Anders Parker – Tell It To The Dust (Lunar Discos)
Colgarse la etiqueta de “rock de raíces” y encomendarse a Gram Parsons y Neil Young es fácil. El reto es defenderlo con credibilidad y buenas canciones. Anders Parker lo consigue con Tell it to the dust, su debut en solitario tras abandonar el proyecto Varnaline. El neoyorquino no presenta un discurso arrollador ni demasiado personal, pues lo suyo suena más a disco de género que a disco de autor, pero es más que suficiente para reclamar un destacado lugar en el mapa del country alternativo.
El problema de Tell it to the dust es que sus mejores virtudes se concentran en la apertura y el cierre. Las canciones que brillan por encima de la media en el tramo central del disco (“Into the sun”, “Come on now”) no impiden que éste resulte algo largo con sus 53 minutos.
Tell it to the dust se abre con el tema que le da título y que establece la demarcación sonora y semántica de los once siguientes: sonidos tradicionales como punto de partida y uso de crecientes dosis de electricidad para resolver las canciones; letras sobre el paso del tiempo, con el polvo y el óxido como imágenes recurrentes.
Anders Parker sufre en algunas ocasiones para retener la atención del oyente. En última instancia, no obstante, el álbum se salva de convertirse en un empacho de medios tiempos gracias a la inclusión de un par de baladas aceptables (“Innocents”, “Keep me hanging on”) y a la hábil rotación de instrumentos (violín, piano, órgano, saxo) de la mano de una notable nómina de músicos invitados que está encabezada por Jay Farrar. Junto al líder de Son Volt, cabe destacar a Steve Earle y Dinosaur Jr. en el amplio apartado de influencias y similitudes que sugiere la escucha de Tell it to the dust.
Superados los mencionados problemas de ritmo, Anders Parker relanza el disco en la recta final al apostar por “Doornail” y sus ocho minutos de pesadas guitarras para garantizar un cierre épico. Tal vez forzado, pero sobradamente eficaz. De las mismas sesiones que Tell it to the dust surgieron las canciones de Wounded Astronaut, un EP que confirma a Anders Parker como una opción sólida, casi obligatoria, para los amantes del country rock.