Migala – Restos de un incendio (Acuarela)
Migala son un grupo extraño, sus discos, su actitud, sus directos y su mentalidad acaban formando un rara avis en la escena musical española, sus hasta el momento tres discos han sido sistemáticamente alabados por la prensa y en sus dos últimos directos en España (recordemos, dos dias consecutivos en la Sala Nasti) han conseguido agotar las localidades.
Tras publicar su último álbum, Arde (00), y presentarlo en España y media Europa, han decido regrabar los temas que formaron parte de su repertorio en directo de la forma que venían interpretando esos temas en sus conciertos, es decir, con una mayor presencia de las guitarras, y una mayor intensidad vocal.
Y ¿sabeis qué os decimos?, que bendita la hora en la se les ocurrió llevar a cabo esta grabación, Restos de un incendio es un trabajo excepcional, brillante y vibrante, cargado de emoción y de tensión y sobre todo, ejecutado con maestría. Sí, sí, ya lo sabemos, son los temas de siempre, que si «Times of disaster» (aquí «Tiempos de desastre»), «Unlost memory» (transformada en «Ciudad del oeste»), «Gurb song» (o «La canción de Gurb»)… pero no importa, su nuevo tratamiento les aporta un vigor y una fuerza fuera de toda duda.
Restos de un incendio se abre con una revisión instrumental de «La canción de Gurb», bastante más larga que la original (incluída en Así duele un verano (98)) y también bastante más ruidosa, con las guitarras como grandes protagonistas de los momentos más álgidos y reposando el resto del tema en una base ritmica firme, con los teclados, la armonica y el acordeon preñando de detalles la composición. Al igual que «La Canción de Gurb», canciones como «El Retraso», «Un puñado de coincidencias» y sobre todo «Tiempos de desastre» y «Aquel incendio» adquieren un brillo y una fuerza increibles, destacando los arrebatos guitarreros absolutamente medidos y comedidos de «El Retraso» y la sustitución de ese minimalismo neo-folk de «Arde» (la canción) por, de nuevo las guitarras, los teclados y los efectos de «Aquel Incendio».
También cabe señalar la espectacular «Noche desde un tren», de las más emocionantes, en la que pueden oirse los acordes de «Soy Rebelde» (sí, sí, la que todos estais pensando) interpretados por un teclado entre la montaña de sonido que forman el resto de instrumentos de los madrileños. O también la interpretación de «Un puñado de coincidencias», destacando la voz de Abel, en una clave bastante más rock y menos melódica, menos folk, que la original «A fistfull of coincidences» (Diciembre 3 a.m. (97)) y sobre todo, el muro de sonido que poco a poco van creando en «Tiempos de desastre», para dar paso a ese epílogo que es «Instrucciones para dar cuerda a un reloj».
Casi sin proponerselo Migala han grabado un disco sublime, han dado una vuelta de tuerca a sus composiciones obteniendo como resultado una reinvención de si mismos por el camino de la intensidad y la tensión…. espectacular.