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Entrevistamos a Franz Ferdinand

Un tipo que ha escrito algunos de los mayores hits nacidos en el panorama pop-rock del nuevo siglo, no puede ser un tipo mustio o gris, y mucho menos, distante. De él se espera una actitud vital apasionada y vibrante de la que empaparse. Aunque sea una absurda idealización. En este caso, los presentimientos se tradujeron en realidades y la charla con Alex Kapranos y Bob Hardy, los dos miembros que resisten a los cambios de formación experimentados por Franz Ferdinand desde 2016, transcurre tan fluida y ambos proyectan una sensación de sentirse tan ilusionados como el primer día, que deseas que nunca se acabe, o que se hubiera materializado en persona para sentir aún más cercanas las vibraciones de dos tipos que viven por y para la música.

Locuaces, felices y con los pies en la tierra. Todo un logro tras saborear el éxito absoluto desde su primer single, desde luego. Se puede decir que llegan al lanzamiento de Hits To The Head (Domino 2022), auténtico carrusel de singles con mayúsculas, con los que quemar suela en tiempos difíciles, con cuerda para rato como para vislumbrar próxima la hora de dar continuidad a tan tremendo catálogo de clásicos instantáneos.

“Tenemos que celebrar la vida, la música, el hecho de volver sobre el escenario, juntarnos”

Casi veinte años desde vuestro debut, muchas experiencias desde entonces acumuladas imagino, y un grandes éxitos para celebrarlo, ¿cómo os sentís mirando hacia atrás en el tiempo?

(Alex): Nos sentimos genial, la verdad. Sacar un “grandes éxitos” es un gran acontecimiento para nosotros como banda. Creo que es una gran celebración de estos dieciocho años, y necesitamos cosas así, ¿no crees? Tenemos que celebrar la vida, la música, el hecho de volver sobre el escenario, juntarnos, ¡qué maravilloso es todo esto! Estoy realmente feliz por sacar este disco.

Le enseño el ejemplar del libro “Meet me in the bathroom”, de Liz Goodman, jugosa compilación de anécdotas e historias acontecidas en New York y de la que ellos también forman parte. ¿Qué recuerdas de esa etapa en la que surgieron tantas bandas que marcaron una época, como vosotros, The Strokes, The White Stripes, Vampire Weekend…? Se podría decir que tras el britpop, fue la siguiente explosión de la música popular a nivel mundial.

(Alex): ¡Oh, está traducido también al español! Cuando estás en medio de ello, no eres muy consciente de lo que ello significa. Fue algo realmente divertido, y aún sigo expectante cuando Interpol o Yeah Yeah Yeahs van a sacar disco, para ver qué tal estará y escucharlo con muchas ganas. ¡Voy a dejar hablar también a Bob, porque estoy acaparando todas las respuestas! (Risas)

(Bob): La verdad es que ver nuestro nombre al lado de todas esas grandes bandas, cada una con su sonido, es algo fantástico y a la vez muy natural. La escena en New York a principios de siglo volvía a estar tan efervescente.

(Alex): Es curioso porque la primera vez que tocamos en New York, sentí que tenía más que ver con lo que por allí se cocía que con la escena de Londres. De alguna manera, y dicho en tono amistoso, Londres era como el enemigo y New York, el aliado.

 

¿Qué le diría Franz Ferdinand a una banda que empieza?

(Alex): Les diría que no la cagaran (risas). Sé que va a sonar estúpido, pero tienes que seguir escribiendo, tocando, pero a veces hay grupos que tienen mucho éxito y se acomodan en ese estilo de vida, y se olvidan de que tienen que seguir escribiendo grandes canciones que les han posibilitado ese estilo de vida. Lo que tiene que darte más felicidad y placer de todo esto es el lado creativo, y olvidarse del lado “travieso”. Sería algo como “Don’t believe the hype”, es muy obvio, pero cuando la gente te dice que eres un genio, ríete con tus colegas, disfrútalo, pero no te lo creas demasiado. No eres más genio que cualquier otro tipo con una guitarra.

¿Cómo habéis sentido los cambios en la formación tras la marcha de Nick y Paul?

