Slap! Festival 2016 (Camping municipal) Zaragoza 8, 9 y 10 de julio 2016
Fotos Javier Casanova
Siete años ya de Slap! Festival y parece que fue ayer cuando acudimos a su primera edición en el anfiteatro de la Expo, donde asistimos a un concierto veraniego de varias horas, de esos en los que el sol te da en la nuca y acabas con los pies planos, pero con ganas de mucho más.
Como seguidora acérrima e incondicional de este festival, os diré que este año hemos asistido a su mejor edición, donde a pesar del intenso calor de julio, nos hemos dado un buen empacho de funk, rock, blues, soul y todos los sonidos afroamericanos y psicodelico-rimbombantes que te puedas echar al alma.
Empezaré por hablar de la puerta, esa puerta. Con un sencillo pasadizo natural aprovechando la arbolada zona, con lucecicas y panfletos de información. Qué panfletos, por cierto. Tomen nota otros festivales a la hora de ser concisos y efectivos con su programación.
También me quedo con los DJs del Club Etiqueta Negra, Fran Navarro y Fleki Flex, que superaron el reto de abrir el festival entre chapuzón y chapuzón pinchando encima de una camioneta vintage.
Me encantó también el blues rock americano de James Room, que estrenaron el escenario Ámbar rodeados de pacas de paja y palets, algo por cierto, muy bien pensado pues había por todo lugares en los que sentarse a divisar los escenarios y tomarse un tentempié de los distintos foodtrucks que rodeaban la zona de la piscina, abarrotada a todas horas de gente bailonga al ritmo de funk, rock, soul y rap. Sí, rap, porque también me quedo con el espectáculo de los maños Iván Abando, Nachodowntempo y Nalo, que inauguraron el escenario piscina y que no sé cómo se aguantaron las ganas de zambullirse.
También destacaron The Agapornis, sobre todo por la maravillosa voz de su cantante, Desi Tey. Ellos inauguraron el Anfiteatro Slap! Ese anfiteatro natural, con árboles iluminados por las luces y la bola de disco que presidía el cielo, que les quedó precioso. Allí también estuvieron Alien Tango y sus sitares, inundando el recinto de psicodelia y en ocasiones de cierta estridencia.
Pony Bravo celebraron sus 10 años en activo y qué mejor ocasión que en este festival, que ya los acogió hace tres edición y en el que están como pez en el agua. Su actuación fue sublime.
Y valientes estuvieron Thee Vertigos por tocar entre tanto mosquito y polilla a quienes espantaron a base de rock y guitarras.
Los triunfadores de la noche, después de Pony Bravo, fueron sin duda el descubrimiento del festival para muchos: Nortec Collective, que nos hicieron bailar como si no hubiera un mañana, con esa electrónica tijuanática, más adictiva que las pipas, ese trombón que aún desconectado de los amplis bajó a darle duro entre el público. Esas trompetas al unísono con la mezcla house-electro-ranchera. ¿Recordáis la película “Danzad, malditos, danzad”? Pues así estaba todo el público del viernes a las 4. Adictivos. Tras ellos los DJs de El Gancho Sonidero no se quedaron atrás.
El sábado pudimos disfrutar de la personalidad y el aguante de Sholo Truth conectado en todo momento a ese armonizador de voz-teclado que es como su tercer brazo. Increíble su show piscinero. Después vinieron Lefreakolé y Juno y Darrel, para mi gusto demasiado planos.
Para hacer la digestión, se volvió a subir a La Camioneta otro de los míticos en Slap!: R de Rumba, que no necesita presentación, pero sí más respeto, pues lo desenchufaron de la zona de escenario Ámbar durante la prueba de sonido de The Kleejoss, (otro grupazo de rock flamante), y nos perdimos unos cuantos temazos old school y algunos de los samples que siempre alegra el alma escuchar. Gracias, Rubén.
Ya he hablado del recinto, pero quiero volver a destacar la piscina en la que todo el mundo bailaba con el taller de baile “Soul Train”, mientras los niños se empapaban, literalmente, de buena música. Por cierto, quienes estuvieron al pie del can?o?n, tanto sa?bado como domingo, fueron el colectivo de Just a Live MPC con Talya La Lia y Marga Mbande. Si quieres alucinar viendo a seis tíos improvisar con sendos MPCs y a dos pedazo de voces rapear, no te los pierdas.
Uno de los conciertos más esperados fue el de Guadalupe Plata, que aunque esta vez se me hicieron algo lineales, volvieron a sonar bárbaros, gracias a sus peculiares atmósferas.
Y qué decir de los cabeza de cartel, The JBs, la banda que acompañó durante su larga trayectoria al grande, al rey entre reyes, James Brown. Miembros de todas las épocas forman parte de este combo de emoción, lágrimas, clásicos y nos hicieron vivir hora y media de intensa reconciliación con el mundo. Simplemente apoteósicos. La voz de Martha High en “This is a man’s world” me hizo llorar como una magdalena. Impresionante. Por no hablar del momento “Papa’s got a brand new bag”, que me sacó de mis chanclas.
My Expansive Awareness me hicieron grabar unos cuantos vídeos luchando entre mariposas y polillas nocturnas que iban a la luz de la bola de cristal del escenario Bosque Psicodélico. Simplemente tremendos. Ahora me explico por qué han tenido tanto tirón entre festivales y críticas. Maños tenían que ser. Por cierto, su bajista se despidió en Slap! Una gran pérdida para el grupo.
Del domingo me quedo con los directos de Underdogs y su garage gallego-maño sobre el escenario Ámbar de la piscina. Y para cerrar, un King Solomon Hicks que bien podría haber actuado en el anfiteatro principal, dado su talento, con tan solo 19 años, que nos engatusó con su blues-jazz. Totalmente recomedable.
Seguramente me deje muchas cosas, pero también quiero destacar los campeonatos de break dance, los partidos de basket, los niños aprendiendo percusión y subiendo al toro mecánico, (sí, buena idea no dejarnos subir a los mayores), la decoración a base de madera, los antes nombrados palets o los árboles iluminados en la noche del bosque psicodélico.
Enhorabuena Slap! por tus siete añitos. El año que viene, ¿con qué nos sorprenderás?