Charlie Fink – Cover My Tracks (Hangman Recordings)
Como líder de Noah and the Whale, Charlie Fink plasmó las fases de su romance con Laura Marling a través de los cuatro discos que lanzó con una banda que se separó hace un par de años. En Peaceful, the World Lays Me Down vivió un verano idílico tocando el ukelele mientras ella prestaba sus coros; The First Days of Spring fue la banda sonora del corazón roto de Fink y los últimos dos Lps le sirvieron al cantante para levantar la cabeza y mirar hacia el futuro con optimismo, madurez y ganas de vivir.
Ahora este inglés de 31 años se enfrenta al reto de lanzar un disco en solitario que presentará en Reino Unido y posiblemente Nueva York con una obra de teatro junto a la actriz Jade Anouka. La trama es misteriosa y atractiva: un músico desaparece dejando atrás un libro de canciones con pistas sobre su paradero que le servirán de guía a la mujer que intenta encontrarle.
Para escribir las canciones de este Cover My Tracks, Fink se metió en el la piel del protagonista de su historia. De esta manera vemos cómo el compositor se pierde en un viaje en el que le vemos transformarse en el Lou Reed más jovial con “I Was Born to Be a Cowboy” y debatirse entre el lado oscuro y el luminoso de Leonard Cohen con canciones como “Orpheus Is Playing the Troubadour”, “The Howl” y “Someone Above Me Tonight”.
Las yemas de los dedos pulsan el nailon de las cuerdas mientras orquestas de violines mantienen la calma en “The End of the Legendary Hearts” y protegen al oyente de las tormentas del camino en “Give Me the Road”. Para los arpegios más complicados cuenta con la ayuda de la guitarrista Laura Snowden, pero Fink se echa la española al hombro durante toda la composición para generar un ambiente folk cuyo viento sopla en paisajes como el poema primaveral de “Here Is Where We’ll Meet” o la mañana azotada de “I’m Through”.
En Snow Glass, tema del disco favorito de Charlie Fink con Noah and the Whale, el británico confesaba ser el mayor fan de Laura Marling a pesar de que su relación con la cantautora acabó naufragando. Ahora, ocho años después, vestido de traje y chaleco, resurge con una nueva propuesta musical que le ha llevado inevitablemente a un sonido que casa perfectamente con las composiciones del gran amor de su vida.