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Saratoga (Sala Custom) Sevilla 21/09/24

Más de 30 años lleva en los escenarios Saratoga, estandarte del heavy metal en español. Para servidora, un grupo que me ha acompañado desde la más tierna preadolescencia cuando escuchaba cantando a pleno pulmón esos CDs en aquel reproductor plateado, digno de cualquier profesor de inglés.

De Saratoga lo primero que se destaca es la técnica y el virtuosismo de su vocalista, que siempre debe estar a la altura de esa enorme exigencia. Y eso ha quedado más que demostrado en los casi 20 años que lleva Tete Novoa encabezando la formación. Ahora han querido regalar una visita a la ciudad de Sevilla en su gira homenaje a esos más de 30 años de metal que, sin duda alguna, han sido bien celebrados.

Una sala llena de metaleros vestidos de negro puede parecer un lugar poco amistoso o acogedor pero, una vez más, se demostró que no se debe juzgar al libro por la portada ya que resultó ser una de las veladas en las que más compañerismo, educación y respeto he visto. Parejas de mediana edad, grupos de amigos jóvenes e incluso niños. Todo el mundo estaba allí ataviado con sus mejores camisetas negras para disfrutar de un día único e histórico, por qué no decirlo, para cualquier fan del grupo.

No se hicieron de rogar y de manera muy puntual (lo cual es de agradecer) dieron inicio al concierto con “A morir”, “Mi ciudad” y “El vuelo del halcón” como apertura de la noche que ya empezó con las energías bien altas. “Maldito corazón” fue la cuarta canción que terminó de volver al público absolutamente loco ya que es uno de los temas más conocidos y favoritos del grupo.

Una noche en la que pudimos escuchar un repaso por las canciones más conocidas y valoradas de su discografía. Por supuesto no faltó “No sufriré jamás por ti”, “Mi venganza” o “Ángel de Barro”, aunque éstas vinieron acompañadas de malas noticias, ya que el grupo anunció que algunas de las canciones serían tocadas en directo por última vez en ese homenaje. ¿El motivo? Dar paso a temas nuevos en su próximo trabajo, que verá la luz en 2025.
Las composiciones de Saratoga tienen como protagonista, como ya he dicho, a la voz, que se luce en melodías al alcance de solo las gargantas más privilegiadas del metal. Un protagonismo que comparte con los solos de guitarra, que Jero Ramiro ejecutó de manera magistral, demostrando que el instrumento es ya una extensión de sí mismo.

Para equilibrar esta balanza y dejar brillar al resto del grupo, Arnau Martín, que se estrenaba con Saratoga, contó con un solo de batería de varios minutos en el que demostró que es un ser de otro mundo. El público apreció el virtuosismo del valenciano, al que aplaudió y elogió merecidamente.

Un cielo de estrellas se iluminó gracias a los flashes de los móviles para crear la atmósfera perfecta para “Lejos de ti”, con la que el grupo mostró su faceta más sentimental. Pero de la desgarradora balada de amor pasamos a otro de sus buques insignia con “Las puertas del cielo”, en la que Novoa consiguió una participación del público al más puro estilo Freddie Mercury tras lo que demostró su amplísimo virtuosismo vocal con un a capella que dejó bocas abiertas.
“La música que hago es Heavy Metal”, reza otra de sus míticas canciones, y desde luego que se respiraba por los cuatro costados. Melenas hasta la cintura y más allá, lápiz de ojos negro y muchas manos en alto en forma de cuernos o puños para soltar la euforia de las canciones.

Niko del Hierro sirvió con su bajo “descabezado” demostrando que por más años que pase encima del escenario no dejará de ser un genio divertido y loco. Un poco de tapping, otro poco de funk y mucho de metal en sus solos.
Por supuesto, no podía faltar “Si amaneciera” que cantamos entre todos, con el corazón en un puño y el alma en alto. Un himno, una experiencia espiritual para quienes llevamos 20 años escuchándola esperando, algún día, poderla disfrutar en directo.

Y con este concierto dieron fin a una gira que llevaba 3 años rodando. Tuvieron además la deferencia y la modestia de presentar a todo el equipo que les acompaña, responsables de que todo salga siempre bien. No importa si conociste el grupo en su formación original en el 92, años más tarde con el liderazgo de Leo Jiménez o a partir de 2007, con el asentamiento de Tete Novoa como vocalista. Fue un concierto que dio calor a las almas de todos los que allí estábamos. No era una cuestión de nostalgia, sino más bien, de sueños cumplidos.

Fotos Saratoga: Rocío Cabello

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