(Alex): La manera en la que yo lo veo es que estoy súper feliz de poder tocar en un grupo con Nick y Paul todo el tiempo que pude hacerlo, y también me siento genial por poder hacerlo con Dino, Miaoux y ahora con Audrey. ¡Qué suerte tengo de poder tocar con gente tan buena! Trato de no anclarme en el pasado. Disfruto el presente, el pasado, y tengo muchas ganas del futuro.

“En el mundo de los fans de la música hay mucho esnobismo intelectual, en plan aparentar saber más porque aprecias un determinado disco raro o banda que casi nadie conoce”

Imagino que habéis querido que todos los discos que habéis lanzado tuvieran una representación importante en este grande éxitos, y con la cantidad de grandes singles que tenéis, es fácil pensar aquello de “no están todos los que son pero sí son todos los que están”. ¿Cuál es vuestra percepción sobre los discos recopilatorios?

(Alex): Creo que los “grandes éxitos” son geniales. Aquellos que dicen que son una mierda son snobs infumables. En Plan, “soy demasiado bueno para escuchar un recopilatorio”. ¡Cállate la p… boca! Changes de David Bowie, por ejemplo, ¡es un jodido discazo! Low o Station to Station son dos grandes obras, pero tienes que ser muy fan para disfrutar todas sus canciones. En cambio, Changes es muy fácil de disfrutar, todo el mundo puede hacerlo. En el mundo de los fans de la música hay mucho esnobismo intelectual, en plan aparentar saber más porque aprecias un determinado disco raro o banda que casi nadie conoce. Bravo, ¡medalla de chocolate para ti! Ganaste el premio. Pero por lo demás, guárdatelo para ti. Tenemos seguidores a los que les encanta que toquemos canciones que no solemos tocar o la cara-b más extraña, o versiones, lo cual es genial, pero eso no debe desprestigiar lo que un “grandes éxitos” supone.

Hablando de caras-b, bien podríais lanzar otro recopilatorio con ellas.

(Alex): Creo que sería algo muy interesante, de hecho lo hemos hablado. Algo así como un “Hits to the back of the head”. Algunos fans adoran las canciones escondidas en singles, y lo difícil es que están desperdigadas por ahí. Personalmente, como seguidor, me encanta el proceso de descubrimiento, pero tenerlas todas juntas sería estupendo. Quizás tomemos tu idea y lo hagamos.

 

Entre tanto hit, ¿hay alguna canción en especial que os toque la fibra como ninguna otra cuando la tocáis?

(Alex): Hay bastantes, por ejemplo “Darts Of Pleasure”, porque es una de las primeras que compusimos y tocamos en vivo. “Stand On The Horizon”, también. Cuando la tocamos, todavía me emociona mucho. “Outsiders” es otro momento álgido.

¿Qué proceso de grabación recordáis como el más divertido?

(Alex): Diría que el de Always Ascending, ¿no crees, Bob?

(Bob): Desde luego. Fue tan divertido, y la banda tenía tantas ganas en cada sesión. Yo he ido disfrutando más y más tocando el bajo, y en ese disco recuerdo tener siempre mucha ilusión en trabajar cada tema. Lo recuerdo como el más excitante incluso como banda, no solo en el aspecto de la grabación.

Hablemos de los dos nuevos temas incluidos en el recopilatorio, “Curious” y “Billy Goodbye”. Son dos singles marca de la casa que encajan a la perfección con el espíritu del disco, sin bajar el nivel, ¿quiere decir que Franz Ferdinand están preparados para grabar un nuevo disco pronto?

(Alex): Grabamos muchas canciones, y elegimos estas dos porque justo pensábamos que combinaban a la perfección con el resto. Ahora estaremos de gira, y no podremos grabar mucho mientras dure, pero la banda se siente muy eléctrica, así que pronto estaremos en ello. Cuando nos ponemos, no nos suele llevar mucho. Sabes que cuando algo sucede rápido es porque es bueno. Me gusta tener esa sensación.

¿Ha cambiado mucho vuestra perspectiva a lo largo de este tiempo, como banda, o individualmente? Vuestros sueños, aspiraciones, objetivos…

(Alex): Diría que artísticamente, mis objetivos no han cambiado demasiado. Todavía tengo fuerzas e ilusión para retarme en conseguir escribir buenas canciones. Probablemente, mi objetivo de beber menos alcohol con el paso del tiempo, sí se haya conseguido (risas). Cuando empiezas a tocar con amigos, siempre hay un elemento presente que es el alcohol, pero por fortuna ha ido disminuyendo su presencia (más risas).

