que ha confeccionado junto a la producción de su marido, Jimmy Hogarth, reputado compositor de hits para Sia, James Blunt, o Corinne Bailey Rae entre otras.
Leo en una entrevista para la prensa británica que la de Dorset compuso los temas de este disco durante los muchos momentos libres que le dejaban las noches de insomnio que pasó durante un par de años, y que se han materializado en algo así como unos pequeños paseos nocturnos en una imaginaria parte de Londres (¿quizás una reinterpretación somnolienta de Fritzrovia?) en donde se iba topando con personajes anclados en otro tiempo.
La estética sonora – esos aires retrofuturistas son de traca – me recuerda mucho, en un conjunto, a las producciones que Pet Shop Boys hicieron para los rescates de las divas Liza Minelli (“Results”) y Dusty Springfield (“Reputation”). Bien parapetada con sintetizadores analógicos que acolchan perfectamente su timbre de voz (entre el fraseo narcótico, hablado, y la versatilidad y elegancia de su registro habitual) el disco arranca con una espléndida “Coming Up For Air” que bien podría estar en alguno de los discos antes mencionados. La gravedad y la prestancia de gran pop de autora, de poso clásico, se abre paso en tomas como “The Zeppelin” (retratando el turbio pasado de la artista galesa Nina Hamnett conocida como “Queen of Bohemia” ), “Merry England”, o en una “The Planet Of Dreams” cuyo hechizo embaucador juega en la misma liga de los mejores Saint Etienne.
Unos patrones más bailables esculpen pepinazos como “Burning Bridges”, “Dancing At The Edge Of The World” o “Journey”, en donde podemos escarbar en la herencia de Giorgio Moroder y Larry Levan a través de efervescentes diálogos entre cacharrería analógica y pirotecnia en forma de estribillos para cantar hasta que la noche nos devore. Deberían darle una oportunidad. Sus oídos se lo agradecerán.
Escucha Sarah Nixey – Night Walks
hostia, black box recorded me gustaban muchisimo