Tesouro – Aquí Conmigo (Hanky Panky)
La disquera vasca Hanky Panky Records es la encargada de publicar Aquí Conmigo, debut de Tesouro, banda gallega integrada por Daniel Alonso, Aser Álvarez y Carlos Rego. Los dos últimos coincidieron tanto en los míticos Cosecha Roja, como hasta hace poco, en Burgas Beat. Rego, además, es periodista musical y autor de varios libros sobre pop con, por ejemplo, Derribos Arias o El Nuevo Rock Americano como protagonistas.
Toda esa experiencia y erudición es sin duda el caldo de cultivo de una serie de canciones que se concentran bajo el nombre de Tesouro, formación con la que Álvarez y Rego, con ayuda de Daniel Alonso, bajista de Os Amigos dos Músicos, pretenden dar rienda suelta a su amor por el pop de guitarras. Un amor que sí, tiene un punto de mira muy fijo en The Beat, The Raspberries, The Easybeats, The Kinks, Greenberry Woods o Velvet Crush, pero desde una asimilación del asunto totalmente propia y con el castellano y el galego como vías de comunicación.
Y es que son canciones que realmente parecen hablarle a uno al oído a poco que se deje encandilar. Y eso es fácil. Composiciones que se notan urdidas desde la camaradería del local de ensayo, pero sin perder la vista en la siempre anhelada diana melódica. Ellos aciertan con facilidad a través de pildorazos tan esmerados como “Todo es tan raro”, “Tu mejor disfraz” o “Conciencia tranquila”, que son urgentes, vitamínicas, pero sin estridencias. Se nota que tratan sus temas con mimo, sin prisas. Buscan la inmediatez, pero también la perdurabilidad. Que la gente vuelva a depositar la aguja en el vinilo una vez escuchado. Un vinilo realmente bonito en su diseño, que todo hay que decirlo.
Las guitarras bravas son importantes aquí, pero no lo son todo. La inicial “Brillo”, “Dile a mis padres”, “Contadores de estrellas” o “Niñodaguia” aportan lírica, cierta querencia nostálgica y un refinamiento melódico que uno intuye producto de muchas, muchas horas escuchando viejos discos de psicodelia pop. Exquisiteces que siempre superan el notable, o incluso algo más, como es el caso de la canción que titula el disco, reservada para el final. Un pequeño trip que recuerda a The Dream Syndicate y parece querer reivindicar en su texto la idea de la perdurabilidad de una forma de vida – ¿la que tiene que ver con la música rock, tal como la conocíamos?- que no ha de morir mientras respiren aplicados adalides como los protagonistas de un disco tan sincero, luminoso y disfrutable como este.