(Bob): Con apenas veinte años, pensaba que era parte del trabajo (beber). ¡Pero sin lamentos!

España siempre recibe a Franz Ferdinand con los brazos abiertos, y aunque sois cabeza habitual en muchos festivales, nunca es suficiente y os queremos tener aquí aún con más asiduidad. ¿Qué sensaciones os transmite el público hispano que no os lleguen tanto en otros lugares?

(Alex): Tengo tantas ganas de volver a vuestro país. España siempre nos ha tratado tan bien… Hay países donde sientes una conexión especial con el público, y España sin duda lo es. Creo que lo que hacemos y somos como banda conecta perfectamente con el espíritu y actitud españoles. Pienso que allí tenéis sangre por vuestras venas y el corazón la bombea bien fuerte. Me encanta. Como grupo, no esperamos a que las cosas sucedan, ¡vamos a por ellas! Como público, tenéis esa actitud en España. Creo que estamos hechos el uno para el otro.

(Bob): Sois un país de fiesta y somos una banda festiva y festivalera, ¡qué más se puede pedir! (Risas)

(Alex): ¿Qué podemos hacer ante eso? ¡Una fiesta! (Risas)

“Creo que lo que hacemos y somos como banda conecta perfectamente con el espíritu y actitud españoles”

Hablemos de la escena local de la que procedéis, la escena escocesa, que tantos grandes nombres ha dado, algunos de ellos ya desaparecidos como banda (The Delgados siempre en cabecera, pero también los inactivos y siempre interesantes Idlewild), así como otros que continúan dando grandes alegrías (Belle And Sebastian, Mogwai…) Alex, además tú llevabas un club en vuestro país, el mítico Kazoo donde tocaron estas bandas en sus inicios.

(Alex): Toda la razón. Siempre ha habido una gran escena en Glasgow, y todavía sigue bien activa, con muchos nombres nuevos siempre interesantes. Esos nombres que mencionas, e incluso anteriores como Teenage Fanclub, Primal Scream, Orange Juice… Cada banda suena a ellos mismos, no hay un propio sonido Glasgow, como sí podrías decir de Manchester, Liverpool o incluso Birmingham, con el heavy metal. Es la actitud la que mantiene a estas bandas juntas. Y esa actitud es muy cooperativa, con las bandas apoyándose unas a otras, con orgullo de venir de donde vienen. Antes hablábamos de Londres, ¡que le jodan a Londres! Es muy diferente, todas incluso se preocupan por las otras. Adoro esa forma de ser y vivir.

 

A pesar de que el pop-rock no atraviesa por su momento de mayor popularidad, como se puede constatar viendo las listas de ventas de los principales países consumidores de música, sigue habiendo gente joven que os conoce y va a vuestros conciertos. ¿Cómo os hace sentir ver savia nueva en ellos?

(Alex): Me encanta ver gente joven a la que le gusta venir a vernos. A veces veo entre la gente que viene a nuestros conciertos a seguidores que debieron nacer en el año de nuestro primer disco y es sorprendente y maravilloso. Pienso en mi caso, y por ejemplo The Kinks sacaron su debut mucho antes de que los conociera, y ahora siento en primera persona como la música es eterna. Si es buena, da igual la época o el estilo. Cuando empezamos, las listas de ventas estaban pobladas por bandas como nosotros, que éramos la novedad, éramos diferentes. Todo cambia constantemente. No tengo problema en estar fuera de las listas porque imagino que ese estatus es al que pertenecemos. Si el mainstream nos encuentra por el camino, está bien, nada en contra de ello.

“El secreto, para mí, es conocer tu identidad y sentirte orgulloso de ella. Nosotros nos sentimos orgullosos de ella mientras buscamos nuevos caminos”

Evaluando el sonido de vuestros discos, diría que en Tonight hubo una especie de giro en vuestro sonido introduciendo elementos más electrónicos, y melodías quizás no tan instantáneas (siempre con excepciones). ¿Estáis de acuerdo?

(Alex): La verdad es que siempre hay que mirar cada disco en contexto. Sacamos los dos primeros en poco tiempo porque teníamos muchas canciones y muy trabajadas. En ese momento había muchas bandas en Reino Unido y otros lugares, haciendo cosas similares a nosotros. Cuando aparecimos, sentimos que hacíamos algo original, nuevo. Pero cuando estás rodeado de gente que hace algo parecido a lo tuyo, tienes que hacer algo fresco o ya dejas de ser original. Siempre ha habido sintetizadores en nuestro sonido. Por ejemplo, estaban muy presentes en “Van Tango”, que estaba en nuestro primer EP. Se trata de ir buscando formas diferentes de hacerlo y encajar todos los elementos. Pienso en el primer verso del single “Ulysses” que dice “I found a new way”. Cuando escuchas dos segundos de la primera canción de ese disco, dices “es Franz Ferdinand”. El secreto, para mí, es conocer tu identidad y sentirte orgulloso de ella. Nosotros nos sentimos orgullosos de ella mientras buscamos nuevos caminos. No queremos que el próximo disco suene como Always Ascending. Aún no sabemos cómo será, pero no vamos a repetirnos.

No es común ver que una banda siga en el mismo sello desde sus inicios. ¿Es dónde os sentís más cómodos?

(Alex): La gente de Domino, son buena gente. Si das con la gente correcta, todo lo demás es fácil. Es fundamental para la carrera de un grupo. Tienen gran gusto y siempre que lanzan a alguna banda tenemos interés en escucharlos porque sabemos que nos va a gustar. Es genial estar en su catálogo, con todos esos grupos tan interesantes.

 

El diseño de la portada de este recopilatorio, me recuerda mucho a la sobriedad de los dos primeros, con la cuál identificabas a la primera a Franz Ferdinand.

(Alex): Imagino que cuando estábamos pensando en este recopilatorio y en todo lo que lo envuelve, pensábamos en encontrar los ejes de lo que significamos. No creo que en las posteriores fuera difícil reconocer nuestra impronta, si piensas en Right Thoughts… o Always Ascending, con formas audaces, líneas muy características… seguimos siendo nosotros. La influencia de estas formas viene del constructivismo ruso, con elementos del arte oscuro también. La simplicidad, los trazos y líneas, las direcciones…son muy atrevidas en su aparente simpleza. Una paleta de colores muy escueta, líneas muy rectas, directas, muy concreto. Conecta mucho con el tipo de música que queremos hacer: directa al grano. Sin relleno. Es muy ambicioso y ambivalente, lo cual es lo que me gusta, lo que me reta.

“Tenemos que hacer sentir a nuestros fans rusos que los queremos y que son parte de esto”

En una situación tan complicada como la que vivimos, en la que parece que no salimos de una cuando ya estamos en otra, ¿qué papel creéis que juega la música para darnos un respiro y poner nuestras energías en otro lado?

(Alex): Es curioso porque hemos hablado mucho de esto recientemente. Como banda, a lo largo de todo este tiempo que llevamos juntos, las similitudes entre todos nuestros fans repartidos por el mundo, y como nuestros seguidores representan una comunidad, hace que todo esto resulte trágico. En Madrid pueden coincidir por ejemplo seguidores españoles y rusos, que han estado hablando mucho tiempo por internet, por ejemplo. Lo quiero dejar claro, nuestro problema para no tocar en Rusia, no es con la gente de Rusia, o con el público ruso, ni con la gente que hemos conocido y se han hecho amigos con el tiempo. Son gente como tú y como yo. Todo esto es una tragedia, como se han visto ellos también aislados por culpa de este acto tan horrible. Esta brutalidad, cargada de muerte, asesinatos y destrucción. Es tan atroz. Pero tenemos que continuar, y tenemos que hacer sentir a nuestros fans rusos que los queremos y que son parte de esto. Ellos significan tanto como nosotros. Tenemos que ser optimistas, no queda otro remedio.

¿Hay algún disco, artista o grupo nuevo que nos recomendarías?

(Alex): Tienes que escuchar el disco de Los Bitchos que he producido. Es genial, y me lo pasé tan bien trabajando en él. Son muy buenos en directo, y aunque aún no han tocado en España, no creo que tarden mucho en hacerlo. Bob y yo fuimos a verlos hace un par de días y estuvieron fenomenal.

(Bob): Hay una banda nueva, Dinner Night, que tienen una canción que me gusta mucho: “Reporter In The Wind”, que está genial, y que va sobre un hombre del tiempo luchando en una tormenta.

Escucha ‘Hits To The Head’ de Franz Ferdinand

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